Otro fallo de la Corte limita la pena de muerte en EE. UU.
Sólo un jurado puede aplicarla. Afectaría a 800 condenados.
Se trata del segundo veredicto importante sobre la pena capital que emite la Corte Suprema en cuatro días.
Anulando un fallo anterior de la propia corte, los jueces decidieron por siete votos contra y dos anular su veredicto de 1990 que ratificó una ley de sentencia capital de Arizona que asignaba a los jueces la responsabilidad exclusiva de hacer la determinación de hechos necesaria para sentenciar a muerte a un convicto de asesinato.
El fallo fue precedido por una histórica decisión el jueves, cuando la Corte Suprema prohibió las ejecuciones de retardados mentales en casos de pena capital, un veredicto que anuló leyes en 20 estados y que podría beneficiar a cientos de reclusos en el corredor de la muerte.
"Este caso plantea la pregunta de quién decide: el juez o el jurado. El contexto es asesinato sancionable con la pena capital, el asunto, vida o muerte", dijo la jueza Ruth Bader Ginsburg.
"Los acusados de crímenes sancionables con la pena capital, no menos que los acusados de otra clase de delitos, tienen derecho a una determinación de hechos de un jurado sobre la cual la legislatura condiciona un incremento en su pena máxima", declaró.
El fallo podría afectar las sentencias de muerte de casi 800 reclusos, lo que constituye más de una quinta parte del total nacional, en nueve estados.
Al expresar su desacuerdo, la jueza Sandra Day O"Connor dijo que la decisión declara de hecho inconstitucional los métodos para determinar la pena capital en cinco estados con 168 presos en el corredor de la muerte. En esos cinco estados -Arizona, Colorado, Idaho, Montana y Nebraska- los jueces imponen la sentencia en los casos capitales.
O"Connor dijo que cree que muchas de las apelaciones de los reclusos en el corredor de la muerte serían infructuosas, pero advirtió que la necesidad de evaluar sus reclamos "pondrá un enorme peso sobre las cortes en estos cinco estados". O"Connor también dijo que reos en otros cuatro estados, donde los jurados hacen las recomendaciones de sentencias pero los jueces tienen la decisión final, también podrían apelar sus sentencias.
Esos cuatro estados -Alabama, Delaware, Florida e Indiana- tienen 629 reclusos en espera de ser ejecutados.
En los otros 29 estados del sistema federal donde existe la pena de muerte, los jurados determinan si hay factores agravantes y sopesan esos factores contra cualquier circunstancia mitigante.
El fallo representó una victoria para Timothy Stuart Ring, a quien un juez de Arizona sentenció a muerte por el asesinato en 1994 de un conductor de una furgoneta blindada en Phoenix.
Aumentan los crímenes violentos
WASHINGTON (AFP).- Tras nueve años de descenso, los crímenes violentos vuelven a aumentar en Estados Unidos, en un momento delicado para las fuerzas de seguridad llamadas también a luchar contra el terrorismo.
Según estadísticas de la policía federal (FBI), los homicidios voluntarios aumentaron en 2001 un 3,1% con respecto al año anterior, mientras que los crímenes violentos, en todas sus categorías, experimentaron un aumento de 2% en el mismo período.
Este aumento de la criminalidad, constatado en casi todas las regiones, sucede en momentos en que las fuerzas de policía sufren reducciones de su presupuesto y sus misiones evolucionan hacia la prevención del terrorismo en detrimento de las investigaciones criminales tradicionales.
El FBI anunció recientemente, por ejemplo, una reestructuración que transfiere efectivos encargados de combatir la criminalidad a la lucha antiterrorista.
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