Miércoles 26 de junio de 2002

 

Trueque, la solución del momento: Los pilotos encontraron la forma de gambetear

 

Para los regionales, cambiar la publicidad de sus autos por productos es una alternativa. La gran mayoría llega con lo justo al presupuesto que se necesita para cada prueba.

  Hasta los pilotos tuvieron que recurrir al trueque para mantenerse en actividad. Al menos, eso es lo que ocurre con muchos de los que tienen la posibilidad de competir a nivel nacional. Vaya paradoja: en una época tan difícil en lo económico, con una crisis que cada vez golpea más fuerte, es cuando más representantes hay de la región en un automovilismo casi profesionalizado.
Están los que se bancan solos y los que hacen malabares, como es el caso de Javier Romera, el único campeón argentino que tiene en la actualidad la región.
Es más, como nunca en su historia, el TC-2000 llegó a contar con tres pilotos de la zona en un mismo certamen, como ocurre con Javier Moreiro, Rodolfo Lorca y Julián Crespo.
Todo un tema el de los pilotos regionales. La mayoría tuvo que agudizar el ingenio para cumplir con su objetivo.
Y lo hacen, a nivel de pista, en las más diversas categorías. Del súper profesionalizado TC-2000, a la promocional Copa Mégane, a la sofisticada Fórmula Súper Renault, al TC Pista y al Turismo Nacional, competitiva y numerosa como pocas.
Los costos que se manejan son importantes, casi imposibles de afrontar si no se hace un esfuerzo titánico. Queda claro que si un piloto no dispone, como mínimo, de unos seis mil pesos, no puede aspirar a subirse a ningún auto de una categoría nacional. Y los números llegan hasta los catorce o quince mil, en las más importantes, lo que cambia de acuerdo al equipo.
Así las cosas, son pocos los que pueden publicitar en un auto de carrera. Y a la hora de arreglar los números, ya casi no cuenta el dinero en efectivo o los cheques. La mayoría recurre al trueque, cambiando su publicidad por productos. Algo que también pusieron de moda afamados pilotos nacionales, hasta publicitándose en los diarios.
Algo así como "recibo productos a cambio de una publicidad en auto de punta".
Uno de los primeros que empezó a caminar la calle fue Romera. Cuando tenía todo atado para subirse a un TC y defender el título en el Turismo Nacional, la crisis de diciembre último lo dejó con las manos vacías.
Y como quería seguir, tuvo que aprender a vender su producto, que no es otro que su auto de carrera. Así, antes y después de cada prueba, se encarga de colocar gaseosas, sal, equipos de GNC, agroquímicos y hasta vende publicidades para el espacio gráfico que negoció. Eso, sumado al aporte de algunos amigos, le permite cerrar el presupuesto para participar en la Clase 2 del Turismo Nacional, como siempre en el equipo de "Tito" Etchegaray.
"Era horrible vendiendo publicidad, pero voy aprendiendo, me relaciono con la gente, si hasta en Bahía Blanca pude conseguir auspiciantes", comentó entusiasmado Romera.
Otro caso es el del cipoleño Javier Moreiro, quien durante años se quedó con las ganas de participar a nivel nacional. Cuando AVGR concretó la vuelta del TC-2000, un grupo de amigos lo entusiasmó y afrontó el desafío. Ya participó en cinco pruebas de una de las categorías más caras del automovilismo argentino. Un auto cuesta cerca de catorce mil pesos, más los gastos. Y hacer un ensayo, entre fecha y fecha, cerca de cuatro mil.
"El noventa por ciento de la publicidad es a cambio de productos. Hacemos cenas, bonos contribución, recibo aportes de mi familia y de amigos, y hasta gasté mis ahorros", reconoció Moreiro, quien aseguró que los pilares de su presencia en el TC-2000 son Sebastián Ludman, Fabio Badillo, Néstor y Miguel Franco y el "Chori" Berardo.
"Ellos se encargan de todo, sólo me avisan a qué hora tengo que estar con un posible auspiciantes o cuándo realizan una cena", apuntó.
El allense Julián Crespo recibió una invitación para estar en la primera del TC-2000 y después se entusiasmó. Como Moreiro, le alquila un auto al equipo de Luis Belloso. Todavía no definió su futuro.
"Mi papá me inició en esto, pero no puede descuidar su trabajo, así que me encargo de todo. Hay auspiciantes que pagan con dinero, otros con productos. El espacio del diario para mi es muy importante, porque el venderlo en forma personal me permite relacionarme con mucha gente. También está Daniel Luna, quien asumió el desafío de ser mi promotor, con un aporte importante. No hacemos locuras, vamos a las que podemos".
Uno de los más firmes es el neuquino Roberto Corletta, pero no en materia de auspiciantes. Es el líder de la Copa Mégane. Pero..., la falta de presupuesto le quita el sueño. "No llegamos ni a la mitad de lo que cuesta poner el auto en pista, si no fuera por mi papá, hubiera estado en un par de pruebas nada más. Es más, para ahorrar unos pesos, ahora estoy viajando solo a las pruebas".
Un auto de la Copa Mégane, que es una categoría promocional soporte del TC-2000 tiene un costo de seis mil pesos.
También con problemas de presupuesto está Gastón Dupouy, quien participa en la Top Race. "Por un gran esfuerzo familiar compramos una Nissan 300, que atiende mi padre en su taller, por lo que abaratamos bastante los costos. Igual, hay que disponer de unos siete mil pesos por prueba", comentó el neuquino.
El viedmense Juan M. Sosa participa en el TC Pista con un auto del equipo de Guillermo Ortelli. "Ahora, todo es por plata. Mi acompañante hace su aporte. El mánager de Ortelli puede traer algunas publicidades", reconoció.
Están los otros, que pueden disponer de un respaldo que les permite darse el gusto de correr sin tener que peregrinar para conseguir una publicidad, o disponen de buenos contactos para lograr un auspicio. Son los menos, pero no por eso deja de tener valor.

Raúl Bernal
rbernal@rionegro.com.ar

"Vení que te presento al dueño"

Todos los días, al margen de estudiar, Julián Crespo agarra sus carpetas y sale a buscar publicidad, a visitar clientes. Tiene una anécdota, que bien vale para demostrar que puede encontrar un auspiciante cuando menos lo piensa.
"Todos los días, en un semáforo de Neuquén, un limpiavidrios me saludaba. "Hola, Crespito", "dale campeón". Siempre con buena onda, dándome su apoyo", recordó el allense.
Comentó que "hace un tiempo paré a cargar combustible y el chico se aceró. "Vení, que te presentó al dueño de la estación de servicios. Me teminó comprando una publicidad".(R. B.).

Foto: Roberto Corletta lidera el torneo de la Copa Mégane, pero no alcanza a juntar ni la mitad del presu-puesto.

   
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