Viernes 15 de marzo de 2002

 

Hallaron una larva de 10 cm en Roca

 

Fue en Barrio Nuevo. Es de un escarabajo inofensivo. Piden no destruirlos ni dañarlos

  ROCA (AR).- La cercanía con la barda hace que la mayoría de los vecinos de los barrios ubicados en el extremo norte de Roca hayan visto alguna vez un insecto o arácnido poco común para el ambiente ciudadano. Sin embargo, la aparición de una larva que mide casi diez centímetros alertó a una familia, que la llevó al municipio y pidió que fumiguen la zona de inmediato.
Esta reacción motivó el reclamo desde el sector ambientalista local, que insistió en la necesidad de preservar las especies y eliminar el espíritu destructivo que se apodera de muchos ante lo desconocido. Ocurre que se trataba de un "bichito" totalmente inofensivo.
El episodio en cuestión ocurrió la semana pasada en Barrio Nuevo, mientras un grupo de personas limpiaba un terreno. Una vez que la larva apareció ante sus ojos lo primero que sintieron algunos fue impresión y más tarde decidieron trasladarlo hasta la Dirección de Medio Ambiente para que lo analicen. Al mismo tiempo hicieron conocer su intención de eliminar cualquier posibilidad de que aparezcan más exponentes de la especie mediante veneno.
Previo a cualquier decisión apresurada, la encargada del área, Nora Medhi, prefirió llevar la larva ante un especialista para determinar de qué tipo de insecto se trataba.
Así fue que Héctor Piacentini confirmó que es un coleóptero de los comúnmente llamados "cascarudos" y no representa ningún riesgo para nadie. "Es de la familia de los cerambícidos. Su nombre científico es Psalidognathus germaini durnfordi. El nombre común es escarabajo corredor, que se ve habitualmente en febrero sobre la meseta patagónica", explicó el especialista.
Piacentini agregó que "el macho adulto tiene alas anaranjadas y es más chico que la hembra, que es más oscura. En estado larval vive varios años bajo tierra alimentándose de raíces de plantas nativas".
Esta especie tiene cuatro estados: el primero es como huevo, el segundo larval, después se achica y se transforma cubriéndose de un exoesqueleto duro para su estado de pupa y luego del invierno sale adulto, se reproduce y muere. Su vida es más larga bajo tierra que sobre la superficie.
"Para mí es todo un hallazgo porque difícilmente se los puede observar sobre la tierra", comentó Piacentini, quien pidió "dejar vivir" a este tipo de insectos. "Las colecciones sólo deben admitirse para estudio científico", señaló el profesional.
   
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