Un sofisticado nudo corredizo es la clave de un crimen

Así mataron a un jubilado de YPF que vivía en un barrio neuquino. Los autores revolvieron toda la casa, pero se fueron sin robar nada. Los investigadores creen que manejaban un dato equivocado.

NEUQUEN (AN)- Un jubilado de YPF fue asaltado en su vivienda, golpeado brutalmente y murió asfixiado por un nudo corredizo sofisticado, que unía su cuello y sus manos de tal manera que cualquier movimiento suyo apretaba el lazo en torno de su garganta y le cortaba más la respiración.
Los investigadores creen que los asesinos se equivocaron de víctima o que tenían el dato falso de que guardaba mucho dinero. No se llevaron nada.
Leoncio Martín Rodríguez, de 71 años, fue encontrado muerto por su hija en la vivienda que ocupaban en el barrio Maronese segunda etapa. El crimen habría sido cometido en las primeras horas de la mañana del miércoles, aunque el cuerpo fue hallado alrededor de las 18.30 de ese día.
La casa estaba completamente desordenada, pero no falta ningún elemento de valor. Incluso la víctima tenía en su mano izquierda un grueso anillo-sello de oro, que los asesinos ni se molestaron en quitarle.
El crimen está rodeado de misterio, empezando por la causa de la muerte que desconcierta a los investigadores: "no cualquiera sabe hacer un nudo de esa clase", dijo una de las fuentes consultadas por "Río Negro".
El método es perverso: cuanto más se mueve la víctima, más se asfixia a sí misma.
El nudo, hecho con un cable que estaba en la vivienda, aprisiona el cuello de la víctima y sus manos a la espalda. Fue cortado cuidadosamente, sin deshacerlo, y será estudiado por especialistas.
De acuerdo con lo que se pudo reconstruir hasta ahora, Rodríguez era un jubilado de YPF que trabajó y residió en Cutral Co hasta hace 12 años, cuando se mudó a Neuquén con dos de sus cinco hijos. Viudo, vivía con una hija en una cuidada casa del barrio Maronese.
El día del crimen el hombre se levantó como siempre, a las 5.30 de la mañana, y a las 9 salió a dar una de sus habituales caminatas por consejo médico. Nadie lo vio regresar. Su hija había salido a las 8 rumbo al trabajo.
Se especula que cuando Rodríguez entró de regreso a la vivienda, se metieron con él los asaltantes. Otra posibilidad es que hayan sido conocidos suyos. En las puertas no hay signos de violencia.
De acuerdo con las fuentes, Rodríguez fue golpeado brutalmente con puños, patadas y elementos punzocortantes. Se defendió, pero la superioridad física y numérica de sus agresores lo doblegó.
Los asaltantes no dejaron nada de la casa sin revolver: hasta abrieron los colchones con cuchillos. "Algo buscaban: dinero, o un documento, no lo sabemos. A medida que pasan las horas tendemos a pensar que se equivocaron de persona, o que tenían el dato equivocado", señaló uno de los investigadores.
Rodríguez no guardaba plata ni documentos que pudieran resultar valiosos. En su casa se ven las comodidades habituales al alcance de cualquier familia de clase media. Cobraba una modesta jubilación que además ya se la había gastado casi toda pagando cuentas entre lunes y martes. Su hija es empleada de comercio y tampoco es titular de grandes bienes. Ni siquiera poseen automóvil.
Los asesinos no se llevaron nada. "Ni el televisor, ni la video, nada que habitualmente roban los ladrones", indicaron las fuentes.
En las manos de la víctima había cabellos y rastros de sangre que serán analizados en laboratorio. En algunos sectores de la vivienda quedaron huellas digitales que serían de los asesinos. También se están corroborando algunas llamadas telefónicas de los días previos al asesinato. Y hasta hay una comisión policial investigando el crimen en Cutral Co, aunque no se precisó cuál es la pista que lleva hasta aquella localidad.
En ciertos aspectos, el crimen recuerda al del músico Héctor Cippitelli, ocurrido en febrero pasado.
También en esa ocasión se especuló que los asesinos manejaban el dato equivocado de que la víctima guardaba mucho dinero en su vivienda. Ingresaron, lo golpearon hasta matarlo y se fueron.

Foto: Personal de Criminalística levantó huellas en la vivienda del jubilado. El crimen está rodeado de misterio.