Tensa relación entre Ipross y afiliado

Víctor Mendoza, papá de un chico de siete meses que necesitaba un oxímetro, reclamó a la obra social provincial la provisión del aparato. Como ésta tardó en llegar, el hombre perdió la paciencia y su reclamo creció en intensidad. En el Ipross denunciaron que Mendoza los amenazó con un arma, algo que él niega.

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Un matrimonio denunció haber vivido una odisea, luego de que la obra social provincial no le diera respuesta a su requerimiento de un vital aparato para su hijo de siete meses, en tiempo y forma esperados.
Directivos del IPROSS denunciaron penalmente al hombre porque dicen haberle visto un arma con la que los amenazó el sábado durante una dura discusión.
Víctor Mendoza, papá del pequeño niño, negó rotundamente los cargos. "Yo no tengo armas y ni siquiera sé cómo se usan", enfatizó.
Reconoció haber ido a la sede de la obra social en Viedma, el sábado por la tarde, a reclamar un aparato que su hijo necesitaba para poder ser dado de alta. Mendoza relató que su hijo sufre una estenosis de esófago. Además, cada noche, mientras duerme, corre serio riesgo a raíz de las reiteradas apneas centrales, que son a nivel mundial la principal causa de muerte súbita en los niños de corta edad.
Con ese cuadro, a mediados de abril, Víctor Mendoza y su esposa Viviana Carolino, llevaron a Facundo al Hospital Garrahan de Buenos Aires, dejando al cuidado de familiares a otros dos chicos de 8 años y de un año y diez meses.
El 10 de mayo regresaron de Buenos Aires en una ambulancia provista por el IPROSS. Al llegar a Azul, Facundo se durmió, por lo que pidieron el oxímetro que desde el Garrahan les habían recomendado. El propio Mendoza hizo los trámites en Capital Federal, averiguó que costaba 1.215 dólares y los pidió a la obra social. Sin embargo, el aparato no estaba en el vehículo y no había forma de controlar los niveles de oxígeno del bebé. Además, había un solo tubo, por lo que fue una suerte que Facundo no requiriera de esa conexión durante todo el viaje, porque probablemente no hubiera alcanzado. Para colmo, la calefacción de la ambulancia había sido anulada por problemas en la circulación de agua.
Cerca de Patagones, el niño sufrió una apnea, que fue resuelta afortunadamente por los padres y el médico presente. El pequeño fue internado en Viedma y a mitad de la semana pasada comenzó con una fuerte diarrea, a raíz de un virus intrahospitalario. Iban más de 40 días en los que la familia estaba disuelta, aunque el bebé estaba en condiciones de ser dado de alta.
Necesitaba un oxímetro con alarma, tal como habían recomendado en el Garrahan. El IPROSS consiguió uno en Córdoba, pero sin la señal sonora, lo que obligaría a los padres a permanecer constantemente con los ojos fijos en el dispositivo, para comprobar si la respiración era normal o no.
La situación hartó a Mendoza que entró en un cuadro de desesperación. Asume haber golpeado una puerta, pero dice que nunca blandió un arma de fuego. La policía viedmense, según se informó, tampoco pudo constatar que hubiera alguna, como denunciaron en la obra social. En el instituto se excusaron diciendo que en el mercado no se consiguen.
Finalmente, los Mendoza volvieron a esta ciudad con un oxímetro con alarma prestado por el hospital Zatti, mientras llega desde Córdoba el adquirido por la obra social. Tal vez ahora, después de meses, el matrimonio Mendoza pueda dormir tranquilo, mientras el oxímetro, conectado a un dedo del bebé, garantiza que todo marche en orden.

Salud: pedirán mayor compromiso al gobierno

INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Ante la difícil situación por la que atraviesa la Salud Pública, médicos generalistas, enfermeros y agentes sanitarios solicitarán al gobierno un mayor compromiso en la toma de decisiones y que se establezcan líneas claras de prioridades ante la emergencia.
El pedido surgió como resultado del trabajo realizado por un centenar de trabajadores de la salud en las Primeras Jornadas de la Asociación de Medicina General de Río Negro que se desarrollaron durante el pasado fin de semana en esta ciudad. El encuentro tuvo como objetivo analizar el trabajo realizado durante los últimos 20 años en el marco de la medicina general y generar propuestas de cara al futuro.
"La medicina general abarca todos los aspectos de la medicina. Por eso, a 20 años de la creación de la primera residencia de medicina general en Bariloche, estamos viendo cuánto hemos contribuido a la salud y cuánto más podemos contribuir", sostuvo el médico generalista Oscar Di Marco, presidente de la Asociación de Medicina General de Río Negro.
En las jornadas médicos, enfermeros y agentes sanitarios, entre otros, trabajaron en talleres abordando temas como violencia familiar, maternidad e infancia y mortalidad infantil. Di Marco añadió que en el contexto de la salud, la persona es mucho más que su cuerpo y su propia enfermedad porque hay un contexto social y económico que lo rodea y en él, la medicina generalista necesita de un equipo para funcionar que incluye al chofer de la ambulancia, mucamas, enfermeros y médicos. "Esta concepción de equipo es muy importante para poder garantizar una buena prestación de la salud y creemos que hay algunos puntos negros que no lo permiten", dijo.
Los participantes coincidieron que la provincia no cuenta con políticas de salud, sino con programas que sin aplicarse en su totalidad se mantienen por la sola voluntad del recurso comprometido con la población.
Por otro lado señalaron que la mayoría de los cargos de los niveles de decisión se encuentran ocupados por políticos partidarios y no capacitados, sin compromiso con la Salud Pública y la inexistencia de una carrera sanitaria que ha llevado a la salud a la actual situación.
Ante este panorama, se elevará un documento al subsecretario de Salud, Alejandro Marenco, pidiéndole que ante la actual crisis y económica y con presupuestos inadecuados, se tomen las decisiones necesarias en las que se establezcan líneas claras de prioridades ante la emergencia. Además se le solicita la generación de ámbitos de discusión de las políticas de salud donde participen todos los sectores y ser considerados en la formulación y elaboración de programas de salud. También revalorizar al agente sanitario, mantener una estructura de los mismos y proveer elementos y equipamiento adecuado a cada región.

Foto: Víctor Mendoza con su hijo Facundo y el oxímetro que les prestó el hospital Zatti de Viedma.