Martes 26 de febrero de 2002

 

Detuvieron al distribuidor de los vinos "Soy Cuyano" y "Mansero"

 

La bebida era "estirada" y causó 26 muertes por envenenamiento. El detenido estaba prófugo desde 1996

  BUENOS AIRES (Télam).- El distribuidor bonaerense de los vinos "Soy Cuyano" y "Mansero", cuya ingestión causó la muerte de 26 personas en 1993, fue detenido ayer en el barrio porteño de Once, tras permanecer prófugo de la Justicia desde 1996, cuando se conoció la condena contra los dueños de la bodega, informó la policía.
Personal de Seguridad Pública de la Policía Federal logró ubicar ayer a la mañana al hombre, de 50 años, cuya identidad no fue proporcionada, cuando fue a visitar a un familiar internado en una clínica del centro porteño.
El comerciante tenía tres pedidos de captura de juzgados federales de la Capital Federal y otro del mismo fuero en San Juan por la muerte de 26 personas ocurridas en febrero de 1993.
El detenido se mantenía prófugo desde 1996, cuando los otros responsables del envenenamiento de los vinos producidos en la bodega sanjuanina Nietos de Gonzalo Torraga, fueron condenados por la Justicia.
El prófugo cambiaba permanentemente de domicilio y dejó de frecuentar los lugares a los que habitualmente concurría, explicaron los investigadores.
Sin embargo, la paciente pesquisa de los detectives de Investigaciones de la Federal le iba siguiendo los pasos.
De acuerdo al relato de los voceros, el hombre ahora preso era el encargado de conseguir los productos para "estirar" los vinos, fundamentalmente alcohol metílico, que a la postre fue el veneno que causó 26 muertes en el Gran Buenos Aires, interior de la provincia, Santa Fe y Entre Ríos.
El ex distribuidor está acusado de infringir el artículo 200 del Código Penal. Este apartado reprime con reclusión o prisión al que "envanenare o adulterare, de un modo peligroso para la salud, aguas potables o sustancias alimenticias o medicinales, destinadas al uso público o al consumo de una colectividad de personas".
El mismo artículo determina que "si el hecho fuere seguido de la muerte de alguna persona, la pena será de 10 a 25 años de reclusión o prisión".
El 11 de junio de 1996, el bodeguero Mario Arnoldo Torraga, de 55 años, fue condenado a 15 años de prisión por un tribunal oral de San Juan. En la misma fecha, su hijo Guillermo de 30 años fue sentenciado a seis años y medio de prisión por la misma causa, en grado de "partícipe secundario", lo mismo que el gerente de la bodega, Horacio Barbero y el capataz de la empresa, Pedro Tobarez. Ese tribunal también condenó al enólogo de Nietos de Gonzalo Torraga, Armando Ribes, a 10 años de cárcel como "partícipe necesario".
   
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