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Sábado 16 de marzo de 2002 | |
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Reclamaron por la violencia policial en Viedma |
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| VIEDMA (AV).- Reclamar justicia. Ese fue el objetivo de una concentración de jóvenes que sufrieron lesiones graves en distintos hechos policiales. Los acompañaron familiares y amigos. Batiendo palmas y lanzando petardos, el reducido grupo se concentró frente a Tribunales y entregó una nota al juez Jorge Bustamante, quien investiga la mayoría de las causas por las cuales se reclamó esclarecimiento. Marcos Peiris, el joven que recibió un disparo de arma de fuego en la nuca mientras corría por la playa en el balneario El Cóndor tratando de dejar atrás a cuatro policías que lo perseguían por su presunta participación en un robo, fue uno de los manifestantes junto a familiares. El rostro de Peiris muestra las huellas de las cirugías que se le practicaron tras el balazo que tuvo orificio de salida por el maxilar. Su forma de hablar y la dificultad para caminar denotan el daño provocado por la bala de plomo que atravesó una de las zonas más delicadas del cuerpo. También se movilizó Luis Edgardo Coyla, un joven de 25 años que reside en el barrio 20 de Junio de esta capital. Este muchacho denunció la pérdida de la visión en el ojo izquierdo producto del impacto de una bala de goma que recibió en el marco de los incidentes que se produjeron el 20 de diciembre pasado frente a una de las sucursales del supermercado La Anónima, en un intento de saqueo. En tanto los hermanos de Juan Carlos Quiñihual pidieron el esclarecimiento del hecho en el que su hermano resultó con una lesión grave. El joven de 24 años perdió la visión en uno de sus ojos producto de una bala de goma que fue disparada por un policía hace aproximadamente un mes, tras unos incidentes producidos en la puerta de una confitería céntrica de esta capital. El joven, que según su hermano no participó de la pelea, trató de llegar a su casa ubicada a pocos metros del lugar, pero su discapacidad física no se lo permitió. Cayó y fue alcanzado por una de las balas que uno de los policías disparó. El joven que desde hace años se moviliza con una pierna ortopédica ahora perdió la visión de uno de sus ojos. "Pedimos justicia para que no sucedan más estos hechos violentos por los que muchos jóvenes quedan mutilados", dijo Alejandra Quiñahuan al señalar que la mayoría de ellos "son de los barrios que ya por esta condición están excluidos del sistema. Con estos hechos se les suma una incapacidad permanente y les cuesta mucho más reinsertarse en la sociedad". Pidió a los testigos de este hecho que se animen a declarar y sostuvo que el juez Bustamante tiene el nombre del policía que disparó contra su hermano. |
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