Miércoles 29 de mayo de 2002

 

Un regreso sin brillo

 

"Todo por dos pesos" no aporta novedades en su cuarta temporada.

 
Con un alto nivel paródico y repitiendo fórmulas y esquemas respecto de años anteriores, el ciclo humorístico "Todo por dos pesos", conducido por Favio Alberti y Diego Capusotto y producido por Ideas del Sur (de Marcelo Tinelli), arrancó la semana pasada su cuarta temporada televisiva y tercera por la pantalla de Canal 7.
El ciclo, que se emitirá todos los martes a las 22, aportó pocas novedades, haciendo evidentes el desgate de depositar toda la carga humorística en la pareja Capusotto-Alberti, quienes no pueden dejar de repetir los gestos que los convirtieron en uno de los dúos más irreverentes y refrescantes de la televisión argentina, aunque a esta altura con poca sorpresa.
Los cómicos que ingresaron a la pantalla chica de la mano de Alfredo Casero -en sus míticos "De la cabeza" y "Cha, cha, cha"- volvieron a estar acompañados por la inefable "troupe bizarra" integrada por Pedemonti, Sushi y Tito Cosa, que aporta uno más de los tantos toques kitsch del envío y que apenas modula alguna frase con sentido.
Alberti y Capusotto eligieron este año suavizar en parte el humor escatológico de envíos anteriores y subrayar su parodia a la televisión.
Así, tuvieron su lugar las imitaciones de Marley -en su lamentable reportaje a Arnold Schwarzenegger, quien esta vez habló del Plan Bono: "bo-no comés", "bo-no laburás"- y pequeñas performances paródicas sobre Daniel Hadad y Ernesto Cherquis Bialo.
Por otra parte, el sketch sobre la situación de Coti Nosiglia -conductora de "Boluda total"- pareció robarle el decorado y la estructura a "Indomables" y los recursos a "Memoria", de Chiche Gelblung.
El envío se estructuró a partir de estos elementos y del recurso que le rinde fuertes dividendos a Marcelo Tinelli en "El show de VideoMatch", de transformar en tono de sorna baladas conocidas a las que se modifica la letra.
Capusotto y Alberti interpretaron tres temas de un grupo de rock-protesta-adolescente llamado "Dúo experiencia" -que remitió tanto a Vivencia como a Pastoral- y Piero Almodóvar que cantó el pronóstico del tiempo bajo el telón de "Mi viejo", el hit del músico que volvió del exilio vestido de blanco.
Los puntos más altos estuvieron en el escrache a la Momia en plena avenida Del Libertador y el sketch "Coto (a esta situación)", que en clave de telenovela tuvo a Capusotto como un carnicero gay acosado por tres mujeres recias.
En una época de crisis, bajos presupuestos y programas que se arman, deciden y salen al aire de un día para otro, la tónica televisiva del 2002 parece ser la repetición de fórmulas, con lo cual las subsiguientes temporadas de ciclos interesantes ven perder todo su encanto en una apuesta a más de lo mismo.
Capusotto y Alberti podrían volver a las fuentes de los ciclos de Casero, donde la diversión era el sello de fábrica y la invención y el riesgo estaban a la orden del día, además de abrir el juego a actores cómicos desconocidos y no a los "ilustres famosos" que sólo exhiben su rareza. (Télam).
   
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