Fiesta de ternura en el río con 72 chicos muy especiales

Bajaron en canoa por el Limay acompañados por sus profesores. El recorrido cubrió desde el balneario Gatica hasta el club Italiano.

NEUQUEN (AN).- Por un rato, ellos fueron los dueños del río, que, inquieto por el viento, se llenó de emociones, risas y ternura, mucha ternura. Ellos son chicos con síndrome de Down, paralíticos cerebrales, ciegos, sordos, o con algún que otro problema que los hace especiales. En realidad no todos son niños, hay grandes que son chicos: Hombres y mujeres que -por siempre- permanecerán en la edad de la inocencia.
Ayer a la mañana todos fueron un equipo de aventura, que recorrió unos 1.500 metros del brazo más manso del río Limay, sobre aguas claras y en medio de sauzales mechudos que adornan la ribera de las islas.
Setenta y dos chicos especiales que participan del centro de actividades físicas municipales (Cafim) bajaron ayer en canoas desde el balneario Gatica hasta el club Italiano, luego de preparase para el evento durante los dos últimos meses. La actividad rompió con todas las expectativas, a tal punto que hubo el doble de chicos que se preveía, por lo que hubo que bajar en dos tandas.
Fueron los que llegaron últimos a destino quienes cosecharon más aplausos, como para dejar en claro que no era una competencia.
"Yo aprendí a remar, para abajo y para arriba, así...pam, pam, pam", explicó Ricardo, de 20 años, un muchacho que sufre síndrome de Down mientras movía los brazos en perfecta sincronía. Ricardo prefiere que le digan "Richi" y sólo "Richi". El chico de cabeza rapada y alma de niño es uno de los más populares del grupo, y no pasa inadvertido.
"Lo que te dan es impresionante, si vos les da uno: ellos te devuelven dos o tres, son todo cariño y afecto", cuenta Daniel Mora, uno de los instructores del grupo. El hombre, de 35 años y once en la dirección de Deportes, no tiene que dar muchas explicaciones más. Enseguida, uno de los chicos que luego bajó por el río lo estrujó con un abrazo tan fuerte como sincero.

La retribución

Mora trabaja con todo tipo de chicos pero está fascinado con el grupo que ayer bajó por el río. "Tenés que estar mucho más atento a lo que hacen pero tenés la ventaja que son mucho, muchísimo más obedientes que el resto", apunta.
El grupo que ayer desafió al río Limay fue seguido por un total de 40 personas perfectamente organizadas. Profesores, guardavidas, personal de Defensa Civil, enfermeros con una ambulancia y remeros entre otras personas, en un operativo que fue coordinado y guiado por la delegación neuquina de Prefectura Naval Argentina.
"Salió bárbaro, todo bien", fue elocuente la profesora Mariela Espina. La mujer, con sonrisa plena, explicó que si bien las actividades son municipales también han recibido a chicos de Cipolletti y de Plottier..
Los chicos tuvieron un preparación óptima. Todos los jueves entrenaron en el club Italiano, donde varios aprendieron a remar. Ayer, las palas quedaron en manos de los "profes" porque el viento sopló más fuerte de lo que se esperaba.
"Hay chicos que aprendieron a remar muy bien y hasta te diría que hay más de uno con verdadero talento ¿Quién te dice que de acá no sale un campeón?, preguntó la profesora Espina.
En rigor, cerca del mediodía, en la imaginaria línea de llegada hubo muchas caras con gestos de podio

"Conseguimos el objetivo de que todos pudieran disfrutar"

NEUQUEN (AN).- "Desde que empezamos hasta ahora hemos perfeccionado todas las actividades, el año pasado hicimos la primera bajada y eran 30 chicos, este año fuimos más del doble", comentó Espina directora del centro Cafim y coordinadora del programa de Verano que llevó adelante la comuna neuquina
La bajada por el río demandó un gran esfuerzo organizativo donde, por sobre todo, se apuntó a garantizar la seguridad del grupo.
"Afortunadamente conseguimos el objetivo de que todos pudieran disfrutar de una misma actividad en un mismo momento", afirmó la directora de la Colonia de Verano que funciona en el centro deportivo Cafim de la municipalidad de esta ciudad.
La tarea del equipo de profesionales se desarrolla durante todo el año, aunque sólo en la temporada estival se realizan actividades en las piletas y en el río. Cada uno de los integrantes del grupo llega con su historia clínica en la mano y a partir de allí se hace una suerte de clasificación donde se determina qué actividades deportivas puede hacer cada uno.
El esfuerzo de profesores y del equipo de colaboradores, más el enorme entusiasmo de los chicos especiales permitió que ayer 72 personas navegaran por el río. "La canoa y el río son la aventura, la actividad se hace con un criterio netamente recreativo aunque hay un obvio trabajo físico", describió el director de Deportes de la municipalidad de Neuquén Jorge Abayian.
Dentro del equipo abocado a la Colonia de Verano hay muchos instructores que trabajan todo el año con chicos discapacitados "por lo que la tarea se facilita", comentó la especialista en actividades recreativas Mariela Espina.

Foto: Todos los chicos "especiales" que participaron de la regata. Los profesores se mostraron encantados con lo afectuosos que son sus alumnos.