La consagración de Ríver fue "monumental"

En una gran producción goleó a Argentinos y consiguió su título número 30. Una multitud acompañó al campeón y festejó largamente la nueva conquista.

BUENOS AIRES (DyN) - La consagración, la que casi todos daban por descontado pero los propios desniveles de Ríver Plate llegaron a poner en duda, se consumó de la mejor manera. Fue un 5-1 lapidario y con algunos momentos de lucidez sobre el pobre Argentinos, invitado no deseado a una fiesta ajena justo el día después de haber perdido la categoría. Y con una multitud que le dio rienda suelta a la alegría por el título número 30 en el historial doméstico.
Ríver lo resolvió en el primer tiempo y se fue al descanso con un 4-1 tranquilizador después del ratito de zozobra que vivió al empezar perdiendo.
Ya en la etapa final, Ríver metió el quinto a través de Cavenaghi, autor de 3 tantos y goleador del torneo, y le bajó la persiana al partido en un acto de complacencia para con su apenado adversario.
La tarde-noche empezó mal para Ríver. Después de perderse tres goles en el arranque, Argentinos dejó atónito al 95 por ciento del abarrotado "Monumental". Carlos Cordone pateó desde fuera del área, Germán Lux dio un rebote inexplicable y Leonardo Pisculichi llegó para empujarla al gol.
Pero los fantasmas se pasearon por Núñez durante apenas 9 minutos. Cavenaghi amortiguó una pelota para la entrada a la carrera de Cambiasso y el "Cuchu" estableció el empate con un remate bajo.
Ríver sólo tenía que concretar todo lo que insinuaba para doblegar a un rival abatido anímicamente por el descenso ya consumado, pero dispuesto a resistir hasta donde le fuera posible.
El campeón volvió a acertar sobre los 33, por lo que simplificó la tarea para el resto del partido. D"Alessandro la movió rápido en un tiro libre, los defensores visitantes se durmieron y el "Chori" Domínguez metió un derechazo inapelable que infló la red del arco defendido por Rodrigo Burela.
A partir de ese momento Argentinos terminó de derrumbarse y Ríver no tuvo más que aplastarlo en el sentido más futbolístico de la palabra. Y hubo espacios para algunos lujos y dos goles más.
Sobre los 38, Cavenaghi empujó a la red un centro de Coudet tras un toqueteo interminable sobre el costado derecho que incluyó oles desde las cuatro tribunas. El cuarto llegó en el minuto final. Domínguez pasó por detrás de D"Alessandro y éste la abrió a la derecha para el "Chori", quien mandó el centro que Cavenaghi sólo tuvo que tocar al gol.
El último gol sobrevino a los 14 minutos del segundo tiempo. Víctor Zapata colocó un pase en profundidad a Domínguez y el "Chori" le sirvió la conquista a Cavenaghi. Entonces el partido dejó de ser tal. Sólo hubo lugar para que le gente de Ríver descargara los sonidos eufóricos del campeonato y las dedicatorias persistentes para Boca, el rival de toda la vida. En la cancha, los jugadores de Ríver se dedicaron a tocar hacia atrás y a lateralizar ante un Argentinos que en todo momento lo esperó en su campo, con la única intención de llegar al final.
Así, la última media hora estuvo de más. Después de tres subcampeonatos consecutivos, Ríver es nuevamente el campeón. Es cierto: no es un gran equipo, pero supo marcar la diferencia ganando los partidos clave y nadie puede quitarle el derecho a estirar el festejo durante varias horas más. (AR y DyN).

Con tres campeones mundiales

Andrés D"Alessandro, Alejandro Domínguez y Germán Lux, tres campeones mundiales sub 20 en Argentina 2001, coincidieron ayer en que cumplieron un sueño al haberse adjudicado con Ríver Plate el Clausura 2002.
D"Alessandro, el jugador "millonario" de mayor proyección, fue uno de los más felices y explicó que su primer logro con el club de Núñez "significa un montón".
El habilidoso volante destacó la "perseverancia y la calidad humana del plantel" como los atributos más importantes que favorecieron la conquista del trigésimo campeonato en la historia del club.
"Ríver tuvo mucha perseverancia para ganar los partidos difíciles, mostró continuidad de buen juego y se apoyó en un grupo que es algo espectacular", opinó el "Cabezón".
D"Alessandro reconoció que "recién" se sintió campeón "cuando terminó el partido con Argentinos".
Por su parte, Domínguez, quien jugó su primer partido oficial en Ríver por un torneo local, admitió: "Esto es inexplicable, no tengo palabras".
"Estoy feliz. Quiero agradecerle a todos: mi familia, mis amigos y los hinchas por este momento que me toca vivir", dijo el ex jugador de Quilmes, quien no había participado antes del Clausura por no haber estado inscripto.
La convocatoria de Ariel Ortega y Claudio Husaín para el seleccionado argentino motivó un permiso especial para que el "Chori" pudiera jugar, justo, el partido de la definición.
Otro elegido, en ese sentido, fue el arquero Germán Lux, quien ocupó la titularidad del arco siempre defendido por Angel Comizzo, favorecido por una suspensión del experimentado futbolista. (AR y Télam).

Aguilar alabó al "Pelado"

El presidente de Ríver Plate, José María Aguilar, consideró ayer que su club fue un "gran campeón" del Clausura 2002 y aseguró que el entrenador Ramón Díaz, consagrado como el más ganador de la historia, "tiene un lugar asegurado en el altar de los hinchas".
En su primer logro como presidente desde su asunción en diciembre pasado, Aguilar derrochó felicidad y elogió a la totalidad del plantel "millonario".
"Creo que Ríver ha sido un gran campeón y gran parte de ello se le debe a Ramón (Díaz), que es el director técnico más ganador y tiene un lugar asegurado en el altar de los hinchas", enfatizó el dirigente, quien se mezcló en el delirante festejo desatado después de la goleada sobre Argentinos Juniors.
Aguilar recordó que el equipo del riojano mostró "mucha solvencia" a lo largo del campeonato y valoró "haber ganado en las canchas más difíciles".
"Ríver fue superior a todos y lo demostró en la cancha de Boca, en la de Gimnasia, ante Rácing...", agregó antes de perder la compostura en el fragor de la felicidad del título.

Foto: Fernando Cavenaghi tuvo su gran tarde en el "Monumental", fue la gran figura del este Ríver campeón.