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Domingo 10 de marzo de 2002 | |
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San Lorenzo concretó un triunfo de campanillas |
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Con una goleada a Newell"s se prende en el Clausura |
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| El "Ciclón" se hizo sentir. Pero en Rosario, donde con una conquista (4 a 1) más que meritoria muy importante, frenó la ilusión de Newell"s Old Boys de treparse a la punta del Clausura junto a Ríver, aunque fuese en forma transitoria. Una multitud de rosarinos que creyeron en esa esperanza llenaron el estadio del "Parque Independencia", donde se jugó un partido por la sexta fecha de alto contenido de emoción y muchas oportunidades. Un arranque vertiginoso tuvo el partido y el local se lanzó en forma decidida al ataque. No habían pasado treinta segundos cuando el arco defendido por Saja pasó un gran sofocón, luego de una maniobra que armaron por la derecha y el arquero "santo" adelantó el manotazo en el momento justo cuando la cabeza del veterano Saldaña amenazaba con conectar el balón al gol. Primera estocada que situó a Newell"s decididamente arriba, con mucho despliegue por los costados. Sin embargo y cuando quizá menos se esperaba, San Lorenzo cristalizó su oportunidad en la primera aproximación al área rojinegra. Fue en un centro desde la izquierda que aprovechó Sarría para empalmar de aire y dejar fuera de acción al arquero Luque, cuando iban nueve minutos. Sin dudas que el tanto serenó a la visita y le sirvió para estar al acecho en mitad de cancha, aquietar el ritmo y apretar sobre la salida misma del rival. Newell"s sintió el impacto y lo suyo se limitó en exceso a lo que pudieran hacer Saldaña y el movedizo Martínez. Del otro lado, con la tarea de Franco, Estévez y Sarría en mitad de cancha, más la solvencia de Saja para abortar algunas situaciones de apremio, le bastaron a San Lorenzo para irse con la ventaja al descanso. Iban seis minutos de la segunda etapa cuando el "Ciclón" asestó la segunda estocada, mejor dicho, un auténtico golazo. Robaron la pelota en el medio y entre Sarría, Franco y Pusineri enhebraron una jugada que definió el último de los nombrados "picándola" cuando salía el golero local. Era el 2 a 0. El técnico de los rosarinos, Julio Zamora, apostó más fichas. Lo sacó a Dueña y en su lugar entró Saucedo, quien en la primera intervención ejecutó un "cañonazo" desde 25 metros que por poco "revienta" el travesaño. La presencia del delantero de refresco le dio mayor movilidad y protagonismo al ataque local, que a renglón seguido exigió a Saja para cortar una rápida entrada de Rosales. El descuento rosarino llegó a los 22, cuando en una pelota llovida, Saja no pudo retener y Sacripanti tocó al gol. El cotejo se cargó de emoción. Newell"s atacó por todos lados y San Lorenzo lo imitó. Franco erró una ocasión imposible a los 32 minutos, pero dos más tarde el mismo jugador definió como los dioses para poner el tercero. Y no fue de menos lustre el cuarto, del eterno "Beto" Acosta para decorar un triunfo inolvidable. |
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