Miércoles 20 de febrero de 2002

 

El gobierno no consigue frenar aumento en las naftas

 

No hay acuerdo para mantener los precios de los combustibles. Ayer hubo intensas reuniones entre funcionarios del gobierno y representantes de las empresas petroleras. Los ejecutivos aducen que con una devaluación del 100% y un aumento de costos importante, es difícil sostener los actuales niveles de precios. Shell y Esso ya incrementaron sus valores de venta.

  Pese a la amenaza del presidente según la cual el gobierno "no tolerará aumento en los combustibles", ayer la administración Duhalde no logró dar marcha atrás con los aumentos que aplicaron las petroleras a los combustibles, aunque habría logrado consenso para reemplazar las retenciones a las exportaciones de crudo por un gravamen a la extracción de petróleo a boca de pozo.
Este fue el resultado de dos reuniones que mantuvo en flamante secretario de Energía, Alieto Guadagni y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, con directivos de empresas del sector y representantes de las estaciones de servicio.
Uno de los empresarios que participó del encuentro de los popes de las compañías productoras de crudo con el jefe de Gabinete reveló que "el gobierno intentó controlar los precios, pero con una devaluación del cien por ciento y con una retención del 20 por ciento a las exportaciones hay necesidad de trasladar esto a precios".
En los encuentros participaron por Repsol-YPF, Ramón Blanco y Remon Gil; por Panamerican, Adrián Pérez y por Perez Companc, Oscar Vicente.
Si bien las negociaciones continúan y podrían cambiar de un momento a otro, el acuerdo que intenta cerrar el Poder Ejecutivo con las petroleras apunta a que todos los surtidores mantengan sin cambios los precios con las últimas alzas ya anotadas por Shell y Esso, por lo menos hasta fin de mes.
A cambio, el gobierno dio el guiño para no obstruir un proyecto de ley que se presentará en los próximos días en la Cámara de Diputados, que eliminaría las retenciones del 20 % que se habían fijado para las exportaciones de crudo e impondría un impuesto del 8 % sobre la producción en boca de pozo.
Ambas decisiones fueron confirmadas por voceros del gobierno y de las empresas.
Las empresas se sentaron a negociar con ambos funcionarios con aumentos de entre el 3 y el 6% vigentes desde el lunes, algo que fue leído por muchos como un abierto desafío a la advertencia "no permitir" aumentos que lanzó Duhalde.
Por otra parte, asociaciones de consumidores fustigaron ayer el aumento "unilateral" del precio de la nafta por parte de la empresa Shell, en tanto coincidieron que la recesión que sufre el país "desde hace 48 meses" y la reducción del poder adquisitivo de han minimizado por el momento la incidencia de la inflación.
Ana María Luro, titular de la Asociación del Consumidor , aseguró que "la nafta indudablemente va a reflejar el cambio de precio, pero lo que está salvando el aumento grave de los precios (de la canasta familiar) es el hecho de la recesión". (DyN)

Repsol YPF no definió suba

La empresa española Repsol YPF, líder del sector de hidrocarburos en Argentina, mantiene "un compás de espera" en relación a los precios de los combustibles, tras el aumento decidido por Shell, dijeron a EFE fuentes del grupo.
"No hay una decisión tomada al respecto. Estamos en un compás de espera hasta nuevas definiciones del gobierno", se limitó a señalar un portavoz de Repsol YPF.
Sin embargo, en privado, la compañía alega que su rentabilidad se ha visto perjudicada por la devaluación del peso, cuya cotización dejó de estar a la par con el dólar el pasado 6 de enero y hoy es fijada en un mercado libre, y temen también las consecuencias del impuesto a las exportaciones de petróleo y derivados que entrará en vigor en marzo.
Las autoridades argentinas han manifestado su temor de que un aumento generalizado en el precio de los combustibles genere una escalada inflacionaria que profundice, aún más, la recesión en que está inmerso el país desde mediados de 1998.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reiteró que el Gobierno pretende que las empresas petroleras no incrementen el valor de los combustibles, a pesar de que algunas firmas ya establecieron subas en sus valores.
Capitanich sostuvo en conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, al referirse a los aumentos que produjo la empresa Shell que "vamos a evaluar la situación en forma conjunta, pero pretendemos que no haya traslados a los precios".(EFE)

"No desafiamos a nadie", se defiende Shell

El vicepresidente de la petrolera Shell, Juan José Aranguren, consideró ayer que no desafió la decisión del gobierno de impedir aumentos en los precios de las naftas, al sostener que el presidente Eduardo Duhalde sólo dijo que no se admitirían subas como las que mencionaba la prensa, de alrededor de un 30 %, aunque admitió que los nuevos valores podrán modificarse "de acuerdo a la evolución de la demanda".
Consultado sobre si podría volver a bajar sus precios en caso de que las otras petroleras mantengan sus actuales valores y la gente no cargue nafta en Shell, Aranguren respondió que entonces "habría que repensar lo que se ha hecho y si fuera necesario, ajustar nuestros precios a lo que indique el mercado".
Aranguren insistió además en reclamar al gobierno la eliminación de impuestos que pagan las petroleras, como la tasa hídrica y la vial sobre el gasoil, y advirtió, ante las quejas de los usuarios, que la gente "debería ver hacia dónde va el precio que paga por cada litro de combustible que consume", ya que el "62 %" de ese valor corresponde a impuestos. El empresario, que además es titular de la Cámara de Empresas del Petróleo y del Gas en la Argentina, justificó el alza en los precios de sus naftas de entre 3,4 y 4,9 % en la necesidad de "cuidar que una empresa como Shell continúe invirtiendo en el país, porque en una economía globalizada, el accionista elige dónde puede lograr rentabilidad".
Afirmó que "por ahora" no planean aumentar el precio del gasoil, y negó rotundamente que haya habido despidos en la empresa, al afirmar que "a menos que cambien las circunstancias en forma muy importante, no pensamos hacerlo".
"No aumentó pero no puedo decir si va a aumentar, dependerá de los acuerdos".

El dólar cerró a 2,15 pesos

En otra jornada signada por la iliquidez y compras puntuales por parte de los importadores, la paridad cambiaria peso/dólar cerró ayer a 2,15 pesos y este incremento se tradujo -como es ya costumbre- en un nueva alza de las acciones.
Así, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ganó 1,27% y los bonos 0,74%. Al tiempo que el riesgo país retrocedió hasta 3.991 puntos básicos y las tasas interbancarias acusaron un leve retroceso.
Por la mañana, la plaza cambiaria se mostró muy tomadora. La presionaron la falta de billetes, compras puntuales por parte de los importadores y un sinfín de rumores. Por ello, las primeras operaciones se realizaron a 2,08/2,11 por unidad. "Faltan billetes. Los exportadores venden con cuentagotas; mientras la mayoría de los importadores no quieren pagar", afirmó un cambista.
"En el fondo, todos están esperando que el (Banco) Central salga a vender para bajar la cotización de los dos pesos. A pesar de todo, el sector acusa firmeza ", acotó.
Asimismo, el feriado de la víspera en Estados Unidos no ayudó. Por este motivo no hubo embarque ayer. Este escenario se ahonda pues los exportadores no están vendiendo. Ellos esperan la estabilización del sector.
"Como es ya costumbre, la Bolsa siguió al dólar. De esa forma registró una nueva suba", reconoció Alejandro Loizaga, fund manager del Lloyds Bank. "Otro tema que influyó fue el tributo a los hidrocarburos. El gobierno indicó que este impuesto podría ser reemplazado", añadió. Al acusar su tercera alza consecutiva, el índice del Mercado de Valores (Merval) ganó 5,14% en dos ruedas y 23,4% desde fines de diciembre.
   
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