El PJ de Bariloche saca su preferido para la comuna
La interna se da en un escenario partidario tenso. Están habilitados 5.500 afiliados. La elección es abierta.
La interna peronista, enrarecida en las últimas dos jornadas por amenazas y denuncias cruzadas entre dos de las líneas en pugna, es la única compulsa partidaria que se dará dentro del proceso de recambio institucional parcial abierto en Bariloche, tras la renuncia del ex intendente Atilio Feudal.
De cara a las elecciones generales del 12 de mayo, los demás partidos definieron sus candidatos por consenso, salvo en el caso del radicalismo que -fragmentado por sus pujas intestinas- arribó a una única representación por carencia de postulantes dispuestos a enfrentar la pesada herencia de la última gestión.
Unos 5.500 afiliados están habilitados por el padrón justicialista para elegir a su representante entre Gonzalo Madrazo, apoyado por los principales referentes de la Unidad Básica; el titular de la UOCRA, Víctor Carcar, y el secretario general de Luz y Fuerza, Jorge Lagos.
Pero los tres postulantes guardan una alta expectativa sobre el comportamiento que tendrá el electorado independiente convocado a participar en el marco de una compulsa abierta. En contraposición, la mayoría de los pronósticos estima que el nivel de participación de la ciudadanía independiente será bajo, basados en la marcada apatía social en que se desenvuelve el proceso eleccionario general y la austera -casi pobre- campaña desplegada por los precandidatos.
En los hechos, la interna peronista sólo alcanzó un mayor nivel de notoriedad para el grueso de los sectores medios de la sociedad tras la reaparición de viejas prácticas políticas como fueron las denuncias y amedrentamientos de los últimos días.
El acto eleccionario se extenderá hasta las 18. Las mesas para afiliados estarán dispuestas en la escuela 267 "Las Quintas" (Onelli 1852), mientras que los independientes podrán votar en el CEM 44 (Elordi y 2 de Agosto) y la escuela 328 (Padre Mascardi y Elordi).
Con un peronismo dominado por los sectores sindicales, a nadie escapa que la compulsa de hoy se definirá más por el peso de los respectivos "aparatos" desplegados en los barrios, que por el quilate de las ideas expuestas a la comunidad.
Los tres postulantes cuentan con el apoyo de algún sector sindical y se reparten las simpatías de las viejas estructuras de poder del peronismo rionegrino.
Víctor Carcar tiene el apoyo de los máximos referentes de la UOCRA nacional, del diputado Ovidio Zúñiga y del gobernador cordobés José Manuel de la Sota. También lo acompañan sectores vinculados con el ex intendente César Miguel y sus oponentes denunciaron que cuenta con el respaldo del "veranismo".
Desde la plataforma del sindicato de Luz y Fuerza, Jorge Lagos se plantea como referente y "viejo amigo" del actual presidente provisional de la Nación Eduardo Duhalde, pero además cuenta con el sustento político del ex senador Remo Costanzo.
Gonzalo Madrazo reúne el respaldo de los "pesos pesados" del peronismo local.
Detrás de su figura se encolumnaron el diputado nacional Miguel Pichetto, los legisladores Juan Bolonci y Wálter Cortés -uno de sus primeros impulsores-, la edila Ester Acuña y Osvaldo Nemirovsci.
Madrazo tiene su inserción en las organizaciones gremiales a través de la labor desplegada en la Asociación de Empleados de Comercio que conduce Cortés.
Lázzeri, "un desconocido" dice el comité
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Las acusaciones lanzadas por el legislador Iván Lázzeri contra su par Hugo Castañón y la conducción local del radicalismo dieron lugar a una dura respuesta del comité Bariloche, que lo calificó como "un desconocido" para la ciudadanía que representa.
El cruce de "blancos" y "veranistas" que recalentó la interna radical se produjo luego de que ese partido definiera al candidato "violeta" Guillermo Jáuregui como su único representante en las elecciones municipales del 12 de mayo, ante la carencia de otra alternativa.
La candidatura de Jáuregui -venia de Castañón mediante- fue interpretada por Lázzeri -blanco- como la postulación de "un pequeño candidato de la misma coalición que desde el comité Bariloche se dedicó a golpear a mansalva al gobierno radical de Atilio Feudal".
La respuesta no se hizo esperar. En un comunicado de prensa la conducción en pleno del comité descalificó al legislador, asegurando que es "un desconocido para el 70% de la ciudadanía que representa" y que "estuvo ausente en el mismo proceso que desembocó en la caída de Atilio Feudal".
En el mismo escrito cuestionaron la actitud asumida por Javier Alaniz en su corta carrera de candidato. Alaniz, vinculado con sectores no veranistas de la UCR, desistió a último momento de ser candidato. "Lamentablemente existen actores que, desplazados por su propia incapacidad de lograr consenso, prefieren el verbo fácil y la salida mediática, diciendo "no nos dejaron"," dice el comité.
Referencia
La elección de hoy en el PJ barilochense importa a toda la política provincial.
Importa para medir en cuánto se mantiene el desencanto con la dirigencia política. O sea, es posible que hoy Bariloche se transforme en una especie de botón de muestra de esa extendida y creciente determinación de amplios sectores del país, de no participar en elecciones, una forma de expresar su disgusto para con la dirigencia. Toda una conducta que tuvo su expresión más elocuente en las elecciones parlamentarias y de gobernador de octubre pasado.
Con casi 60.000 electores -el mayor distrito de la provincia en esa materia-, Bariloche puede así hoy transformarse en una referencia para las elecciones generales del 2003.
Por supuesto, una referencia cuya solidez no necesariamente es definitiva.
Pero la prueba se da además en una sociedad que desde la perspectiva electoral tiene una personalidad muy particular.
Porque, a diferencia de otras ciudades de la provincia, en Bariloche hay un inmenso porcentaje de la sociedad que se siente dueño de voto. En sólo honrosas excepciones, ese porcentaje oscila entre el 29 y el 32% del electorado. Gente que incluso ha canalizado su voto a terceras fuerzas, mostrando así una autonomía de criterio muy ajena al común denominador del electorado rionegrino.
Una autonomía que habla de una alentadora capacidad de criterio y selección.
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