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Martes 21 de mayo de 2002 | |
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Ocho accidentes de tránsito por día en Bariloche |
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La mayoría ocurre en la zona urbana, en horario laboral. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Con un parque automotor de más de 25.000 vehículos, muchos en estado deplorable, Bariloche marcha a la cabeza en la cantidad de accidentes de tránsito ocurridos en ciudades de la provincia. El mayor número de hechos se producen en la zona urbana, pero los ocurridos en las rutas de acceso y las dos arterias que comunican al centro con los barrios de los Kilómetros son en promedio mucho más graves, y casi todos resultan con personas muertas o lesionadas. La ciudad se comunica con el norte por la ruta 237, que transita por varios barrios periféricos y llega hasta Neuquén. Con el sur se comunica por la ruta 258, que conduce a El Bolsón, pero antes pasa por el centro de los populosos barrios del Alto. En ambas arterias son frecuentes los accidentes graves o fatales, debido en parte a la imprudencia o negligencia de los conductores, pero también a la escasa señalización, a la abundancia de curvas, al estado de la calzada y a la eventual presencia de hielo sobre el pavimento. Por su parte, las avenidas Ezequiel Bustillo y Los Pioneros, de tránsito interior y longitudinal de la ciudad, también son escenario frecuente de accidentes graves, porque los conductores circulan por ellas como si fueran rutas, pero tienen el estatus legal previsto para las calles urbanas. Los análisis realizados por la Tercera Zona de Tránsito revelan datos significativos, que en cierta forma desmienten muchas presunciones sobre las causas y circunstancias que rodean a los accidentes: la gran mayoría ocurren en días laborables y en horario de 18 a 24. El pico de accidentes del 2000 ocurrió en julio, y el del 2001 en agosto. Durante 1998 se registraron en Bariloche 3.074 accidentes de tránsito, y 3.089 en 1999. En el 2000 el número de accidentes descendió a 2.661, y el año pasado se ubicó en 2.678, computando en estos números a los accidentes urbanos y en rutas de acceso e interiores. Las cifras equivalen a unos ocho accidentes diarios como promedio, con saldo de lesionados, leves, graves y víctimas fatales, que según la Dirección de Tránsito de la provincia colocan a Bariloche a la cabeza de las ciudades más inseguras en el tránsito. De los 2.636 accidentes urbanos ocurridos durante el 2000, en 14 de ellos hubo víctimas: murieron 2 menores y 4 mayores, y hubo 12 heridos graves y 2 leves. En el mismo lapso hubo 25 accidentes en rutas, todos con víctimas: murieron 7 personas mayores, hubo 36 heridos graves y 17 leves. Doce de esos accidentes ocurrieron en distintos sectores de la ruta 258, 7 en la avenida Bustillo, 4 en la ruta 237, 2 en avenida Los Pioneros y 1 en una ruta interior enripiada de Colonia Suiza. En el 2001 se registraron 2.662 accidentes urbanos y 16 en rutas. Sólo 11 de los ocurridos en la ciudad resultaron con víctimas: murieron tres personas mayores, hubo 10 heridos graves y uno leve. En los 16 accidentes ocurridos en las rutas murieron 2 personas mayores, hubo 19 heridos graves y 9 leves. De esos accidentes, 9 ocurrieron en la Bustillo y 7 en la ruta 258. El triste privilegio argentino Argentina detenta uno de los índices más altos de mortalidad por accidentes de tránsito, con un promedio de 22 muertos por día y unos 8.200 por año. El dato revela que en un año y sobre cada millón de vehículos circulantes, en la Argentina murieron 1.310 personas, mientras que en ese mismo lapso y relación murieron 138 en Suecia, 166 en Italia, 206 en Holanda y 209 en los Estados Unidos. Los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte en menores de 35 años y la tercera sobre la totalidad de la población. Las cifras son alarmantes si se atiende a que los promedios de víctimas fatales en relación con la cantidad de vehículos circulantes superan en 8 ó 10 veces a los de la mayoría de los países desarrollados. La velocidad es una de las mayores causas de muerte en accidentes, pero es sólo una entre las inobservancias del debido cuidado. El consumo de alcohol antes o durante el viaje, la falta de distancia respecto del vehículo que los precede e incluso la brasa del cigarrillo que cae sobre el tapizado, muchas veces motivan maniobras torpes que le cuestan la vida al conductor, a los que lo acompañan o a los ocupantes del vehículo que embisten. Son mayoría los que prefieren viajar de noche para poder desarrollar velocidades más altas, porque quizá ignoren algunos que en horario nocturno se triplica el riesgo de muerte en accidentes de tránsito. El sueño, la monotonía de un paisaje en blanco y negro, la posibilidad de que se cruce un animal y los encandilamientos, no suelen tomarse en cuenta. Otros siguen desdeñando el cinturón de seguridad y en caso de accidente terminan lanzados contra el parabrisas o fuera del vehículo, hacia una muerte segura. La Asociación Luchemos por la Vida ubica a los conductores argentinos entre los peores del mundo. |
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