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Martes 21 de mayo de 2002 | |
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Detienen in fraganti a un inspector "coimero" |
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| NEUQUEN (AN).- La Policía detuvo con las manos en la masa a un inspector "coimero" de la dirección de Comercio de Neuquén quien terminaba de recibir 200 pesos en billetes marcados del dueño de un bar de la calle Belgrano. El inspector pasó el fin de semana preso, y se le rescindió el contrato que lo ligaba a la comuna. Su socio en las andadas -del personal de planta de la municipalidad- fue separado del cargo mientras se le sustancia un sumario. Ambos están incriminados en una causa por cohecho que abrió la fiscalía que investiga este tipo de delitos. "Ellos prometían arreglar todo por la módica suma de 200 pesos, pero esta vez los estaban filmando", afirmó una alta fuente de la municipalidad de Neuquén. La investigación comenzó a principios de mayo cuando el dueño del bar "La Humedad" llegó hasta el despacho del intendente Horacio Quiroga a contarle que dos inspectores de la municipalidad le pedían plata para no clausurarle el local. Quiroga habló con su secretario de Gobierno, Marcelo Inaudi, que es abogado, le facilitó asesoría legal al comerciante y se puso en contacto con la agencia fiscal de Delitos contra la Administración Pública, que comanda Pedro Telleriarte. "Cumplimos con lo que nos ordenó el intendente y hoy nos enteramos del procedimiento que realizó la fiscalía. También hoy se le rescindió el contrato a uno de los inspectores y se le inició un sumario al otro", explicó Inaudi a este diario. El viernes a la noche el bar-café "La Humedad", un clásico de zona oeste, se mostraba como cualquier otro fin de semana. Alfredo González, el dueño, estaba detrás de la barra y había un par de parroquianos adentro y tres afuera. Hasta allí llegó un inspector de apellido Zurber en busca del dinero que había acordado para "facilitar trámites". Eran 200 pesos -un billete de 100 y dos de 50- que el comerciante contó ante los ojos de Zurber y ante las cámaras que Telleriarte dispuso dentro de "La Humedad". También había micrófonos y un policía de testigo, vestido de civil, que miraba con el rabillo del ojo. González se encargó de que Zurber hablara todo lo necesario como para autoincriminarse, incluso mencionando a su socio Salinas. Dinero en bolsillo, el inspector salió a la calle pero en la vereda fue interceptado por tres hombres de civil que también era policías. Los billetes tenían controlada la numeración por lo que una vez controlados Zurber fue detenido y trasladado a la comisaría. |
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