Martes 26 de febrero de 2002
 

Washington cambiará de rumbo en Colombia

 

Por Andrés Oppenheimer

  P repárense para un aumento del involucramiento militar norteamericano en Colombia tras la decisión del presidente Andrés Pastrana de recuperar los territorios que había cedido un tanto ingenuamente a la guerrilla hace tres años en un gesto para iniciar las negociaciones de paz.
Aunque los funcionarios norteamericanos dicen que no hay ninguna posibilidad de enviar tropas de Estados Unidos a combatir en Colombia, el gobierno de George W. Bush probablemente emitirá una "directiva de seguridad nacional" que permitirá el apoyo logístico y el entrenamiento antiguerrillero a las tropas colombianas.
Hasta ahora, el gobierno de Bush había seguido la política de su antecesor, Bill Clinton, de apoyar las conversaciones de paz de Pastrana con los 17.500 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de limitar la ayuda norteamericana a las operaciones antinarcóticos.
Actualmente, hay unos 250 militares y 150 civiles norteamericanos ayudando al ejército colombiano a combatir el narcotráfico en Colombia. Bajo las reglas actuales, impuestas por el Congreso de Washington, ni el entrenamiento ni las armas de Estados Unidos pueden ser utilizados en la lucha contra los insurgentes.
Pero hay diez motivos para pensar que esto podría cambiar muy pronto.
• Uno: Por primera vez, Pastrana ha pedido a Washington permiso para usar equipamiento militar norteamericano para luchar contra los rebeldes. "Hemos pedido usar helicópteros para ayudar a nuestros soldados a combatir el narcoterrorismo y no lo permiten. Eso lo hace muy difícil"", dijo Pastrana la semana pasada durante una entrevista a CNN en Español.
• Dos: El gobierno colombiano calificó la semana pasada oficialmente por primera vez a las FARC como una organización terrorista, abandonando su anterior calificativo de fuerza "insurgente"" que luchaba por el cambio social. Esto va a fortalecer a quienes desde Washington apoyan el envío de ayuda militar antiinsurgente a Colombia.
• Tres: Un 70% de los colombianos apoyan la ayuda militar norteamericana para luchar contra la guerrilla, según un sondeo del diario El Tiempo en el 2000. En parte por sus constantes secuestros y asesinatos de civiles, los guerrilleros colombianos tienen una imagen negativa entre el 96% de los colombianos, según las encuestas.
• Cuatro: El candidato presidencial de derecha Alvaro Uribe Vélez está encabezando los sondeos para las elecciones presidenciales del 26 de mayo. Si gana, una de las primeras cosas que hará será montar una campaña de relaciones públicas para pedir a Washington y a Europa un plan de ayuda militar contra el terrorismo en su país.
• Cinco: Tras los ataques terroristas del 11 de setiembre del 2001, la guerra antiterrorista se ha convertido en la principal prioridad de la política exterior norteamericana. "Las FARC son vistas ahora en un contexto internacional muy diferente, que no les favorece en nada", dice Gabriel Marcella, profesor del Instituto de Guerra del Ejército de Estados Unidos, en Carlisle, Pennsylvania.
• Seis: En el actual clima político en Washington, ningún partido político querrá ser acusado de ser "blando"" con los terroristas colombianos, especialmente en los meses anteriores a las elecciones legislativas norteamericanas de noviembre de este año.
• Siete: El gobierno de Bush ya ha dado las primeras señales de querer apoyar al ejército colombiano en su lucha antiguerrillera, pidiendo al Congreso $98 millones del presupuesto del 2003 para ayudar a las tropas colombianas con entrenamiento y equipo a proteger las 480 millas del oleoducto que va desde Arauca hasta el Caribe.
El viernes, el Departamento de Estado anunció que la administración incrementará su colaboración de inteligencia con el gobierno colombiano, lo que incluirá información sobre las tropas rebeldes.
• Ocho: La actual política norteamericana basada en la ayuda antinarcóticos no ha logrado su objetivo de reducir dramáticamente la producción de cocaína en Colombia, como lo ha hecho en Bolivia y Perú. Esto será munición adicional para quienes proponen cambiar radicalmente la actual política de Estados Unidos hacia Colombia.
• Nueve: Algunos funcionarios norteamericanos están evaluando seguir una "estrategia filipina" en Colombia. Alrededor de 600 tropas norteamericanas están entrenando y dando asesoramiento en el campo de batalla a las fuerzas del gobierno filipino en la guerra contra el grupo terrorista Abu Sayyaf, en el sur de ese país.
Si el gobierno de Bush envía tropas al otro lado del mundo para ayudar a Filipinas a luchar contra el terrorismo, bien podría hacer lo mismo para ayudar a un país vecino del hemisferio, argumentan los que apoyan esta estrategia.
• Diez: Un creciente número de expertos norteamericanos, incluyendo el ex director de Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado, Peter Romero, ha salido en días recientes a apoyar públicamente la ayuda antiterrorista a Colombia.
"Deberíamos hacer un ofrecimiento a los colombianos para ampliar nuestra ayuda"", me dijo Romero en una entrevista telefónica. "Si condicionamos la ayuda a que Colombia haga más por combatir a los grupos paramilitares (de derecha), va a ser más fácil conseguir el apoyo para ello en Washington"".
Mi conclusión: Aunque el gobierno de Bush no enviará tropas a combatir a Colombia, es muy probable que pronto pedirá al Congreso que cambie las reglas de juego y permita la ayuda antiguerrillera a Colombia. La única pregunta es por cuánto y cuán pronto lo hará.
(Los Angeles Times Syndicate International)
     
     
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