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Jueves 27 de junio de 2002 | |
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Virginia Lago debuta en el San Martín |
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Por primera vez dirigirá una obra en el teatro municipal porteño. Muestra recuerdos y esperanzas en "Cuento de hadas". |
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| Buenos Aires, (Télam).- La actriz y directora Virginia Lago realizará su primera puesta en escena en el porteño teatro San Martín con la pieza "Cuento de hadas", de la uruguaya Raquel Diana, que se estrenará el sábado próximo en la sala Cunill Cabanellas. El elenco, integrado por Lidia Catalano, Claudia Rucci e Irene Almus, procurará reeditar el éxito que las dos últimas actrices lograron con "Crímenes del corazón", espectáculo que marcó el debut de Lago como directora. En ocasión de presentarse Lago en Montevideo, durante el último Festival del Mercosur, Raquel Diana le entregó el texto de la pieza con intención de que la intérprete argentina se interesara en protagonizarla. Sin embargo, el texto dio ocasión para reunir al elenco de "Crímenes..." en un nuevo proyecto. "Pensábamos encarar el trabajo como siempre lo hicimos -declaró Lago-, con siete meses de ensayo en mi casa y dedicarnos luego a la búsqueda de sala. Pero después decidimos proponerle el proyecto a Kive Staiff (director del teatro San Martín) y a los dos días nos llamó aceptando la idea". "No sólo es mi primera dirección en el San Martín -enfatizó Lago- sino que en 40 años de carrera nunca trabajé en ese teatro como actriz. Fui convocada para algunas cosas pero nunca se pudieron concretar". La aceptación del proyecto no significó ningún tipo de condicionamiento en la forma de trabajo ni en la elección del elenco. Dentro del acuerdo con el San Martín, Lago incluso quedó facultada para seleccionar de las salas de ese complejo la que ella considerara más apropiada para el clima que requiere la obra, elección que recayó en la Cunill Cabanellas. La pieza de Diana está planteada como un simple cuento de hadas que habla de gente sencilla, de barrio, que vive de su trabajo en una fábrica. Es la historia de Blanca, una chica huérfana de madre (Claudia Rucci), a quien su padre cría hasta los seis años leyéndole infinidad de cuentos. Aparece también una madrastra que se casa con su padre (Irene Almus) y Carmen, el hada madrina (Lidia Catalano). La elección de Catalano para ese papel fue tan casual como oportuna. En efecto, un encuentro fortuito en un día de estreno dio pie para la integración de la actriz. "Carmen -confesó Lago- es el hada madrina y tiene que tener esa cosa angelical y la luz que tiene Lidia. El personaje, de alguna forma, es la tía de todos y pariente de nadie, esa personita que está en todos lados". La historia que relata la pieza habla de seres buenos, que quieren vivir en un mundo mejor, donde haya trabajo, se pueda estudiar y sea posible la convivencia en libertad, con lugar para los sueños y el amor. "Ese es el cuento de hadas: vivir en un mundo justo, y esa es la historia que se cuenta", definió Lago. La acción transcurre entre las décadas del 50 y el 90, lapso dentro del cual aparecieron los Tupamaros y ocurrió la represión militar en Uruguay. "En ese sentido es una obra absolutamente realista -reflexionó Lago-, donde las circunstancias sociales inciden mucho, pero yo decidí contarla desde el lugar de un cuento infantil". La situación que plantea el texto gira en torno de los recuerdos que Blanca le cuenta a su hija que está por nacer, con la esperanza de un futuro mejor. "Van surgiendo así pedacitos de su memoria habitados por el padre, la madrastra, el hada madrina y sus amores. Y a partir de eso contamos una historia que tiene mucho que ver con nosotros", afirmó Lago. |
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