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Angel Comizzo (8): Pilar indiscutido en esta victoria de Ríver. En el primer tiempo tuvo tres tapadas decisivas. Transmitió gran seguridad.
Ariel Garcé (5): Lo más flojo de la defensa de Ríver, especialmente en el primer tiempo.
Celso Ayala (6): Empezó con dudas pero levantó considerablemente el rendimiento desde los 30 minutos del partido. Importante en el trabajo aéreo-defensivo.
Ricardo Rojas (9): La figura de Ríver. Impecable en la marca. Anuló al mellizo Barros Schelotto y cuando Delgado apareció por su sector no prosperó. Fue la rueda de auxilio de la defensa con cortes oportunos a las espaldas de Ayala. Coronó su tarea con una gran definición en el tercer gol.
Eduardo Coudet (5): Arrancó para comerse la cancha y, excepto el gol, su labor se deshilachó con el correr de los minutos.
Cristian Ledesma (5): Importante en la marca pero peleado a la hora de manejar la pelota.
Esteban Cambiasso (7): Muy buena tarea. Además de llegar al gol, en el complemento fue el que distribuyó el juego de Ríver. Se paró como 5 "bis" y fue una muralla.
Víctor Zapata (6): Incansable. Corrió a todos los rivales que fueron por su sector. Se proyectó con coherencia cuando pudo. Siempre es muy cumplidor.
Andrés D"Alessandro (6): Su talento a cuenta gotas. Se puso al servicio del equipo.
Ariel Ortega (7): Fue la usina ofensiva de Ríver. Luchó todas las pelotas, inclusive de la mitad de la cancha hacia su arco. Tuvo destellos de su gran calidad e incomodó a los defensores.
Fernando Cavenaghi (6): Por momentos se encontró demasiado solo en el ataque del equipo de Ramón Díaz. Fue solidario. El palo derecho de Abbondancieri le negó el gol que siempre buscó.
Crosa fue el único que se salvó de toda crítica
Roberto Abbondancieri (5): Sin responsabilidad en los goles, tampoco tuvo demasiado trabajo. Impreciso en los saques.
José María Calvo (6): correcto en la marca. En el primer tiempo fue la salida más clara que tuvo Boca y en la etapa final se lo vio demasiado contenido.
Nicolás Burdisso (4): cometió errores posicionales y se lo vio muy desprolijo con la pelota. Eso facilitó el trabajo de los delanteros millonarios cuando llovían los centros.
Diego Crosa (6): cumplió su parte en defensa y sobre la base de su temperamento intentó empujar al equipo en el segundo tiempo, aunque no tuvo eco.
Clemente Rodríguez (5): mejor como salida ofensiva que en la marca, aunque en su enriedo siempre compromete a claridad de juego al rival. Le faltó final en los últimos metros de la cancha.
Sebastián Battaglia (4): la dinámica de siempre, pero muy impreciso con la pelota. No acompañó bien en ataque, se lo vio lejos de la zona caliente por eso Tabárez decidió reemplazarlo.
Mauricio Serna (4): se excedió en el traslado del balón y cometió un error fundamental al perder la pelota en la zona media previa al segundo gol de Ríver.
Cristian Traverso (5): con entrega y movilidad compensó parcialmente su confusión cuando su equipo pasó al ataque.
Walter Gaitán (3): por momentos pareció que podía ser el armador que Boca necesitaba, pero pesaron más sus equivocaciones, especialmente en zona de definición.
Guillermo Barros Schelotto (4): demasiado obcecado, con tendencia a complicar cada maniobra y sin resolver nunca la continuación debida de las jugadas.
Marcelo Delgado (5): el hombre más peligroso de Boca, aunque le faltó tranquilidad en el momento de la definición.
Christian Giménez (3): no pudo hacer pie en la mitad de la cancha y tampoco le aportó ninguna solución a su equipo.
Ariel Carreño (4): se rescata su voluntad para pelear cada pelota, pero, sumamente enredado, no pudo mejorar las posibilidades ofensivas de Boca.
"Tenemos una gran personalidad"
BUENOS AIRES (Télam).- El arquero Angel David Comizzo afirmó ayer que tras la goleada de su equipo en la "Bombonera" su equipo demostró que tiene "una personalidad enorme", aunque agregó que todavía "no se puede hablar de títulos".
"Por si quedaba alguna duda, demostramos que tenemos una personalidad enorme. Este triunfo es para la gente que aguantó muchos momentos difíciles", comentó una de las principales figuras de Ríver en la "Bombonera".
En relación con su destacada tarea, el arquero sostuvo que "desde el primer minuto" sintió "por adentro el fuego sagrado" y agregó que tuvo "mucha fe desde el arranque del partido".
Sin embargo, Comizzo bajó los decibeles del festejo cuando se le preguntó si Ríver quedaba a un paso del título.
"Lo que tenemos que meternos en la cabeza es que todavía nos quedan trece finales y tenemos que ir a canchas complicadas como las dos de Rosario y a La Plata con Gimnasia", remarcó.
Hasta ayer, Comizzo había jugado once clásicos ante Boca y solamente había ganado en una ocasión. Ayer fue una de las claves para salvar a su arco en varias oportunidades.
A su lado, también estaba muy contento el volante Víctor Zapata dijo sobre la victoria de ayer que "fue muy justa. Creo que fuimos absolutos dominadores del partido. Creo que muy pocas veces pasamos peligro real, en cambio nosotros generamos muchas situaciones de gol".
Sobre si ya se puede decir que están a un paso de lograr el título, comentó: "No aún falta mucho, no debemos adelantarnos". |
