Jueves 6 de junio de 2002

 

Una carta y un preso aclararon el misterioso asesinato de un jubilado

 

El hombre había muerto asfixiado con un sofisticado nudo que era la clave del caso. El presunto autor fue un ex novio de una hija de la víctima, con pasado marinero.

  NEUQUEN (AN)- Al principio, los investigadores tenían un montón de piezas sueltas que parecían imposibles de encajar entre sí: una vivienda sin los accesos forzados pero con el interior absolutamente desordenado, un hombre muerto, muy golpeado, y asfixiado con un sofisticado nudo corredizo que era el centro del misterio.
Ante semejante escenario, pocos tenían esperanzas de que en menos de 15 días el crimen quedara esclarecido. Y nadie imaginó que las claves para resolver el enigma iban a darla una carta y un preso.
El asesinato de Leoncio Martín Rodríguez, jubilado de YPF de 71 años, ocurrido en Neuquén el 22 de mayo pasado, ya está aclarado y su presunto autor detenido: se trata del ex novio de la hija del fallecido, un hombre de apellido Riquelme.
La detención permitió aclarar uno de los mayores misterios del caso: el nudo corredizo con el que Rodríguez fue inmovilizado y prácticamente obligado a asfixiarse a sí mismo. Lo habría hecho el propio Riquelme, quien en el pasado fue marinero y habría trabajado en la Escuela de Mecánica de la Armada.
Como informó "Río Negro", Rodríguez fue asesinado en su vivienda del barrio Maronese segunda etapa durante la mañana del 22 de mayo. El cadáver fue encontrado por su hija alrededor de las seis de la tarde.
Las puertas de acceso no habían sido violentadas. "Fue alguien conocido de la víctima", especularon los investigadores.
Toda la casa estaba desordenada: el contenido de los cajones tirados, los colchones abiertos a cuchillo, y sin embargo no faltaba nada. "El asesino buscaba algo en especial, o quiere hacernos creer eso", fue otra de las deducciones.
El cuerpo de Rodríguez, tirado en una de las habitaciones, presentaba fuertes golpes. Pero lo más sugestivo era el lazo que sujetaba sus brazos a la espalda y le pasaba por el cuello. El nudo corredizo estaba confeccionado de tal forma que cada vez que la víctima se movía, el lazo se cerraba más sobre su garganta. Es decir que intentando zafar de las ataduras, el jubilado se ahorcó a sí mismo.
El rompecabezas no tomaba forma. Los investigadores sabían que el día del crimen Rodríguez se había levantado muy temprano, como era su costumbre. Despidió a su hija que se iba a trabajar y a las 9 salió a dar uno de sus habituales paseos por el barrio. Nadie lo vio regresar.
En su vivienda no guardaba elementos de valor: ni dinero ni joyas; tampoco había cobrado una jubilación o retiro extraordinario, no tenía un plazo fijo en corralito.
Una tenue pista llevaba hasta Cutral Co, donde Rodríguez vivió hasta principios de la década del 90. A fines de mayo, una comisión policial viajó a la ciudad petrolera, realizó algunos allanamientos y detuvo a Riquelme, ex novio de la hija de Rodríguez.
Riquelme fue alojado en una unidad de detención de Neuquén capital donde también está preso otro sujeto oriundo de Cutral Co, acusado de robo. Se lo identifica como el preso B.
Fuentes de la causa revelaron a "Río Negro" que por algún extraño motivo, Riquelme le escribió una carta que viajó desde su pabellón al del preso B. en la cual le contó que había matado al jubilado Rodríguez. Después, en una charla personal, se lo ratificó y le dio todos los detalles.
El preso B. escuchó la confesión y se la contó a las autoridades. "Yo soy ladrón, no me mezclo con asesinos", habría dicho.
Así, los investigadores pudieron saber que Rodríguez se oponía a la relación de su hija con Riquelme. La mañana del crimen, el hombre de Cutral Co llamó por teléfono a Neuquén para hablar con su antiguo amor y atendió el jubilado. Tuvieron una fuerte discusión.
Al parecer muy enojado, Riquelme tomó un colectivo, viajó a Neuquén, fue a la casa de su ex suegro, lo mató, y regresó a Cutral Co.
Riquelme quedó prisionero de sus palabras. La carta que escribió fue secuestrada judicialmente y se la podrá utilizar como prueba en su contra, indicaron las fuentes consultadas).
Todos los aspectos oscuros del caso quedaron aclarados. Incluso el enigmático nudo que mató a Rodríguez: lo hizo Riquelme, quien en el pasado fue marinero y habría trabajado en la ESMA.

"El que habla no miente"

NEUQUEN (AN).- "Ya no hay códigos entre los delincuentes: se mandan al frente unos a otros sin ningún problema", dijo un veterano investigador a "Río Negro" comentando el caso del preso B. que delató a Riquelme, presunto autor del asesinato del jubilado Rodríguez.
En cambio otra fuente opinó muy distinto: "los códigos están, existen. Precisamente este hombre habló porque es ladrón, no asesino, y no quería mezclarse en algo así".
La clave para resolver el caso está en la carta que según las fuentes, Riquelme le escribió al otro detenido. Es poco común que los presos se escriban entre sí, pero a veces sucede. Es lo que hizo Riquelme, confiándole a otra persona el crimen que supuestamente cometió.
Y tras las rejas tienen un lema: "nadie está obligado a decir lo que hizo, pero el que habla no miente".
La correspondencia es inviolable. Pero la carta que escribió Riquelme fue secuestrada judicialmente, por orden del juez Alfredo Velasco Copello, de la celda que ocupa el preso B. Y se la podrá utilizar en contra del sospechoso del crimen, aseguraron las fuentes consultadas.
Ayer estaba prevista la indagatoria de Riquelme, acusado de "homicidio".

Foto: El asesino ingresó sin forzar ninguna puerta de la vivienda del barrio Maronese. En el interior provocó un gran desorden pero no se llevó nada. El móvil no era el robo.

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación