Viernes 8 de febrero de 2002

 

Bush promete mantener la presión sobre Arafat

 

El presidente de EE. UU. prometió al gobierno israelí que insistirá en que el líder palestino combata cualquier tipo de violencia terrorista. Sin embargo, no cedió ante las presiones del premier Sharon para aislar diplomáticamente a Arafat.

  Washington (EFE).- El presidente de EE. UU., George Bush, subrayó ayer que mantendrá la presión sobre el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, para que actúe contra el terrorismo, pero no cedió a las peticiones de aislamiento diplomático de su invitado, el primer ministro israelí, Ariel Sharon. "Mis puntos de vista sobre el presidente (de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser) Arafat no pueden ser más claros: Tiene que dar pasos para acabar con el terror", afirmó Bush junto a Sharon al término de su reunión que duró una hora. Bush agregó que Arafat "tiene que hacer un esfuerzo del cien por cien para lograr la paz".
Sharon, poco antes, había tenido duras palabras hacia el presidente palestino, del que dijo que "es un obstáculo a la paz", pero agregó que "Israel está comprometida con la paz. Al final del proceso creo que habrá, que veremos, un estado palestino".
"Arafat ha elegido una estrategia de terror y ha formado una coalición de terror. Por eso creemos que se le debería presionar. Espero que haya una alternativa a su liderazgo en el futuro", insistió Sharon que en más de una ocasión ha calificado al líder palestino de "irrelevante" para las negociaciones de paz.
El presidente de EE. UU., que reiteró el compromiso de su gobierno para mediar en el conflicto entre israelíes y palestinos, dijo había tenido una "amplia" discusión con Sharon y que en ella habían tratado "sobre nuestro mutuo deseo de acabar con el terror". "He asegurado al primer ministro que seguiremos presionando a Arafat para convencerle de que tiene que hacer esfuerzos serios, concretos y reales para reducir la actividad terrorista en Oriente Medio", afirmó Bush.
Agregó que también habían tratado "sobre las formas de ayudar a los palestinos, a los que no están involucrados en el terrorismo" y anunció que su gobierno ha presupuestado 300 millones de dólares a canalizar a través de diversas organizaciones no gubernamentales para "ayudar a los palestinos a tener una vida mejor".
La reunión entre Bush y Sharon en la Casa Blanca ha sido la cuarta de ambos mandatarios desde que hace un año llegaran en ambos casos al poder. Sin embargo, Bush nunca ha recibido ni se ha entrevistado con Arafat.
EE.UU. decidió no ir más allá de la firme presión que está haciendo sentir a Arafat para que luche contra el terrorismo palestino y no cedió a las presiones de Sharon para aislar diplomáticamente al dirigente palestino, confinado en Ramala (Cisjordania) y rodeado por tanques israelíes. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que continuarían los contactos entre las autoridades estadounidenses y palestinas "al mismo nivel que se han desarrollado hasta ahora", a través del secretario de Estado, Colin Powell.

Los palestinos respaldan a su líder, que definió su sucesión

Miles de palestinos volvieron a manifestar ayer en Cisjordania en favor de Yasser Arafat, asegurando que mientras siga con vida será su presidente y máximo representante.
En tanto, el septuagenario e histórico líder palestino habló ayer por primera vez sobre la polémica cuestión de la sucesión. "En caso de que desaparezca por cualquier razón, legalmente existe un vicepresidente que ocuparía mi cargo de presidente de la ANP durante sesenta días, hasta que se convoquen nuevas elecciones", dijo al diario egipcio Al Musawar.
Arafat, desde 1994 presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), se refería al presidente del Consejo Legislativo, Ahmed Qorea, más conocido por su apodo de Abu Alá, mientras que al frente de la OLP le sustituiría el secretario general de esa organización, Mahmud Abas ("Abu Mazen").
La sucesión de Arafat, que sufre una enfermedad nerviosa desde que hace 10 años tuviera un accidente aéreo en Libia, salió a la superficie a raíz de recientes declaraciones de gobernantes israelíes en el sentido de que se debe buscar un "liderazgo palestino alternativo" más pragmático y dispuesto a hacer concesiones. Con sus declaraciones, Arafat puso fin a la lotería de nombres que de tanto en tanto se han barajado, entre ellos los de los dos jefes de la Seguridad Preventiva palestina en Gaza y Cisjordania, Mohamed Dahlán y Jibril Rayub, respectivamente, los dos candidatos preferidos por Israel
Pero a pesar de las "iniciativas" políticas de Israel y de la crítica situación económica y militar en la que viven los palestinos, la población de Cisjordania y Gaza no parece tener dudas de que Arafat es su líder indiscutible, como tampoco lo tienen los dirigentes de oposición dentro de la ANP.
Incluso el líder espiritual del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS), Ahmed Yassin, opuesto a los acuerdos de paz con Israel, respalda a su "único líder".
"Política, psicológica y emocionalmente consideramos a Abu Amar (nombre de guerra de Arafat) nuestro único dirigente y queremos verlo algún día como el presidente de un Estado palestino. Nadie aceptaría a otro mientras él viva", dice Ibrahim Al-Khabaz, comerciante de Gaza de 35 años. En una línea menos sentimental, analistas políticos creen que las dos únicas posibilidades de que Arafat sea sustituido es bien por su muerte o porque el pueblo vote a otro en elecciones.

Dura advertencia de Irán ante un eventual ataque de EE. UU.

Teherán (Télam-SNI).- Irán advirtió ayer a Estados Unidos que si ataca ese país "la respuesta del pueblo será viva y los agresores lamentarían su iniciativa", mientras Israel aseguró que Teherán tendrá una bomba atómica en el año 2005.
El líder espiritual de Irán, el ayatollah Alí Jamenei, afirmó que "el pueblo iraní no comienza jamás una agresión, por voluntad hegemónica", según la televisión iraní.
"Pero si alguien quiere agredir a este pueblo y amenazar sus intereses, la respuesta del pueblo de Irán será viva y los agresores lamentarían su iniciativa", añadió Jamenei, durante un homenaje a la Fuerza Aérea de Irán.
Por otra parte, el diario conservador iraní Jam-e-Jam denunció que Estados Unidos construye una base de espionaje en una ciudad afgana junto a la frontera iraní.
El periódico afirmó que los estadounidenses están edificando esta base en la ciudad afgana de Islam-Ghale, 25 kilómetros al sur de la ciudad fronteriza iraní de Taybad, y señaló que otra base de ese tipo estará lista pronto en Kandahar.
Jamenei dijo que "después de los años de humillación de la época del sha Reza Pahlevi, el pueblo iraní ha conocido el honor al amparo de la República islámica y cualquier potencia que quiera atentar contra el honor y la identidad del pueblo iraní será odiado por el pueblo".
"No sólo es el pueblo iraní que os odia, es el mundo entero, son los pueblos que os odian en tanto régimen opresor, arrogante, que abusan de su fuerza, e hipócritas", afirmó.
El presidente estadounidense, George W. Bush, calificó a Irán, Irak y Corea del Norte como países que forman parte del "eje del mal" y los designó como eventual objetivo de su "guerra contra el terrorismo".
Pero Irán rechazó las acusaciones estadounidenses de "exportar el terrorismo" y de tratar de dotarse de armas de destrucción masiva.

     
     
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