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Sábado 8 de junio de 2002 | |
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Jubilados de Roca tomaron la delegación de PAMI |
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Protestan por la designación de un nuevo interventor en Río Negro. El esposo de la legisladora Jáñez sería el elegido para ese cargo. No quieren saber nada con la gerenciadora SIRSA. |
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| ROCA (AR).- La designación de un nuevo interventor para Río Negro y el nuevo convenio que las autoridades nacionales firmaron con la gerenciadora SIRSA indignó a un grupo de jubilados, que anoche mantenía tomada la sede de la obra social en Roca. "Bajo ningún concepto permitiremos que una persona designada políticamente se haga cargo de nuestro PAMI. Vamos a seguir acá hasta que en Buenos Aires se den cuenta que nuestro trabajo de los últimos seis meses fue en serio y no será tirado por la borda", expresó Rosa Cerda, titular de uno de los centros de jubilados que se agruparon tiempo atrás para facilitar trámites y otras gestiones a los afiliados más carenciados. La referencia fue para Ignacio Delmaso, propietario de un nosocomio privado de Cinco Saltos y esposo de la legisladora justicialista Silvia Jáñez, cuyo nombre fue relacionado ayer en PAMI de Roca con la sucesión a Alejandra Cordero Pizarro desde la semana próxima. La cara de la actual responsable de PAMI en la provincia no era la mejor cuando ayer por la mañana se reunió con los representantes de jubilados roquenses. "Dicen que la designación de Delmaso es por 30 días, para que Cordero Pizarro pueda presentarse al concurso que definirá para quién es el cargo, pero nosotros ya no creemos en eso porque siempre pasa lo mismo: los nombran por sus relaciones políticas, cajonean el concurso y se quedan muchos meses en la conducción", se quejó otro jubilado. Sin embargo, el malestar por el cambio en el cargo máximo de la obra social fue mínimo comparado con las protestas escuchadas después de conocido el nuevo convenio entre PAMI y SIRSA el 23 de mayo en Buenos Aires. "Nos enteramos de casualidad. Llamamos por una cosa y en el medio de la conversación salió el tema sin que haya comunicaciones oficiales", relató Cordero Pizarro para anticipar lo difícil que será transitar el nuevo camino entre la obra social y la gerenciadora encargada de administrar el sistema de médicos de cabecera en la provincia. La interventora anunció que se acordó una cápita más barata, que pasó de los 23,25 a 19,72 pesos. Sin embargo, el ahorro poco hace para restar dificultades a los jubilados porque en la provincia no hay médicos ni clínicas que acepten trabajar a través de SIRSA. Cabe recordar que esta entidad se encontraría desmembrada y para graficar tal situación alcanza con decir que en el mismo formulario que autorizan una práctica incluyen un mensaje para el afiliado a PAMI en el que comunican la imposibilidad de designar un prestador. Como siempre, esto redunda en más problemas para los jubilados, que deben regresar a las oficinas de la obra social para que el pago de la práctica se haga desde allí. "Me gustaría saber a quién convencieron en Buenos Aires para firmar el nuevo convenio porque el servicio es malísimo. Acá pasa lo de siempre: toman las decisiones en un escritorio, alejados de la realidad que vivimos nosotros", expresó otra jubilada. Ante las novedades, los representantes de la clase pasiva decidieron en la mañana ocupar las oficinas de Belgrano y Mitre por tiempo indeterminado. |
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