Martes 4 de junio de 2002
 

No podemos equivocarnos otra vez

 

Por Osvaldo Roberto Forsetti (*)

  La provincia del Neuquén se apresta a modificar el sistema de préstamos-subsidios destinados a apoyar la inversión privada.
Los mecanismos utilizados en la corta historia provincial, desde los créditos otorgados por el banco de la provincia y nunca recuperados, pasando por las imprudencias -por llamarlas de alguna manera- en el manejo del Fondep y las experiencias recientes del Iadep, dejaron una amarga impresión.
¿Cuándo se produjeron dos de los verdaderos quiebres de ese sistema objetable?
Sin duda, con las puebladas de Cutral Co y Zapala. Cutral Co y Plaza Huincul, luego de la severa crisis que sufrió -entre otras cosas- por la baja de la producción petrolífera y la privatización de YPF, los vecinos protestaron y consiguieron ayuda. Entre ellas: el yacimiento El Mangrullo, que le posibilitó a la comarca petrolera más de U$S 20 millones.
Zapala obtuvo $ 2.300.000 por año para obras públicas priorizadas por la comunidad y además $ 2.700.000 destinados a prestar a emprendedores. En ambas ciudades un ente local determinará los objetivos y realizará la evaluación de los proyectos. La manera más adecuada de resolver los problemas... de ellos.
¿Será éste el camino?
Si las instituciones marginan sectores y regiones, la confrontación será uno de los caminos, el otro el de la indiferencia y el atraso. Creemos que debemos buscar un mecanismo institucional que permita a los neuquinos golpear una ventanilla, ser atendidos, asesorados y que, con pautas claras, se adjudiquen los escasos recursos disponibles de una forma transparente y eficaz.
En febrero el Poder Ejecutivo envió a la Legislatura el proyecto por el cual se disuelve el Iadep y se transfiere su capacidad prestable al Centro Pyme.
Este centro está cumpliendo una buena labor en capacitación y el estudio de proyectos; está creando agencias en distintas zonas del interior provincial -ha llegado casi a 20- y algunas aún distan de tener una buena organización y trabajo.
El Centro PyME se constituye con distintas cámaras empresariales de la provincia, cuenta con un directorio cuyos miembros -la mayoría- representan a cámaras del departamento Confluencia. El proyecto del PE incluye un director del Estado provincial y establece de manera poco clara la división de la provincia en 4 zonas (Norte, Centro, Sur y Confluencia). Contempla la participación de los consejos zonales y locales que estarían formados por intendentes y se cree que por alguna otra entidad, que las ordenanzas municipales pudieran establecer. Aunque con un detalle muy importante: el 3% de las regalías de gas y petróleo se reduce al 0,5%.
La mayoría de las cámaras y el Centro Pyme reforman sustancialmente la iniciativa del PE, porque borra la división en zonas y elimina la participación de los municipios y otras entidades. Argumentan que la actividad privada es la que debería administrar todos los fondos, que la regionalización se daría por la participación de las diversas cámaras y por las agencias de la provincia resolviéndose todo en una suerte de contralor recíproco de los directores del Centro Pyme que evitaría cualquier favoritismo. La propuesta restituye el 3% de regalías. Pero esta posición presenta sus falencias: 1°) El Centro Pyme no tiene una verdadera regionalización. El asesoramiento prestado en su corta historia establece que el 70% de las empresas fue para el departamento Confluencia. Esto evidencia dificultades en llegar a toda la población de la provincia, por una u otra razón. No podemos pensar en regionalizar la Patagonia sin garantizar mecanismos de descentralización y zonificación; de lo contrario, volveríamos al Neuquén previo a 1958 cuando las decisiones se tomaban (si se tomaban) en Buenos Aires y siempre sin tener en cuenta la realidad del lugar. 2°) En el 2001 más del 97% de los fondos prestados por el Iadep fueron destinados a emprendimientos ubicados en los departamentos Confluencia y Añelo. 3°) No se trata de una confrontación interior-capital; es también una falencia del Centro Pyme no contar entre su dirigencia con la representación de varias organizaciones de productores, de microemprendedores o de la dificultad de atender o hacer participar a futuros emprendedores, tanto del interior como de las ciudades del conglomerado neuquino. 4°) Al no existir representantes de entes públicos ni de varias organizaciones locales, el Centro Pyme no puede desarrollar una adecuada política de desarrollo que priorice actividades productivas y de servicios sentidas por las comunidades y zonas neuquinas. No toda actividad que pueda ser rentable tiene que ser promocionada y no toda actividad a la que le cueste ser rentable debe ser dejada de lado. Y esto es muy difícil de definir si solamente participan en la adjudicación de los créditos los representantes de la actividad privada. 5°) De un sistema de decisión del Estado totalmente oscuro -al que hay que cambiar- ahora se pretende privatizar esa decisión, con la lamentable experiencia que han dejado las empresas de servicios públicos privatizadas.

Propuesta intermedia

Hay que aprovechar los recursos, propiciar mayor participación de los sectores y mejorar la distribución territorial. No se puede seguir alentando el éxodo de numerosas familias, que pasan a engrosar las "tomas" y asentamientos urbanos, sin trabajo, con una marginación total, causando enormes problemas a las ciudades receptoras y despoblando el resto del territorio. Para ello se propone: a) el 40% de los fondos prestables debería ser administrado por el mismo Centro Pyme central y sus agencias, para promocionar actividades provinciales como la fruticultura, ganadería, turismo, minería, etc. o proyectos de mayor envergadura que exijan un desarrollo y evaluación superior. b) El 60% restante se dividiría en partes iguales entre seis zonas (norte, centro y sur, se agregaría zona capital, zona Cutral Co-Huincul-Picún Leufú y la zona Añelo y resto de Confluencia) con sus respectivos consejos zonales.
Estos consejos deberían estar integrados por las agencias del Centro Pyme de la jurisdicción, por otras organizaciones productivas no representadas y por municipios (incluido concejales de la oposición), en una proporción que no supere a la representación privada. Este consejo zonal dividiría los fondos en los consejos locales (uno por localidad) en una proporción que combine población y cantidad de localidades. c) Cada localidad sabría su cupo y se preocuparía por el recupero de las cuotas. d) Los préstamos de menor monto lo acordarían los consejos locales y los proyectos mayores deberían tratarse en el consejo zonal o en el Centro Pyme. e) El 3% de las regalías debería liquidarse sobre la base de la recaudación del trimestre anterior.
Participación - regionalización - transparencia - control - recupero de la inversión son las pautas. Tenemos una oportunidad única, ¡el desafío no es perderla!


(*) Diputado bloque de la Alianza Neuquén
     
     
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