Débora Dailoff es la reina de Playas Doradas

Diez bellezas le dieron brillo a una fiesta bien deslucida.

PLAYAS DORADAS (Enviado especial)- Desde las 4 de la madrugada de ayer, esta villa turística tiene a una nueva representante. Débora Valeria Dailoff fue coronada a esa hora como la reemplazante de Carolina Marfil en el trono de la Séptima Fiesta Provincial de Playas Doradas.
En el marco de una celebración pobre, con poco brillo, las diez bellas postulantes fueron las encargadas de ponerle la cuota altamente estética a una velada que, en los demás aspectos, se extendió demasiado y cayó en las penumbras de la mediocridad.
Débora recibió el calor del público desde un primer momento, gracias a un figura perfecta, un rostro suave, su mirada profunda y un amplio conocimiento del lugar, faceta clave a la hora de comenzar las tareas de promoción y representación del balneario en los distintos puntos del país.
El viernes la fiesta había comenzado con el pie izquierdo. Un corte de luz a partir de las 22 de ese día obligó a suspender los espectáculos, como también las primeras pasadas de las diez candidatas.
Por ello el sábado a la noche, los números artísticos postergados de la jornada anterior se sumaron a los programados para esa día y la falta de riendas firmes por parte de la organización provocó que la espera se hiciera larga, por momentos penosa y para colmo con un aire bastante fresco que sumó malestar a muchos visitantes embargados por el tedio.
La elección de la nueva soberana se transformó así en casi la única motivación para que los espectadores, en especial los mayores que ya estaban agotados, permanecieran en el anfiteatro, un pozo de tierra mal decorado, en el que se montó un paupérrimo escenario de menos de 20 metros cuadrados.
Por suerte, algunos artistas locales tuvieron un destacable desempeño y la parte final de los festejos con la coronación de la flamante soberana tuvo todo el glamour que una fiesta provincial se merece y que correspondía para las diez chicas.
En ese marco, los conductores de la fiesta anunciaron que la nueva reina era la postulante número cuatro, Débora Dailoff a quien le tocará continuar los pasos de su hermana Michi, reina de las Playas Doradas hace un par de años y luego también reina de la Fiesta Nacional del Golfo Azul.
La esbelta muchacha tiene 17 años, mide 1.67, cursa el quinto año de Pedagogía en el Centro de Educación Media Nº 39 y es una enamorada de las playas de El Salado.
Primera princesa resultó electa la bella rubia, Georgina Estefanía Delfino, de 17 años, también residente en Sierra Grande. Para la delicada serrana morocha de tez blanca, Cecilia Susana Céspedes, quedó el título de Segunda Princesa mientras que Miss Simpatía y Miss Elegancia fueron Angélica Mora y Gisela Erika Cáceres.

¿Vale la pena?

PLAYAS DORADAS (Enviado Especial)- La falta de dinero no es excusa para hacer las cosas mal. Una lona prolija que cubriera los desagradables bloques del fondo del escenario que contrastaban con la belleza de las diez jóvenes candidatas puede conseguirse, sin necesidad de fuertes erogaciones.
Un programa más ordenado para que los músicos suban a actuar tampoco requiere de dinero. Y mucho menos aún la necesaria selección que debe hacerse a la hora de elegir quién canta y cuánto. No con carácter censorio sino con la idea de premiar a aquellos que se esfuerzan por el trabajo artístico en tiempos muy difíciles. Un grupo que tocó antes de la elección de la reina se negaba a quitar sus instrumentos del escenario para dar paso a lo más destacado que tuvo la fiesta, a pesar del expreso pedido del público ya cansado a las tres y media de la mañana. Sus integrantes se vanagloriaban frente al auditorio de llevar solamente doce días de ensayo "así que sepan disculpar algunos errores". Bochornoso para una fiesta provincial.
Cuando hay muchas posibilidades que las cosas salgan mal, muchos piensan que es preferible hacerlas porque peor es no hacer nada. Pero, ¿vale la pena hacer algo para hacerlo así?.

Foto: Cinco turistas de Neuquén, Choele Choel, Bariloche, Allen y Río Gallegos eligieron a Débora como nueva soberana.