Está muy grave el hombre rescatado de un templo religioso

Los familiares denuncian que estuvo en poder de una secta. Investiga la Justicia; no hay pedidos de captura ni presos.

NEUQUEN (AN)- Un hombre internado en grave estado y el pastor de una iglesia demorado algunas horas son los dos aspectos salientes de una espesa trama en la que se entremezclan creencias religiosas, supuestas prácticas exorcistas, acusaciones cruzadas, "sanaciones" extravagantes y estremecedores denuncias que involucran a menores de edad. La justicia está tratando de echar luz sobre esta madeja pero hasta anoche no había ningún pedido de captura, no se sabe con certeza qué rol jugó cada uno de los muchos involucrados y ni siquiera está claro qué delito se está investigando.
En el centro de esta historia se ubica el matrimonio integrado por Isaac Muñoz (35 años) y Marta Judith González (33). El hombre está internado muy grave en el hospital Castro Rendón, con un cuadro de deshidratación e insuficiencia renal. Ella se presentó ayer en la fiscalía para denunciar la odisea que padecieron durante quince días, supuestamente sometidos por los pastores de una iglesia que querían quitarles algún mal. "Son una banda de traficantes de menores, que extorsionan a la gente y se quedan con sus cosas", aseguraron sus hermanos.
Entre los acusados está Guillermo Cañete, quien tendría 38 años y sería pastor de la iglesia evangélica pentecostal misionera en un templo ubicado en el Alto Godoy. Ayer lo detuvieron en pleno centro: un hermano de Marta González lo encontró por la calle, lo golpeó y llamó a la policía. Sin embargo fuentes judiciales dijeron que no hay ningún cargo en su contra y anoche quedó en libertad.
Según algunos fieles que asisten a esa congregación, no hay nada cierto en la denuncia. El pastor principal, Claudio Zeballos (29 o 30 años), no pudo ser localizado para conocer su versión.
Los que sí hablaron fueron Mario, Armando, Carlos y Guido González, hermanos de Marta, quienes dieron ayer una especie de conferencia de prensa para informar sobre el caso.
Según relataron, su hermana asistía a la iglesia desde hacía dos años aproximadamente. Su marido Isaac la acompañaba ocasionalmente, pero no pertenecía a la congregación.
El drama comenzó hace unos veinte días, cuando por razones que no están claras Isaac Muñoz tuvo una especie de transformación. "Decía que se había entregado a Cristo, estaba como loco, quería pegarle a Marta. Entonces los pastores dijeron que "esto pasa cuando uno se entrega a Cristo" y que había que curarlo con oraciones", relataron los hermanos González.
Añadieron que los pastores Zeballos, Cañete y otros se instalaron en la vivienda del matrimonio, en el barrio Gran Neuquén Sur. "Se hicieron dueños de todo, hasta les prohibieron atender el teléfono o abrir la puerta cuando venía alguien", indicaron.
Muñoz fue recluido en la parte superior del dúplex, aislado de su familia. Los cinco hijos de la pareja, que tienen entre 4 y 15 años, dejaron de ir a la escuela y luego fueron redistribuidos en viviendas de otros miembros de la iglesia.
Al parecer ya entonces dejaron de suministrarle alimentos a Muñoz, o éste se negaba a ingerirlos. A principios de la semana pasada, el hombre y su esposa fueron trasladados a la iglesia ubicada en la calle Talacasto, del barrio Alto Godoy. Allí estuvieron tres días y fueron derivados, siempre por los pastores, a un supuesto templo ubicado en Contralmirante Cordero.

Desaparecidos

Para entonces, los familiares de Isaac y de Marta empezaron a preocuparse porque no tenían noticias de ellos. El sábado pasado a la tarde, Mario González fue a la casa de su hermana y encontró allí al pastor Cañete. "En una camioneta estaba cargando colchones, frazadas y ropas de los chicos", reveló.
Mario increpó duramente al pastor, quien llamó por teléfono supuestamente a Zeballos, su superior en la iglesia, para consultarle qué hacer. Después, le contó: "tu hermana y tu cuñado se entregaron, hicieron un pacto con el diablo. Ahora están en Contralmirante Cordero".
A toda velocidad, Mario viajó a esa localidad rionegrina cercana a Cinco Saltos. Allí se encontró con familiares de Muñoz que estaban buscando a Isaac. Todos juntos llegaron al supuesto templo donde el matrimonio se encontraba recluido.
"Nos atendió el pastor Luis Martel", relató Mario. "Cuando nos confirmó que ahí estaban mi hermana y mi cuñado entramos por la fuerza".
El cuadro que encontraron era siniestro, según lo describió: "Isaac estaba tirado sobre un colchón apoyado sobre cajones, casi muerto. A su alrededor había velas negras y frutas cortadas". Vestía una camiseta blanca con una banda negra.
Marta se encontraba a un costado, como ida, sin entender del todo lo que pasaba. "No estaba en sus cabales", aseguraron los hermanos. Isaac fue trasladado de urgencia al hospital de Cinco Saltos y de allí al Castro Rendón de Neuquén.
Su estado es gravísimo, y la justicia investiga cómo fue que quedó al borde de la muerte. "Algo le hicieron, y probablemente alguien se lo hizo", dijo una fuente judicial. "Es lo que tenemos que descubrir". De paso, descartó que se trate de una secta satánica: "No hay nada de eso", afirmó.
Marta, en tanto, no quería irse del templo de Cordero ni abandonar a los pastores. Al parecer estaba convencida de que sus hermanos querían asesinar a sus hijos de 4, 12, 15 y los mellizos de 11 años, y por eso permitió que los distribuyeran en casas de miembros de la iglesia.
"Sólo cuando los pastores Zeballos y Cañete le dijeron que se fuera con nosotros, ella lo hizo", dijeron los hermanos de Marta.
Recién ayer estuvo en condiciones de presentarse ante la justicia, e hizo una extensa exposición en la fiscalía General.

"Un aceite áspero, como si tuviera tierra"

NEUQUEN (AN)- "Tomaba un aceite pero no era común sino más áspero, como si tuviera tierra", denunció ante la justicia Marta González, la mujer que junto con su marido vivió 15 días al parecer bajo el dominio de un supuesto grupo de pastores.
De acuerdo con sus hermanos, los forenses les dijeron que sufre algún tipo de intoxicación. La están sometiendo a análisis para confirmarlo y descubrir qué la provocó.
Cuando la rescataron, el sábado pasado en Contralmirante Cordero, "vomitaba una sustancia marrón y verde, tenía mareos, no se podía sostener en pie, por momentos ni nos conocía. Estaba como ida, no era ella".
Según la denuncia, también Isaac era obligado a ingerir ese "aceite" y habría sido su único alimento durante días. Si al hombre lo forzaban a tomarlo, a ella le dejaron una botella para que consumiera cada dos horas o cuando se sintiera mal.
Consumir esa sustancia le quitaba la voluntad. "Eso lo aprovechaba el pastor Luis Martel, que estaba en Cordero, para manosearla", denunciaron los hermanos González.
Ahora Marta se encuentra bajo el efecto de un shock emocional fuerte, deprimida y angustiada. El domingo permaneció internada 12 horas en observación en el hospital Heller, bajo asistencia médica y psiquiátrica.
Isaac fue el que llevó la peor parte. Según la denuncia, permaneció varios días maniatado y aislado de su familia primero en su propia vivienda, después en la iglesia y por último en el supuesto templo de Cordero.
No está claro si se negaba a comer, si le prohibían alimentarse, o si su estado de inconsciencia le impedía ingerir comida. El cuadro de salud que presenta actualmente es grave, con riesgo de vida y de secuelas neurológicas. Tiene escasos momentos de lucidez, sufre pesadillas y algún tipo de delirio.
Descubrir cómo llegó a ese estado crítico es el objetivo de la investigación judicial en marcha.

Foto: Armando, Mario, Carlos y Guido González denunciaron la situación que vivió su hermana y su cuñado. Los rescataron a los golpes en Contralmirante Cordero.