Sábado 9 de febrero de 2002

 

Danza de millones por una candidatura

 

Los estudios de Hollywood llevan adelante costosas campañas para estar presentes en la entrega de los Oscar

 
Los Angeles, (dpa).- Patrick Goldstein, un veterano columnista de cine del "Los Angeles Times", sabe todo lo referido a los premios Oscar. Pero este año, con las nominaciones a punto de conocerse el martes próximo, incluso él está sorprendido por los esfuerzos que hacen los estudios por cortejar a los 6.000 votantes que tienen que elegir a los ganadores de los premios más codiciados del cine.
Tanto, que en una reciente columna relató cómo un grupo de gente de cine con los que se encontró estaba más interesado en "la campaña por los Oscar" que en la entrega de los premios en sí misma.
Quizá esto sea así porque con tantas películas compitiendo por los Oscar, muchos expertos creen que las categorías principales pueden ser muy amplias.
Entre los candidatos de primera línea están "Una mente brillante", "Moulin Rouge" y "Gosford Park", que tuvieron un buen desempeño en los Globos de Oro, mientras que "In the Bedroom", "Memento", "Shrek" y la francesa "Amelie" también cuentan con muchas posibilidades.
Con una competencia tan ajustada, no es de sorprender que la maquinaria puesta en marcha para conseguir votos sea la más cara de la historia de los Oscar, según consideró "The New York Times", que estima que los grandes estudios están gastando unos diez millones de dólares en algunas campañas.
Esta carrera por los Oscar puede disgustar a aquellos que opinan que el premio debería ser para aquellas películas que la industria cree que son las mejores del año.
Pero con cientos de millones de dólares apostados, sería muy ingenuo pensar que el dinero no juega un papel en esta competencia. De hecho, llama la atención que hasta los últimos años campañas tan caras hayan sido una excepción y no la regla.
Fuentes de la industria dicen que la falta de un claro favorito este año hizo que aumentaran sus apuestas los estudios, que creen que ganar una nominación y eventualmente un Oscar no sólo puede aumentar el éxito en taquilla de una película sino también puede dar un enorme impulso al estudio ganador.
Los costos de las campañas fueron aumentando constantemente también por la creciente percepción de que una estrategia efectiva para captar votos muchas veces es el factor que decide entre el éxito y el fracaso.
"Definitivamente, la conexión entre gastos y nominaciones es muy alta", comenta al "NYT" Tony Angelotti, integrante de un creciente grupo de profesionales que se especializan en montar campañas de nominaciones a los Oscar.
Tradicionalmente, estas campañas se basaron en colocar publicidad en diarios como "Los Angeles Times" y "New York Times" y en revistas especializadas como "Variety" y "The Hollywood Reporter". Pero este año los estudios están dando pasos hacia adelante. O, como les gusta decir a los puristas de los Oscar, hacia atrás.
Así, Miramax, el estudio que más que ningún otro convirtió la campaña por los Oscar en un asunto esencial de la industria, pagó una millonada recientemente por una separata de 24 páginas de publicidad en "Daily Variety" sobre su drama de bajo presupuesto "In The Bedroom". Estas publicidades suelen reunir las credenciales de las películas, con críticas y comentarios.
Claro que la carrera por las nominaciones también puede prescindir del buen gusto. De esta manera, Miramax acentuó la tragedia personal del guionista de "Bedroom" David Dunne, que basó la película en la pérdida de su propio hijo.
DreamWorks, el otro gran jugador en las campañas previas al Oscar, innovó con sorpresas en avisos de su cinta de animación "Shrek", que se espera se convierta en la primera cinta de dibujos animados que gane el premio a la mejor película.
Según Goldstein, "cuando se le preguntó por qué DreamWorks colocó tres avisos de "Shrek" en el "New York Times" y el "Los Angeles Times" cada viernes del mes pasado, el jefe de marketing de DreamWorks Terry Press dijo: "Porque todos los demás pusieron dos"".
DreamWorks y Miramax también están enfrentados en una batalla de categoría más baja: una campaña de rumores en contra de la favorita de DreamWorks "Una mente brillante", sobre el matemático John Nash que luchó contra su esquizofrenia y ganó el Premio Nobel.Informaciones de la industria dicen que Miramax "sopló" a varios periodistas que la película "olvidó" reflejar el hecho de que Nash tuvo numerosas relaciones homosexuales.
   
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