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Lunes 24 de junio de 2002 | |
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Barrichello tuvo su recompensa |
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Esta vez, el equipo Ferrari dejó ganar al brasileño y fue segundo el alemán Michael Schumacher. |
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| Después de una impecable demostración de manejo, que comenzó cuando en la primera vuelta superó en forma sorpresiva al colombiano Juan Pablo Montoya, el brasileño Rubens Barrichello conquistó ayer el Gran Premio de Europa en un espectacular "uno-dos" de Ferrari que se completó con el segundo puesto del alemán Michael Schumacher, quien dio un nuevo paso hacia su quinto título mundial y sin necesidad de ayudas extras que llegaran desde los boxes. El dominio de ambos los pilotos de Ferrari fue apabullante y se tradujo, en los últimos giros, en un verdadero paseo, con tiempos de vuelta netamente superiores a los normales, y respetando esta vez el primer lugar de Barrichello, sin la repetición de la polémica orden de Austria, cuando Ferrari le ordenó que se dejara pasar por Schumacher. El tetracampeón no atacó en ningún momento a Barrichello, conformándose con un segundo puesto que le permitió estirar a cuarenta y seis puntos su ventaja en el Mundial sobre su hermano Ralf. El segundo puesto fue un castigo para el campeón por el error que cometió en la vigésimo cuarta vuelta, cuando seguía de cerca al brasileño y, por el recalentamiento de sus gomas, efectuó un trompo que lo hizo terminar fugazmente fuera de pista. Más allá de la ya consolidada superioridad de Ferrari, gracias al chasis y al motor que hicieron de la F2002 una máquina virtualmente imbatible, tuvo un rol determinante el estupendo rendimiento de los neumáticos Bridgestone de mezcla dura, que permitió a Barrichello, una vez instalado en la punta, acumular vuelta a vuelta sobre Ralf Schumacher, el tercero en la primera parte de la prueba, una ventaja cada vez mayor. En efecto, con el campeón mundial a sus espaldas, Barrichello ya tenía sobre el menor de los Schumacher casi diez segundos de ventaja en la quinta vuelta, que se estiraron sucesivamente a dieciocho en la décima, y a más de treinta y seis en la vigésimo quinta, previo a su ingreso a boxes para su primer reabastecimiento. En pocas palabras, se distanciaba casi un segundo y medio por vuelta del más veloz de los pilotos Williams. Una enormidad. Barrichello obtuvo su segunda victoria en la Fórmula 1, la primera fue hace dos años en el Gran Premio de Alemania, después de una prueba perfecta, sin errores, que confirma la madurez que alcanzó este año, favorecido también porque en su segunda parada en boxes Schumacher no pudo atacarlo, al encontrarse obstaculizado por tres rezagados. Esfumada en la cuadragésima quinta vuelta la última oportunidad para que, después de los dos reabastecimientos, el alemán quedase al frente, a catorce giros del final partió desde el box Ferrari la orden de mantener las posiciones y sólo hubo que esperar la bandera a cuadros para que la escudería italiana concretase el quincuagésimo quinto doblete de su historia y el tercero del actual Mundial. Esta vez, los autos con neumáticos Michelin se encontraron en graves dificultades por el excesivo desgaste de los compuestos blandos y la principal víctima fue Montoya, quien trataba de defender desesperadamente su cuarto puesto cuando chocó con el escocés David Coulthard. Sin asumir riesgos, y superando un error que le costó ser momentáneamente superado por Jenson Button, el finlandés Kimi Raikkonen, con uno de los McLaren, se ubicó tercero, pero a más de cuarenta y seis segundos de Barrichello, lo que demuestra la demoledora superioridad de ambas Ferrari, que desfilaron paseando bajo la bandera a cuadros. Ralf Schumacher fue autor de otra prueba anodina ubicándose cuarto, delante de un Button que con su buena performance puso en dificultades a su director deportivo Flavio Briatore, quien quiere sustituirlo con el español Fernando Alonso, y de un brasileño Felipe Massa regular y confiable. (AR y ANSA). "Es un inmaduro" El escocés David Coulthard calificó ayer de "inmaduro e inconsistente" al colombiano Juan P. Montoya, después del incidente que provocó el abandono de ambos en la vigésimo octava vuelta del Gran Premio de Europa. El accidente ocurrió cuando el McLaren de Coulthard intentaba superar al Williams de Montoya para apropiarse del cuarto lugar, a la salida de la primera curva.. "Yo respeto a quienes luchan y defienden su posición con armas limpias, pero Montoya no deja pasar nunca, ni siquiera esta vez que se encontraba en inferioridad debido a que sus gomas Michelin estaban sobre las telas y su Williams era ingobernable, es un inmaduro y un inconsistente", declaró Coulthard. La colisión se produjo cuando Montoya, por la cuerda interna, postergó la frenada, no pudiendo impedir que su Williams montase sobre el cordón y entrase en trompo, impactando con su neumático trasero izquierdo la rueda derecha de Coulthard, lo que provocó el abandono de ambos. Coulthard bajó enfurecido de su auto y comenzó a aplaudir irónicamente desde lejos a Montoya, quien tuvo primero un atisbo de reacción, pero después hizo al escocés gestos demostrativos de que no había podido hacer nada para evitar la colisión. Ya de retorno a boxes, Montoya visitó a Coulthard en su motor-home y le pidió disculpas, atribuyéndose toda la responsabilidad por la colisión y reiterando que no había sido su voluntad impactar al McLaren, a lo que el piloto escocés aún estrechándole la mano le respondió fríamente y sólo esbozando una sonrisa irónica. "Le comenté que fue culpa mía, pero en ese momento mi Williams era imposible de manejar, tendía a escaparse de todo control y no pude hacer nada para impedir el trompo", declaró Montoya, quien no atinó a dar una respuesta a quienes le preguntaban por qué no había entrado antes a boxes para cambiar neumáticos. (ANSA). |
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