Domingo 24 de febrero de 2002

 

Dos futuros reyes ingleses en Nahuel Huapi

 

Por Francisco N. Juárez

  Exactamente a las 17 y 10 del domingo 1 de marzo de 1931 pisaron suelo argentino, junto al hito del paso Pérez Rosales, los herederos del trono de Inglaterra. El buen tiempo cordillerano era un paréntesis entre días ventosos, mientras la canícula torturaba en Buenos Aires con 36º a quienes armaban la Exposición Británica de Palermo (3 porteños murieron por golpe de calor). Fue una visita breve por los pagos de Nahuel Huapi: 48 horas después los príncipes partirían desde Pilcaniyeu en tren especial a San Antonio Oeste. La Argentina, última escala de su gira, constituía el objetivo principal del viaje. Muy planificado pero azaroso, incluyó el Canal de Panamá o la visita a Lima y Cuzco horas antes apenas de un levantamiento militar. Pero el compromiso era inaugurar la porteña exposición británica de Palermo, el 14 de marzo. Ese día tendrían agasajo en el Princes George"s Hall de Sarmiento 1236 y una cena en el predio expositor. Buenos Aires parecía cabecera de playa económica y en Gran Bretaña -apretada por la crisis- su débil gobierno laborista caería en diciembre.
El príncipe de Gales visitó Argentina y Chile ya en 1925. Cinco años después de este segundo viaje de 1931 y a la muerte de su padre Jorge V, sería coronado como Eduardo VIII, rey de Inglaterra sólo por pocos meses. En esta gira se acompañó por su -más jovial- hermano menor, duque de Kent, que le sucedió como Jorge VI a partir de su renuncia para casarse con una dama de inferior linaje. Ninguno, sin embargo, olvidó esta gira de fatigas pero alucinante con sus travesías en barcos, trenes, lanchas, automóviles, aviones y caballos. Eduardo, ya sin corona, pasó a gobernar Bermudas, donde jugó golf el 29 de enero de 1931, casi al principio de la famosa gira que pasó por Nahuel Huapi. El rey Jorge VI no olvidó al lago y las estancias Huemul y El Cóndor durante 21 años de reinado hasta que murió el 6 de febrero de 1952 y dejó el trono a su primogénita, la actual reina Isabel II.

Dificultades y preparativos

El 29 de enero de 1931, mientras los príncipes jugaban golf en las Bermudas antes de reembarcar en el Oropesa de la Pacific Steam Navigation Co. y 15 mil toneladas rumbo a Panamá por el canal y el Pacífico para atracar en el Callao (lo harían el 11 de febrero), el abogado y auditor militar Luis María Campos Urquiza –hijo del general Luis María Campos y de Justa Urquiza, la mimada del vencedor de Caseros- hacía su informe en el Ministerio de Guerra, apenas llegado del Nahuel Huapi. En Bariloche aprovechó, entre otras cosas, para descargar una conferencia de corte nacionalista. Realizó inteligencia regional de lugares que visitarían los príncipes junto con los embajadores de Inglaterra en Argentina y Chile. Este último se accidentó en Río de los Cisnes, cuando volaba hacia Santiago. Campos Urquiza planteó dificultades de caminos y alojamientos, en especial del hospedaje en Puerto Blest.
Hasta allí el principesco viaje no era gran noticia. Es que el mundo jadeaba convulsionado, más allá que el progreso: la televisión –pionera en Inglaterra- ya se ensayaba con éxito en Chicago.
Ese 29 de enero estaba "en capilla" recién capturado en la cárcel de Las Heras el ácrata Severino Di Giovanni, fusilado tres días después a las 5 de la mañana. A los ingleses –y especialmente su virrey en la India- los jaqueaba la resistencia pasiva de Gandhi. La crisis económica mundial hacía estragos y persistían los odios ventilados en la Gran Guerra.

En la vía y sin nafta

Ya el 22 de enero, cuando la célebre bailarina Ana Pavlova moría en La Haya y un ciclón de 113 kilómetros por hora hacía estragos en Buenos Aires, acababa de pasar por Jacobacci rumbo al lago, el diplomático inglés en Buenos Aires: iba a encontrarse con Campos Urquiza. Apuntó problemas en las vías del FC del Estado que se acondicionaban para el viaje de los príncipes a San Antonio Oeste (trabajo supervisado por el gerente regional Francisco N. Eckhardt). A la vez que La Prensa del día siguiente denunciaba la falta de combustible junto al lago. El telegrama de Bariloche decía que "Los surtidores particulares han suspendido la venta de nafta (eran dos de Energina y uno de Wico en plena calle Mitre) y el surtidor fiscal (que estaba junto al garaje de Reinaldo Knapp) hace tiempo que carece de ese artículo imprescindible". No se hizo esperar el lógico reclamo telegráfico a Viedma del comisionado municipal Manuel Gamero Grasso quien requirió al gobernador rionegrino Federico Uriburu interpusiera su reclamo ante "el ministerio respectivo para subsanar dicho inconveniente". El 10 de febrero los corresponsales barilochenses cablegrafiaron que el gobernador de Río Negro se anticiparía el 20 de febrero con su comitiva. Con su familia se instalaría en la estancia El Cóndor de Conrado Molina.
Para el 12 de febrero, cuando los príncipes condecoraban en Lima con la Gran Cruz de la Orden Británica al comandante militar Sánchez Cerro, el interino presidente peruano que soportó dos días después una insurrección en Arequipa, en el muelle de Capraro, frente a Bariloche, atracó el Patagonia. La nave de Ferrocarriles del Estado acababa de acondicionarse y superar las pruebas de navegación. Ese jueves fue visitada por muchos vecinos antes que saliera a su atracadero en Puerto Moreno: sabían que sería la transportadora lacustre de los príncipes. No era la única complacencia del día para ellos: desde Viedma, el jefe de policía Carlos Montaña, suspendía el traslado del oficial Lorenzo Serafini, comisario del pueblo (cedía a los requerimientos del vecindario).

Programa a confirmar

También ese día se conoció en Bariloche el programa de los viajeros, sujeto a cambios en telegráfica comunicación entre cancillerías. Llegarían el 1 de marzo desde Puerto Montt –ciudad que no pisaron- y en automóviles hasta la frontera de Pérez Rosales (se obviaba la información de las travesías lacustres). En Buenos Aires se supo que la estancia Huemul sería su hospedaje por un día (para Eduardo fue por 2). Cruzarían en el Patagonia hasta Bariloche y en automóviles a punta rieles y Pilcaniyeu: dormirían en la estancia (sólo lo hizo Jorge). En San Antonio Oeste aguardarían 9 aviones ingleses Ripons y Fairey decolados del británico portaaviones Eagle, surto en Puerto Belgrano. En dos etapas volarían a Mar del Plata.
En el balneario –ya famoso–, el teniente de fragata Gregorio Portillo se encargó de acondicionar un terreno para el aterrizaje (fue –históricamen– en Camet con ayuda del ingeniero Carlos de la Serna).
El 20 de febrero llegaron los príncipes al norte de Chile y el gobernador rionegrino a Bariloche. Uriburu llegó con el jefe de policía Montaña, el inspector Zimermann, oficiales, 200 vigilantes y la banda de música. Inmediatamente la comitiva se reunió con el cónsul chileno Luis Cubillos y varios vecinos para anuncios como que llegaría el FC al año siguiente (y no se cumplió). El 21 de febrero, cuando los príncipes hacían 18 hoyos en el Santiago Golf Club de Chile y lograban por una complicada comunicación radiotelegráfica hablar con su padre y rey Jorge V, arribaron a Bariloche los enviados especiales de La Nación y La Prensa. El clima de la recepción se caldeaba. Faltaban llegar varios anfitriones importantes y todo se acicalaba. Al día siguiente arribaron los excursionistas del Touring Club Argentino y su secretario general Rómulo Yegro. Tres días después se formó la seccional del Touring barilochense con un nutrido grupo de prestigiosos vocales: los doctores Juan Neumayer y Estaban Lucio de los Santos más los vecinos Benito Vereerbrüghem, Ernesto Schumacher y Aníbal Teisaire. Presidente resultó Juan Ryno Bressler, hermano de aquel cabecilla de la trágica fuga de presidiarios del Neuquén. Se venía un gran acontecimiento y la banda afinaba la marcha real inglesa.

Sociales de esta semana

• Noticias de Ñorquinco publicadas en La Nación el 24 de febrero de 1904 dan cuenta del entusiasmo del gobernador Lezama -del Chubut-, impresionado con el Nahuel Huapí que surcó en el Cóndor hasta Blest. Luego visitó la casa del señor Jones.
• Según La Prensa del 27 de febrero de 1908, el ingeniero Fernando Cerdeña anunció viajar en automóvil a Nahuel Huapí a fin de establecer una línea que uniera Neuquén con Bariloche
• El 25 de febrero del 40 Hans Nobl alcanzó la cumbre del Tronador y se inauguró una imagen de la Virgen en Península San Pedro.
• El sábado 2 de marzo de 1940 la Asociación de ex alumnos de la escuela Nº 16 Francisco P. Moreno realizó su festival en el Cine Central. Tocó piano el profesor ingeniero Raúl C. Rapp. Se destacaron números protagonizados por las niñas A. Ging Ging, Gladys Scandroglio y María Franzgrote, además de los niños Napoleón Beveraggi, M. Ezquerra y Chiche Smirnoff.
• El 2 de marzo de 1944 llegó el periodista norteamericano Lawrence Martin, redactor del Chicago Times y del Busines Wukly, en gira sudamericana con su esposa Sylvia, también periodista.
• En esta semana de 1944 se anunció que la sucursal del Banco Nación funcionaría provisoriamente en otro edificio para permitir la demolición y construcción de su nueva sede. A la vez el ACA entregaba estampillas de racionamiento de nafta para el segundo y tercer trimestre. También el 5 de marzo comenzaba la Primera Exposición Ganadera del Territorio del Río Negro. Jarred Jones expuso un caballo chileno, José García varios bovinos holando argentino de su establecimiento El Chañá y Exequiel Bustillo un bovino de Cumelén, entre muchos otros ejemplares.

   
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