Miércoles 13 de febrero de 2002

 

Si hay estrés, que haya amor

 

Disgustos laborales y divorcio son una combinación fatal.

  Los hombres casados pueden sobrellevar mejor el estrés crónico en el trabajo que los divorciados, a quienes las constantes cargas laborales y el divorcio les duplican el riesgo de morir por un problema cardíaco u otro motivo.
A este resultado se llegó a través de un estudio realizado durante siete años con 12.336 hombres, que fue publicado por la Sociedad Americana de Medicina (AHA) en la revista especializada "Archives of Internal Medicine". La investigación ("Multiple Risk Factor Intervention Trial"), que valora el riesgo de salubridad que implican en el ámbito laboral y privado múltiples sobrecargas, fue realizada por Karen Matthews de la Universidad de Pittsburg (Pennsylvania) y Brooks Gump de la Universidad estatal de Nueva York en Oswego.
Por motivos de salud, a los hombres se les recomienda tratar de salvar su matrimonio antes que dejar que se disuelva. "La combinación de un fuerte estrés laboral y una separación o divorcio son indicadores de una muerte temprana", dice el artículo publicado. "Si el lugar de trabajo da muchos disgustos, la continuidad del matrimonio en personas de mediana edad propicia un efecto de protección", agrega.
Matthews y Gump eligieron hombres de mediana edad que estaban sanos al comenzar el estudio y no tenían signos de padecer alguna enfermedad cardíaca, pero que con el correr del tiempo mostraron factores de riesgo para futuros problemas en el sistema cardiocirculatorio.
Nueve años después de concluido el estudio, sus autores hicieron un nuevo balance y encontraron que el stress crónico en el trabajo solo -independientemente de la situación privada- aumentaba en un 25 por ciento el riesgo de una muerte temprana. Por su parte, la separación o el divorcio, sin sobrecargas en el trabajo, elevaba el riesgo a un 37 por ciento. Sin embargo, la situación era peor en aquellos hombres que se enfrentaban al estrés tanto en el ámbito laboral como privado, según explicó Matthews.
"Corrían casi un 100 por ciento más de peligro de morir antes que los hombres casados con menos estrés laboral". De las 1.332 personas que padecían esta combinación de estrés, una de cada dos murió por una enfermedad cardíaca o por trastornos circulatorios. Los conocidos factores de riesgo como el cigarrillo, el alcohol y el colesterol fueron tenidos en cuenta con anterioridad, y por lo tanto no incidían en el resultado de la investigación. Decisivo fue solamente el efecto psicológico, según el estudio. (DPA)
   
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