Martes 11 de junio de 2002

 

Joven herido grave por un disparo accidental

 

Ocurrió en un campo cercano a San Antonio. En el hospital conjugaron todos los esfuerzos para mantenerlo vivo.

  SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Una rifle calibre 22 fue disparado accidentalmente por un chico de 14 años, hiriendo de gravedad a un amigo de 19, quien fue intervenido en dos oportunidades a raíz de las serias lesiones internas que recibió en su abdomen y tórax.
Sebastián Martínez fue con otros tres adolescentes a disfrutar de un domingo de caza en un campo de personas conocidas. Pero el frío de esa jornada los obligó a guarecerse un rato en el puesto, donde el joven se acercó al fogón a calentarse el cuerpo.
El arma quedó sobre la mesa, mientras los demás chicos empezaban a pensar en el almuerzo. Uno de ellos fue a retirar el rifle y sin quererlo lo tomó sin los recaudos necesarios, generando un disparo que dio de lleno en el lado izquierdo del vientre de Martínez.
Desesperados los cuatro chicos de entre 14 y 20 años volvieron a esta localidad en la camioneta del mayor de ellos. Los 26 kilómetros que separan el campo del nosocomio local se transformaron en una interminable pesadilla.

Riesgosa operación

El muchacho perdía sangre a borbotones. Nada parecía contenerla, hasta que finalmente, poco antes de las 13, arribó al hospital "Aníbal Serra", donde de urgencia fue sometido a una intervención quirúrgica. La médica de guardia hizo las primeras curaciones y poco después llegaron un cardiólogo, una anestesista, un bioquímico, el encargado de hemoterapia, un cirujano, entre otros especialistas que estaban en guardia pasiva y que pusieron su esfuerzo para salvar la vida del adolescente que agonizaba.
No había tiempo para derivaciones.
A pesar de que el nosocomio es de una complejidad menor a la que el caso requería, los profesionales pusieron el máximo compromiso para que no muriera. Dos paros cardíacos llevaron la inquietud a su punto más extremo. Pero pudo ser recuperado.
Tenía el bazo completamente dañado, los pulmones, el diafragma y el estómago perforados, el hígado lesionado, hemorragias internas y el proyectil dentro de su organismo.
Los médicos suturaron, limpiaron, extrajeron el plomo y trataron de estabilizar al paciente, que recién cerca de las 20 del domingo fue trasladado a Viedma.
En la madrugada, en la capital provincial Sebastián fue operado otra vez, ya con más medios, para evitar nuevas hemorragias y terminar el trabajo iniciado en esta localidad.
El comisario Andrés Ruiz expresó, 24 horas después del accidente, que el joven permanecía en Viedma con pronóstico reservado. Informó que la causa fue caratulada como lesiones graves culposas, por las cuales el chico de 14 años, cuya identidad se preserva, fue notificado, según lo ordenado por el juez interviniente, Jorge Bustamante.
Los restantes dos jóvenes también declararon informando de lo ocurrido y los policías realizaron procedimientos en el campo ubicado en el kilómetro 1020 de la ruta 3, en cercanías de la rotonda que conduce al puerto de Ultramar, para determinar las circunstancias en las que ocurrió el grave hecho.
El campo esta ubicado del otro lado de la "marea", al norte de la ría y a la vera de las vías y de la ruta 3. Es administrado por una familia apellidada Piotti.
Ayer al mediodía se solicitaban en esta ciudad, diez dadores de sangre para ser enviada a Viedma.
Por la tarde, Sebastián estaba lúcido, ya se le había retirado el respirador artificial, pero su estado continuaba con pronóstico reservado.
   
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