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Sábado 9 de febrero de 2002 | |
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Presentaron campaña por la no violencia en Cipolletti |
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Se llevará a cabo en todas las provincias. |
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| CIPOLLETTI (AC).- La agresión, los estados alterados, los gritos violentos están en la calle, en el trabajo, en el fútbol, en la casa. Son una lamentable constante de la vida diaria. "Para que cambie Argentina debe cambiar el hombre, en su corazón, siendo más solidario, más comprensivo", sostiene David Balyeat, líder nacional de la "Campaña contra la no violencia", quien estuvo en Cipolletti difundiendo la prédica de este sector que activa con el apoyo de la Juventud Bautista Argentina. En las instalaciones del Club Cipolletti, a modo de "imán", fueron presentados diversos elementos futbolísticos y camisetas y firmas de jugadores famosos, incluyendo una réplica de la copa mundial. Muchos chicos y jóvenes que desarrollan disciplinas de todo tipo se acercaron para escuchar y llevarse afiches y material didáctico acerca del tema en cuestión. En diversas provincias ya se desarrolla en escuelas y colegios una campaña de este tipo en favor de la no violencia, y muy pronto se desplegará algo similar, con entrega de material didáctico afín, en establecimientos educativos cipoleños, a modo de comienzo para extenderse luego al resto de la provincia. Balyeat visitó "Río Negro" acompañado del integrante del Consejo de Pastores de las Iglesias Evangélicas de la provincia, José Penizzotto, que nuclea, sólo en Cipolletti, a más de 7.000 fieles. "Nadie tiene que esperar que cambie una ley, o una determinada normativa, para que la violencia se termine. Hay que partir de un cambio interno, de actitud, de posicionamiento ante la vida. Ser mejores nosotros mismos y a partir de ello se iniciará un proceso de cambio en la sociedad", dijo Balyeat. "Ha llegado el día que, en Argentina, no se puede vivir más como se ha vivido. Esta es la hora en que "yo" me tengo que jugar por "tu" victoria. En Argentina, por muchos años, "yo" me jugue por mí, no me importó cómo te iba a "vos"", sostuvo. Todo empezó con un grupo de amigos cuyo número no era superior a los dedos de una mano. "Nos cansamos de ver las cosas negativas, la violencia, el desenfreno, la agresión permanente -uno de cuyos exponentes era el fútbol- que decidimos no quedarnos quietos, y actuar". En las canchas ya llevan casi cinco millones de volantes repartidos por voluntarios, al igual que en marchas, manifestaciones, concentraciones. Y los han entregado a sindicalistas, políticos, a las fuerzas de seguridad. Los ha hecho "famosos" -si cabe el término- a nivel país una publicidad donde se ve a dos chicos, uno con la casaca de Boca y otro con la de Ríver, abrazados, y con una leyenda alusiva a la no violencia. "Se trató de mostrar dos polos opuestos. Se podría, en otro plano, haber puesto a un radical y un peronista, diciendo "marchemos juntos, arreglemos juntos el país", por dar un ejemplo distinto", señaló. |
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