Miércoles 6 de febrero de 2002

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El 14 de setiembre de 2003 habrá elecciones

 

En un claro intento por recrear un escenario de estabilidad democrática hasta que deje el poder, el presidente Duhalde anunció la fecha para que los argentinos designen a su sucesor.

  El presidente Eduardo Duhalde hizo gala ayer de su convencimiento de que cumplirá con el mandato que le otorgó la Asamblea Legislativa para conducir el país, al anunciar la fecha del 14 de setiembre del 2003 para la elección en la que los argentinos designarán su sucesor.
En un intento por mostrar fortaleza política, dejar en claro que piensa quedarse hasta el último día de su mandato, y remarcar que es el presidente de la transición, Duhalde sorprendió al informar, con un año y ocho meses de anticipación, que los primeros comicios presidenciales del siglo XXI serán el segundo domingo de setiembre, más precisamente el 14.
Un anuncio audaz, si se tiene en cuenta que la Argentina está sumida en la imprevisibilidad desde que consumió cuatro presidentes en tiempo ínfimo y hace pocos más de un mes.
Duhalde utilizó ayer su habitual programa por Radio Nacional para comunicar que cuenta con el apoyo de "todo el arco político" para que los comicios se celebren en la fecha anunciada y de esa manera dio por tierra con las aspiraciones de algunos dirigentes políticos, como el también justicialista gobernador Néstor Kirchner, para que se adelante la compulsa electoral.
El primer mandatario informó además que en el marco de la reforma política que anunciará esta semana se establecerá que la campaña electoral durará sólo un mes y se prohibirá a los partidos político a realizar gastos publicitarios en radio y televisión.
En ese sentido, el presidente prometió llevar adelante una reforma política "a fondo" y para tal fin confirmó que hoy se reunirá con los gobernadores para hacer el "repaso final" a la propuesta. "Vamos a llamar a elecciones el segundo domingo de setiembre de 2003" precisó Duhalde antes de resaltar que "esta semana" anunciará "la forma en que se harán" esos comicios en los que los argentinos volverán a votar un presidente luego del fracaso que significó De la Rúa, el último designado a través del sufragio popular.
Por otra parte, Duhalde volvió a llamar al "orden" al reiterar que "en este brusco descenso de Argentina, la estación próxima es la anarquía, que significa caos, que significa que no se respetan los derechos de nadie".
Dijo que él lo va a "evitar" y va a "demostrar que lo de presidente con autoridad no es sinónimo de autoritarismo, pero sí poner las cosas en orden".
Al asegurar que cuenta con el "apoyo de prácticamente todo el arco político", Duhalde sostuvo que "con esa mayoría se pueden hacer las transformaciones que toda la gente espera".
Duhalde afirmó que "en épocas de crisis no hubo presidente en Argentina, que yo recuerde, en los últimos 25 años, que tenga tanto poder concentrado (como él), porque yo soy el presidente de una concertación política, no soy el presidente de un partido", concluyó.

Analizaron la reforma política

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y los ministros de Interior, Rodolfo Gabrielli y de Justicia, Jorge Vanossi, se reunieron ayer con los integrantes de la mesa de diálogo argentino para avanzar en los proyectos de reforma política y judicial que anunciará el viernes el gobierno, tras firmar un "acuerdo federal" con los gobernadores provinciales.
Según confirmó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en una conferencia de prensa tras el encuentro, se terminaron de hilar los detalles del "acuerdo federal" que firmará hoy a las 15 el presidente Duhalde con los mandatarios provinciales para la reforma política.
El jefe de Gabinete confirmó que el convenio, que "deberá ser ratificado por el Congreso nacional y las legislaturas respectivas", aunque no descartó que "la reforma de la Constitución pueda realizarse como una etapa posterior con el consenso del Congreso".
El proyecto contempla "una disminución de los miembros del Congreso y las legislaturas provinciales, modificaciones al sistema electoral", con "el desbloqueo de la lista sábana y la incorporación de candidatos independientes"

Los obispos apuran una "salida elegante"

Buenos Aires (ABA).- Una "salida elegante" de la Mesa del Diálogo Argentino, intentaría el próximo viernes el Episcopado.
Las razones de fondo principales son dos, según dejó trascender el obispo Jorge Casaretto: el interés sectorial sigue primando sobre el interés común; y la Iglesia ya habría obtenido 12 millones de pesos, al regularizarse las deudas que el Estado mantenía con las instituciones religiosas.
Los prelados, que se han venido quejando por distintas vías de la falta de "renunciamientos" de la clase dirigente - "a la hora de pagar los costos de la crisis, todos se hacen los distraídos", confió una fuente calificada a esta agencia -, esperan ponerle un moño a su misión esta semana, en un acto público en presencia del presidente Eduardo Duhalde.
Los obispos le pidieron al jefe de Estado la realización de un acto formal para poner en funcionamiento comisiones en distintos rubros.
"Nosotros ya hicimos todo lo posible para acercar a las partes, hemos cumplido nuestra tarea y debemos regresar a la misión pastoral", es la argumentación que esgrime Casaretto.
En rigor, el Episcopado no quiere seguir tan expuesto ante la opinión pública en medio de un clima de protestas que todos los días tiene expresiones dramáticas.
Además, la regularización de las deudas que el Estado mantenía con las instituciones eclesiásticas, de acuerdo con los compromisos presupuestarios, tranquilizaron a los obispos que participan en la concertación nacional convocada junto con los funcionarios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Ayer, los ministros del gobierno fueron recibidos por el representante de la ONU, Carmelo Angulo Barturén y los obispos Jorge Casaretto y Juan Carlos Maccarone. El tema central de análisis fueron las reformas política y judicial.

"Chiche" Duhalde tiene la mejor imagen

Hilda "Chiche" Duhalde tiene la mejor imagen en la opinión pública entre los políticos, seguida por Elisa Carrió, en tanto el presidente Eduardo Duhalde, registra un aumento del 13% en la tendencia positiva, señaló ayer el encuestador Ricardo Rouvier.
La primera dama "está liderando la imagen positiva de los políticos con el 46%", seguida por la diputada Elisa Carrió con el 41%, y por el propio presidente con el 32.6%, según los estudios que realizó Rouvier en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, durante enero, sobre un número de casos no precisado.
Tanto la imagen del Presidente como la opinión positiva sobre su gestión crecieron, dijo el analista político, y señaló que el incremento alcanza los 13 puntos en comparación con el 23% de respaldo que tenía Duhalde en diciembre pasado.
Con respecto a la gestión del jefe de Estado, los primeros días su imagen fue "muy baja", afirmó Rouvier en declaraciones radiales, pero hoy está emparejada su imagen positiva (un 27, 28%) y su imagen negativa (26, 27%), dijo.
El encuestador advirtió que los guarismos se dan en un "escenario de una fuerte crisis, donde todos los valores son más bajos, comparados con cualquier otro anterior, porque indudablemente la crisis es muy profunda, la dirigencia está muy desprestigiada y hay poca credibilidad".
Si bien existe una "apuesta" social sobre Duhalde, prosiguió Rouvier, no lo es por su "currículum", sino porque "es el Presidente que hoy gobierna" y "la necesidad, la urgencia y la emergencia de la crisis hacen que la población este hoy mirando al Presidente, con la expectativa de que sea el que solucione los problemas".
"Hoy la urgencia está por encima de la legitimidad", sintetizó Rouvier.
Por su parte, Chiche Duhalde "aparece como una persona de racionalidad, en momentos de crisis de racionalidad en la Argentina", prosiguió el analista, y "su costado social" logra adeptos.
Consultado en su carácter de analista político sobre el devenir del "choque" entre los órganos estatales, Rouvier respondió que "la crisis institucional con la Corte no tiene retorno" y que "corresponde al fin de un ciclo". Cuando asumió el gobierno de Fernando de la Rúa, recordó, poco más del "50% consideraba que debía(n) renunciar" los miembros del tribunal supremo. (DYN)

     
     
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