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Martes 5 de marzo de 2002 | |
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Pagar para ver en Florencia y Venecia |
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Impuesto para recoger la basura que dejan los turistas y mantener obras de arte. |
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| ROMA (ANSA) - Las ciudades de Florencia y Venecia, así como el volcán de Stromboli, que se hizo célebre con las imágenes de Ingrid Bergman en la película de Roberto Rosellini, decidieron que se deberá pagar un "impuesto al turismo" para poder acceder a ellos. La decisión fue tomada por las administraciones locales de ambas ciudades y de la isla de Lípari, que administra también la pequeña isla de Strómboli, resueltos a poner fin al turismo fugaz de quienes llegan, miran y se van sin haber consumido ni comprado nada. Venecia se había anticipado un poco a la tendencia, al imponer un billete de ingreso en sus magníficas iglesias, que además de templos religiosos son verdaderos museos con cuadros de Tintoretto, Tiépolo, Veronés, Ticiano o Palma el Viejo. La medida fue muy discutida y obviamente quedaron exceptuados de pagar el tributo los venecianos, los habitantes de la vecina isla de la Giudeca y en algunos casos los de la tierra firme que viven la ciudad de Mestre. Todos los demás se ven obligados a pagar para contemplar los exquisitos frescos del Tintoretto que cubren el cielo raso en la Iglesia del Jesús, aunque sólo sea un gesto espontáneo de espiritualidad. De todas maneras pagarán más los turistas extranjeros que los italianos y abonarán aún menos los estudiantes. Pero entre todos pagarán suficientemente para pagar el costo de las 58 mil toneladas de basura que anualmente dejan los turistas que van a pasar el día a Venecia. Florencia tiene los mismos problemas que Venecia: una ciudad pequeña, con un turismo enorme, un centro-histórico colmado de obras de artes y gastos exorbitantes de manutención para la ciudad y los museos. Las autoridades de Lipari, en cambio, crearon un "impuesto a la escalada" para los intrépidos que se deciden a subir hasta la boca del volcán Strómboli que servirá para mantener limpios los senderos, explicaron las autoridades de la isla. Lípari, que es la capital de las Eolidas, las bellísimas islas frente a las costas sicilianas que todos los años se colman de yates y veleros, decidió también hacer pagar un pequeño tributo a los propietarios de estas embarcaciones, que disminuirá en el caso de que los viajeros duerman alguna noche en los hoteles de las islas. (ANSA). |
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