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 BUENOS AIRES (ABA).- Luego de una serie de marchas y contramarchas, el gobierno y las petroleras habrían alcanzado un acuerdo crucial: altas fuentes que participaron de las negociaciones entre ambas partes aseguraron ayer que la actividad del sector no sería gravada en ninguna de sus etapas y que, a cambio, las empresas aportarían anualmente hasta el 2005 una cifra cercana a los 350.000.000 de dólares.
Además, se comprometerían a garantizar el nivel de inversiones y de regalías de 2000 y 2001, y a preservar las fuentes de trabajo.
A cambio recibirían un beneficio en absoluto despreciable: un descuento del 30% sobre sus impuestos a las ganancias y el respaldo del gobierno para garantizar el óptimo desarrollo de sus actividades en las regiones petrolíferas. Así lo adelantó ayer uno de los secretarios generales de la Federación de Sindicatos de Gas y Petróleo, José Altamirano; y su información fue confirmada, aunque con ciertos matices, por una alta fuente del gobierno que pidió estricta reserva.
"No se va a aplicar ningún impuesto. Ni a la exportación, ni a la producción. Falta una cuestión de formas para que se anuncie, pero en principio ese es el resultado del trabajo de la comisión", aseguró Altamirano. El sindicalista explicó que el acuerdo que se habría cerrado consiste en que las empresas del sector hicieran su aporte al gobierno bajo la forma de una retribución no contributiva anual, medida que, según lo entienden las compañías, difiere mucho de lo que significa estar gravadas con un impuesto. Sobre todo porque de esta forma no se perjudicaría el valor de sus acciones.
Sin embargo, según aseveró la fuente gubernamental, no se trataría de una "retribución no contributiva" sino de un "impuesto de emergencia" que además ya se encontraba previsto en el engañoso presupuesto 2002 que Economía remitió al Congreso el lunes último. Es que después de tantas idas y vueltas, el gobierno tendría intenciones de presentar el acuerdo alcanzado como un gesto de "justicia" y equidad social, recaudando de aquellos que en los últimos 10 años se beneficiaron con el modelo. "La intención estaba en el presupuesto, aunque no estaba mencionada directamente. Lo que se busca es recaudar entre 350.000.000 y 400.000.000 por año de las petroleras", explicó la fuente. Y clarificó: "Pero había que poner de acuerdo a los empresarios y a los gobernadores de las provincias petroleras en la forma, algo que no era en absoluto sencillo y que recién a partir de las últimas reuniones pudo encaminarse".
La resolución a la que se habría llegado era la alternativa más conveniente para las compañías y surgió de las reuniones que empresarios, miembros de la jefatura de Gabinete y de Economía, enviados de los gobernadores y sindicalistas tuvieron desde el lunes en Hacienda. Los encuentros habían sido convocados por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien dejó a una colaboradora de su confianza -Eleonora Urrutia- en el trato cotidiano para ayer cerrar la reunión. Según informaron, el anuncio oficial sería dado el lunes, luego de que el presidente Eduardo Duhalde reciba a la comisión mixta que trabajó en el tema y bendiga el acuerdo. El encuentro con el presidente será a las 9.30 en Olivos, y están convocados los gobernadores de Neuquén, Santa Cruz y Salta.
En un principio, las intenciones de la administración de Duhalde eran gravar las exportaciones con un impuesto que oscilaría entre el 8 y el 20% sobre el barril de crudo. La negativa de los empresarios fue tajante, y de igual modo se posicionaron los gobernadores, temerosos de que las regalías disminuyeran.
Al día siguiente, el panorama tomó un giro radical: se había acordado gravar la producción con un impuesto del 8%, y las empresas habían aceptado, de mala gana. El propio ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, había asegurado que el gobierno seguía firme en su intención de imponer el impuesto. Pero las negociaciones del último día parecen haber logrado torcer la balanza para los empresarios.
Duro discurso de Sobisch contra el tributo
LAS LAJAS (AZ).-El gobernador Jorge Sobisch le envió ayer una dura advertencia al gobierno nacional al asegurar que "vamos a enfrentar con fuerza a quienes pretendan quitarnos nuestra riqueza".
Sobisch presidió los actos centrales por el 105 aniversario de esta ciudad y criticó con gran dureza a los "tecnócratas que destruyeron el aparato productivo del país y ahora vienen por nuestros recursos".
El mandatario reiteró que "Neuquén no va a quebrar porque estamos dispuestos a luchar para defendernos".
Sobisch dejó en claro ayer que el anunciado impuesto a la explotación hidrocarburífera es una piedra en los zapatos del gobierno que no está dispuesto a tolerar.
"Algunos funcionarios se enteraron ahora de que en Neuquén se generan recursos a través del petróleo y el gas y pretenden destruir esta fuente de desarrollo como antes lo hicieron con la pesca, la industria textil y el resto de la producción" disparó el gobernador desde el palco oficial.
"Estamos hablando de 500 millones de dólares lo cual equivale a la mitad de nuestro presupuesto anual" explicó a la hora de trazar una comparación económica sobre la incidencia del impuesto.
Sobisch instó a "promover una lucha pacífica de todos los neuquinos para defender nuestra producción" y sostuvo que "no tienen derecho de hacernos pagar a nosotros los errores que cometieron los gobernantes nacionales de turno".
A la hora de encontrar alternativas se mostró partidario de "un reparto equitativo y solidario de los efectos de la crisis" y arremetió contra la Nación afirmando que "le vamos a morder el dedo a quienes intenten meternos la mano en el bolsillo".
Sobisch, quien hoy iniciará una recorrida por el norte neuquino donde visitará Chos Malal, Andacollo y Buta Ranquil, se presentó acompañado por el vicegobernador Jorge Sapag, el ministro de Gobierno Jorge Gorosito y numerosos funcionarios provinciales.
Sostuvo que "Neuquén no va a quebrar porque su gobernador trabaja recorriendo palmo a palmo la provincia no como otros políticos que prefieren quedarse sentados tomando whisky".
"Seguiremos pagando"
También recordó que anteriormente debió enfrentar a "las corporaciones políticas" que "hicieron esfuerzos para que nos vaya mal y fracasaron".
Además garantizó que la provincia "seguirá pagando sueldos y manteniendo al día el aporte a escuelas, hospitales y seguridad".
A su turno el intendente municipal, Miguel Patricio Cayol, destacó el perfil de la ciudad e indicó que "estamos en el tren de las concreciones con el invalorable apoyo del gobierno provincial".
En ese contexto enumeró a "los mejoramientos habitacionales, los planes de vivienda, el sistema de emergencia laboral y el centro experimental de fruta fina" como "ejemplos del camino a seguir".
Asimismo, le solicitó al gobierno provincial un nuevo apoyo para poder concretar otros ejes de desarrollo para la localidad y su zona de influencia.
"Es fundamental para la recuperación de la economía"
NEUQUEN (AN).- Desde el lado de la recuperación económica de la Argentina, el impuesto a las exportaciones de crudo y, eventualmente de los derivados del petróleo, resulta "fundamental" como paliativo ante la caída de la recaudación y la necesidad del Estado nacional de contar con divisas. El economista Ernesto Bilder consideró importante evaluar la "magnitud sin precedentes" de la crisis argentina antes de cuestionar el tributo. Dijo que "la posibilidad de contar con una tributación de fuerte respaldo es fundamental, y en ese contexto aplicar el impuesto a las petroleras es necesario porque significa recaudar más y más rápido".
Aunque sería técnicamente recomendable "aumentarles el impuesto a las ganancias", gravar sus exportaciones equivale a contar con dinero proveniente de una actividad "con alta rentabilidad", dijo el economista Guillermo Wood, diputado por el Frente Grande rionegrino. Mientras el gobierno nacional pactó con el sector agropecuario un acuerdo para recibir dólares frescos por las ventas de granos al exterior compensando la deuda por adelantos del impuesto al valor agregado
Bilder, que es docente de la facultad de Economía de la Universidad Nacional del Comahue, dijo que en la Argentina no hay tantos recursos ni posibilidades de obtener dinero. Solamente "hay dos sectores claves para el ingreso de divisas: el sector petrolero y el de la Pampa húmeda". En consecuencia, y en eso coincidió con Wood, el margen para cuestionar el impuesto es estrecho "porque son dólares los que ingresan". Como en un callejón con pocas salidas, Bilder sostuvo que "hay que sacar recursos de la balanza comercial que por ahora resulta positiva por la recesión". Entonces, indicó que hay que preguntarse "quién exporta y quiénes son los primeros beneficiados por la devaluación". A su juicio, "obviamente primero está el país, a pesar de que el gravamen puede afectar a la provincia de Neuquén".
Wood dijo que el gravamen también puede aplicarse a los derivados del petróleo porque desde la convertibilidad y las privatizaciones, el sector hidrocarburífero se mantuvo sin aumentar el stock y las reservas y percibió alta rentabilidad. Esa libertad y "la falta de planificación de la economía nacional resultaron un error".
Calificó de "espantapájaros" las menciones oficiales del gobierno neuquino sobre la posible desinversión de las compañías en sectores de prospección y exploración, porque "tienen balances positivos, una utilidad monstruosa y tasas internas de retorno altísimas, inclusive dentro de la convertibilidad". Son empresas, dijo, de "capital intensivo que trabajan con insumos importados y resulta justo en este proceso apoyar la producción nacional y gravar". Además, es más sencillo recaudar".
Bilder opinó que no es fácil mudar las inversiones "cuando ya está montada la infraestructura para la exploración y perforación. Además este riesgo ya estaba porque están trasladando el país por completo a Brasil. En economía hay que arriesgar". Señaló que "la Argentina vendió todos sus recursos hidrocarburíferos y no le queda otra opción que aplicar el impuesto. Si fuéramos dueños de una empresa estatal como México o Venezuela, otra sería la historia porque tendríamos una fuente de recursos genuinos".
En el caso de Neuquén, Wood dijo que las regalías petroleras se liquidarán a 1,40 pesos, con lo cual son "casi 400 millones de pesos más de ingresos y de liquidez garantizada" por lo tanto los cuestionamientos al impuesto "tienen bases poco sólidas".
Foto: Según las petroleras, la retribución anual acordada en lugar del impuesto les permitiría preservar el valor de sus acciones.
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