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La Unter no quería conciliación y seguiría el paro

El gremio definía esta madrugada su posición frente a la propuesta de Educación. Se preveía el rechazo al pago propuesto por los días de retención y al dictado de clases los sábados.

VIEDMA (AV).- El Congreso de la UnTER preveía anoche aceptar la conciliación obligatoria y los docentes volverían así a las aulas a partir del lunes. Pero, la resolución -que se evaluaba todavía al cierre de esta edición- contemplaba el rechazo a la propuesta gubernamental, que se centra especialmente en el pago en dos cuotas del salario de marzo a los docentes que efectuaron retenciones de servicios y la incorporación a la recuperación de los sábados como jornadas de clases.
Ese cuerpo gremial analizaba un mecanismo para conformar una contrapropuesta que permita seguir la negociación con Educación. Convocada el último lunes por Trabajo, la conciliación obligatoria tiene un plazo máximo de 10 días para alcanzar un acuerdo.
Los delegados se aprestaban anoche a aceptar la conciliación pero, tampoco se descartaba su rechazo porque se requería el respaldo de los dos tercios de los 120 presentes, pues conlleva el levantamiento de la retención de servicios.
Intensa discusión. Esa fue la característica del Congreso de la Unter de ayer. No sólo respecto de los términos de la nueva propuesta del gobierno sino sobre lo alcanzado hasta el momento gremialmente hablando.
Varias seccionales plantearon que lejos de conseguir mejoras o, por lo menos, un acercamiento a los reclamos que generaron las medidas de fuerza, hoy se termina en una conciliación obligatoria con una propuesta gubernamental de un pago en cuotas de los salarios de marzo. No sólo no se avanzó en respuestas sobre la actualización de los pagos de haberes -reclamos que generaron la retención de servicios- sino que se retrocedió. En este plano se planteó la actividad los sábados en el marco de la recuperación de clases que propone el gobierno.
Este punto fue el más resistido aunque varias seccionales llegaron al Congreso con el mandato de rechazar la propuesta en su integridad. Otras trajeron un mandato abierto de las asambleas y algunas el rechazo tanto de la conciliación como de la propuesta.
No obstante las primeras seis horas del encuentro estuvieron dedicadas a clarificar las cuestiones legales frente a una conciliación obligatoria y a los riesgos que se corren en el caso de no ser aceptada.
Cada una de las 18 seccionales se explayó en las decisiones adoptadas en las asambleas que dieron mandato al Congreso.
En tanto la conducción gremial trataba de definir una aceptación de la propuesta teniendo en cuenta los riesgos que se corren en el caso de una respuesta contraria.
En el marco de la conciliación obligatoria no se puede modificar parcialmente la propuesta ofrecida, es decir, se la acepta o se la rechaza tal como está o en cambio se presenta una superadora. Este parecía ser el camino a adoptar por el Congreso, aceptando la conciliación obligatoria. Pero, ese análisis se demoraba ya que esa resolución requería el respaldo de los dos tercios de los presentes porque comprendía el levantamiento de una medida de fuerza, como la retención de servicios. La secretaria de Trabajo, Ana Piccinini había advertido que el rechazo a la conciliación obligatoria derivaría que esa cartera declarase ilegal las medidas de fuerza, como también, disponer de la suspensión de la personería gremial. Estos riesgos fueron ampliamente analizados en el Congreso, admitiendo incluso la posibilidad de recurrir la conciliación de Piccinini ante la cartera laboral de Nación.

Aceptar o prepararse para una larga espera

La imposibilidad de una aceptación parcial de la propuesta del gobierno fue lo que más trabó la discusión entre los docentes rionegrinos.
En realidad, los maestros sostienen que el aspecto salarial tal y como lo ofreció Educación, es el que más pronto podría concretarse y no tendría sentido rechazarlo porque eso implicaría una nueva dilación.
Está claro que no los conforma totalmente, pero si siguen discutiendo empezará junio y muchos de los que hicieron retención de servicios no tendrán nada para cobrar, razón por la cual habría una buena parte de los maestros que preferiría dar el sí en ese aspecto.
En cuanto al plan de recuperación, no existen mayores diferencias en lo general, pero en lo particular hay varios aspectos que para el sector gremial son mejorables, es decir que si se rechazara la propuesta podrían lograrse algunos adelantos.
La mayor resistencia está en la posibilidad de trabajar los sábados, algo sobre lo que la titular de Trabajo aclaró a una radio de Roca que "no necesariamente implica hacerlo todos los sábados del mes, sino que puede ser fin de semana de por medio.
Con este marco, al no existir la posibilidad de una aceptación parcial, los maestros estaban ayer trabados en una salida complicada porque hay aspectos que sí y aspectos que no quieren aceptar.
Pero claro, rechazar la propuesta implicará un nuevo retraso salarial y eso perjudicaría aún más a los que todavía no cobraron.
Ayer, una amplia franja de docentes esperaba con mucha expectativa el resultado del congreso, para saber si efectivamente cobrarían parte de marzo en el corto plazo o se tendrían que hacer a la idea de seguir esperando. (Redacción central)

Foto: Los maestros tuvieron horas y horas de discusión. Estaban lejos de aceptar la oferta de pago de salarios de marzo.