Martes 19 de marzo de 2002

 

Oleada de inmigrantes pone en emergencia a Italia

 

Más de 1.000 refugiados kurdos llegaron a Sicilia. Pagaron 4.000 dólares para ir en el vetusto barco.

  ROMA (ANSA/EFE) - El arribo a las costas italianas de un vetusto barco con un millar de inmigrantes indocumentados a bordo alertó a las autoridades italianas sobre la gravedad del fenómeno migratorio y la condición de Italia como foco de atracción, llevando al gobierno a disponer el estado de emergencia.
La nave -un carguero mercantil llamado "Mónica", de 75 metros de largo y con bandera de Santo Tomé, si bien la policía sospecha que podría ser falsa y que en realidad procedería de El Líbano- atracó ayer en el puerto de la ciudad siciliana de Catania, en el sur italiano.
A bordo viajaba casi un millar de inmigrantes ilegales, en su mayoría kurdos, entre los cuales 300 niños, dos mujeres embarazadas de ocho meses, y otra joven de 21 años que dio a luz en la nave durante la noche.
"Quiero que mi hija conserve el recuerdo de su venturoso nacimiento en el mar", comentó la mujer, que por este motivo decidió poner el nombre de Marina a la recién nacida.
La pequeña -que a los pocos minutos de ser alumbrada fue trasladada en helicóptero con su madre a Catania- será inscrita en el registro civil de la ciudad siciliana en los próximos días y con toda probabilidad le será concedida la ciudadanía italiana.
"La niña está bien, come regularmente y parece gozar de óptima salud", indicó Rosario Cunsolo, subdirector sanitario del hospital Vittorio Emanuele, donde están internadas la beba y la madre, cuyo marido y otros dos hijos de dos y cuatro años viajaban también en el carguero mercantil.
La llegada de la nave hasta el puerto siciliano resultó azarosa: durante la noche, los tripulantes y varios inmigrantes amenazaron con tirar por la borda a los niños si los agentes de la Guardia de Finanzas que se habían aproximado a la nave trataban de detenerlos.
"Arrojaremos a los niños al mar", gritaron a los agentes que se habían acercado hasta la embarcación, rodeada por cuatro naves de la Guardia de Finanzas.
La nave atracó en el puerto de Catania en medio de un gran silencio, roto al término de las operaciones por un largo aplauso de los clandestinos que iban a bordo.
Al bajar del barco, muchos de los inmigrantes afirmaron ser iraquíes, de etnia kurda, llevar en el barco un semana con comida y bebida escasa, y haber pagado por el viaje 4.000 dólares los adultos y 2.000 dólares los niños.
La Guardia de Finanzas detuvo a tres personas consideradas componentes de la tripulación del mercantil y secuestró la nave.
La gran cantidad de inmigrantes llegados las costas italianas en los últimos días revela el aumento del fenómeno migratorio diez días después de que, también en aguas sicilianas, se hundiera una barcaza con inmigrantes, un accidente en el que murieron doce personas y otras cuarenta desaparecieron.

Las medidas del gobierno

Sicilia y las regiones del sur de Italia, en especial Apulia y Calabria, son objeto de frecuentes intentos de desembarco de inmigrantes extracomunitarios, en un macabro negocio de trata de humanos.
La situación llevó al Ministerio del Interior a anunciar un inminente decreto del estado de emergencia para permitir que los Gobiernos Civiles de varias provincias puedan asumir medidas excepcionales con las que responder al flujo migratorio.
La medida incluirá la construcción de centros de acogida para inmigrantes, pero no evitará su expulsión cuando su situación no se ajuste a la legislación italiana. (EFE)
     
     
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