Sábado 9 de febrero de 2002

 

Lo mataron y le borraron las huellas dactilares

 

El cuerpo de un presunto ladrón fue hallado con sus manos cortadas y tiradas a pocos metros. Le borraron las huellas dactilares con una piedra. Habría sido justicia por mano propia.

  BUENOS AIRES (Télam).- Las huellas dactilares de un cadáver que, se sospecha, pertenecería a un ladrón que habría sido asesinado por comerciantes asaltados en Tortuguitas, fueron borradas con una piedra, informaron fuentes judiciales, que ordenaron pruebas científicas para recuperar esos datos esenciales para la identificación de la víctima.
Los investigadores sospechan que el cuerpo pertenece a Juan Marcelo Bórdon, de 20 años, denunciado como desaparecido tras cometer un robo el 26 de enero pasado y presumen que el joven habría sido víctima de un acto de justicia por mano propia por parte de los dueños de un comercio de Tortuguitas.
Por eso, la justicia ordenó las capturas del comerciante José López y de su hermano, Pablo Daniel López, un ex buzo táctico de Prefectura, por su presunta participación en el secuestro y asesinato de Bordón.
El cadáver, con ambas manos amputadas, fue encontrado en un descampado del partido de Pilar. Estaba en avanzado estado de descomposición, enterrado y tapado con cal.
Una de las manos seccionada fue hallada a pocos metros del cuerpo y luego remitida a la Policía Científica bonaerense para someterla a peritajes. Una alta fuente judicial reveló que los asesinos "borraron las huellas digitales de esa mano, al parecer, con una piedra".

No se regeneró

"Como esos datos fueron borrados después de muerto el chico, no hubo funcionamiento celular y, por eso, las huellas no se regeneraron", advirtió la fuente, que explicó que ahora la mano será sometida a "pruebas de necropapiloscopía", con las que se nutren los tejidos con glicerina, se sacan moldes de huellas y se confeccionan fichas dactilares.
Además de la búsqueda de la identidad, para los detectives resulta "fundamental" descubrir la escena del crimen.
Otra de las prioridades de los pesquisas apunta a los peritajes denominados "cronopanatodiagnósticos", que consisten en estudios realizados al medio ambiente en el que fue hallado el cuerpo para establecer "una fecha aproximada de muerte".
Peritos forenses analizaban también la dentadura del cadáver pero los investigadores advirtieron que, si el muerto jamás se sometió a un tratamiento odontológico, "poco será el aporte de los análisis que se hagan a las piezas".
Un detective comentó que, "al sustraer la identidad de la víctima, los asesinos buscaron ocultar la propia y ampliar sus coartadas, algo que también se logra con el paso del tiempo".
Desde la denuncia de la desaparición de Bordón, radicada por sus familiares adoptivos el 26 de enero, hasta el miércoles pasado, la causa judicial estuvo caratulada como privación ilegítima de la libertad.
Pero anteayer, con el cadáver en la morgue, los fiscales a cargo del caso resolvieron recaratularla como "privación ilegítima de la libertad agravada seguida de muerte".
   
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