Verani-Mendioroz: sociedad firme
Entre ambos están cocinando un acuerdo para evitar la interna destinada a elegir las nuevas conducciones del partido. Nadie más participa de las negociaciones. La convergencia se alienta desde la necesidad de no profundizar, vía el internismo, el desprestigio que sufren el partido y el gobierno debido a la crisis.
Todo un desafío cuando se computa que la apuesta se da en un escenario político marcado a fuego -entre otros datos- por dos realidades:
Una: devastador desencanto con la dirigencia política.
Dos: el hecho de que ambos integran el gobierno rionegrino, una entidad paralizada ante la crisis fiscal por la que atraviesa la provincia.
Este marco de condicionamientos tiene como referencia inmediata las negociaciones que el gobernador Pablo Verani y su vice Bautista Mendioroz llevan a cabo para elegir las nuevas autoridades de la UCR rionegrina.
Y evitar así una interna que, de cara a la castigada sociedad rionegrina, se proyecte como un acto frívolo que degrade aún más la imagen de la dirigencia política en general y la radical en particular.
Así, el acuerdo se presenta como el mecanismo supremo para lograr el objetivo: flexibilizar posiciones para acordar en todo lo que sea posible.
En otros términos: acordar para el Comité Central del partido y -difícil de lograr- convergencia en lista única para cada una de las 36 conducciones locales en que está organizado el radicalismo en Río Negro.
En medios partidarios se estima que a lo sumo en media docena de esos comités -Bariloche y Cinco Saltos, entre otros- habrá dificultades para pactar.
Pero en estos términos y al menos hasta hoy se está dibujando el futuro esquema de conducción del radicalismo por parte de las dos listas más gravitantes en ese frente: La Roja y Blanca, liderada por Verani, y la Blanca, timoneada por Mendioroz.
Si bien las elecciones internas están convocadas para el 20 de junio, las negociaciones se aceleran para cerrar cuanto antes los acuerdos.
Se sabe también que el trámite es conducido directamente por el gobernador y su vice.
Lo ejecutan con sigilo, casi sin consultas a sus más inmediatos colaboradores. Es más, el propio presidente del partido y senador Luis Falcó no tiene espacio en el tratamiento del tema. A pesar de la lealtad que de años le profesa a Verani y del cargo que desempeña en la orgánica del radicalismo, fue marginado de la negociación.
-Simplemente lo puentearon -dijo una importante fuente del partido.
Del interior del partido surge que existe una única posibilidad de que el acuerdo no se selle: una eventual profundización en el seno de la Legislatura de las diferencias que mantienen veranistas y mendioristas.
Como se sabe, diez legisladores "blancos" integran el Grupo Agenda. Surgido el año anterior y conformado también por los diputados Fernando Chironi, líder de Renovación Radical, y Guillermo Wood y Eduardo Chironi, del Frente Grande, Agenda fracturó la hegemonía que el veranismo imponía en el bloque radical para manejar la Legislatura.
Así, en medios radicales se señala que ante el cariz que toma la crisis fiscal, un eventual retiro de apoyo de los radicales de Agenda a iniciativas del veranismo pondría fin al acuerdo para la conducción del partido. Se destaca sin embargo que difícilmente Mendioroz haya avanzado en las negociaciones sin tener en claro este tipo de situaciones.
Se precisa además que el tratamiento de las diferencias en la Legislatura y su eventual proyección son con toda seguridad un tema de reflexión central en las conversaciones entre el gobernador y su vice.
Por lo demás, el acuerdo no tiene otra acechanza de importancia.
Sólo la crisis, que le pela poder al radicalismo todos los días.
Un proceso que hoy parece complejo de morigerar y detener.
Una dialéctica que no se sabe cuánto poder le dejará al oficialismo.
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