Jueves 13 de junio de 2002

 

El Brasil intenta frenar la inestabilidad económica

 

El gobierno anunció que dispone de 10.000 millones para paliar el "efecto Tango". El dólar llegó a sus niveles más altos en 9 meses y el riesgo-país quedó apenas bajo Nigeria y Argentina.

  BRASILIA (AFP) - El gobierno de Brasil anunció anoche que está autorizado a usar un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 10.000 millones de dólares para intentar frenar la inestabilidad del mercado financiero, atribuido a las incertidumbres sobre el futuro político del país.
La autorización concedida a Brasil coincide con la advertencia del FMI sobre el "Efecto Tango" que provoca la crisis de Argentina y que amenaza expandirse al resto de las economías de la región.
Según la información divulgada esta noche por Globo Televisión, el FMI autorizó a utilizar primero 5.000 millones de dólares y que el resto podría ser autorizado después de evaluar cómo respondió el mercado.
"Brasil tiene condiciones efectivas y el gobierno es consciente de su responsabilidad para que el área macroeconómica funcione de forma adecuada", aseguró ayer el presidente Fernando Henrique Cardoso, en un intento de calmar a los mercados que volvieron a vapulear al real, al riesgo Brasil y a la bolsa de Sao Paulo.
El real se devaluó un 2,9% para alcanzar su segunda peor cotización de la historia, cerrando a 2,795 unidades por dólar, mientras que el riesgo Brasil -tasa que pagan los bonos brasileños por encima del rendimiento de los papeles del Tesoro estadounidense- alcanzó los 1.300 puntos (13,00% de sobretasa), por detrás de Argentina y Nigeria, y la Bolsa de Sao Paulo perdió un 0,69%.
Durante toda la jornada, el riesgo país de Brasil alternó entre el tercer y el cuarto lugar con Ecuador.
El índice Bovespa de la Bolsa de San Pablo cerró con una baja del 0,84%, a 12.132 puntos.
El Banco Central ofreció títulos indexados al valor del dólar y con vencimiento en diciembre, es decir antes de la asunción del próximo presidente, por 600 millones de dólares, pero no logró atraer a los operadores.
"Ese instrumento no funciona más. El mercado quiere dólar, quiere verde", señaló Alexandre Magno, analista del Banif Primus Asset Management.
"Hubo un efecto manada. Primero, compraron dólares los grandes bancos y las grandes empresas y luego lo hizo todo el mundo", describió Mario Battistel, analista de la consultora Novacao.
La inestabilidad es un reflejo de la incertidumbre de inversores y operadores financieros frente al resultado de las elecciones presidenciales de octubre y a la capacidad del país de pagar los próximos vencimientos de su pesada deuda.
En un inopinado mensaje televisivo, Cardoso dijo que las turbulencias "serán analizadas por el gobierno con tranquilidad y serenidad y con firmeza".
"Estamos convencidos", dijo, "de los buenos fundamentos de nuestra economía y de la responsabilidad pública de los hombres políticos de Brasil", en clara referencia a que una posible victoria de la izquierda en las elecciones presidenciales de octubre no alterará los compromisos asumidos por el país.
En este sentido, subrayó la aprobación ayer en el Senado de la prórroga hasta el 2004 de la Contribución Provisional a los Movimientos Financieros (CPMF), que había estado empantanada desde marzo debido a rencillas políticas.
"La decisión de la Cámara, primero, y ahora del Senado es una demostración inequívoca de eso", puntualizó.

     
     
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