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Domingo 3 de febrero de 2002 | |
 MAS INFORMACION: El hecho que desencadenó la crisis de las civilizaciones La memoria, entre el dolor y la justicia |
El rumbo de la historia |
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Hechos específicos ocurridos en naciones y regiones o de alcance mundial, por su envergadura y consecuencias, causaron crisis y cambios que impactaron en la vida de los pueblos. En ese contexto se inscribe el debate sobre si los ataques terroristas contra Estados Unidos llevarán a un cambio en el rumbo de la historia, a una etapa nueva o si son parte y expresión de un proceso que ya estaba en curso. Hechos puntuales, aunque
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"Los procesos suelen tener sus continuidades que no se modifican por hechos tan puntuales. Pero existe en la actualidad una tendencia a creer que casi todos los acontecimientos de cierta envergadura son momentos fundantes", destacó el historiador Luciano de Privitellio, docente de la UBA.
"Hay una costumbre típica del siglo XX que es darle una dimensión extremadamente trascendental a muchos acontecimientos, como la muerte de Stalin, de Kennedy, el hombre a la Luna, la era atómica", dijo y explicó que hubo hechos que despertaron expectativas de algo que después no sucedió y viceversa, otros que tuvieron consecuencias impensables. (Ver recuadro) En ese sentido, aseguró que es difícil especular sobre las consecuencias de un hecho contemporáneo, como los atentados contra Estados Unidos, y determinar si va a ser un punto de inflexión y si van a cambiar las formas de hacer política, de pensar, de relación entre los estados. "Lo que falta es la posibilidad de observar las consecuencias de este acontecimiento en perspectiva y entonces saber si efectivamente va a tener las consecuencias que "creemos" cuando pensamos más como ciudadanos", expresó Privitellio. Por su parte, el historiador Fernando Devoto afirmó que "en la época actual hay algo que tiene que ver con un acontecimiento puntual y es que se multiplica por los medios de comunicación, más allá de la dimensión del hecho, porque ese mismo acontecimiento sin la cobertura de los medios, sin la televisión, sin la globalización, tendría un impacto menor". "Puede haber, en cierto sentido -continuó- acontecimientos decisivos que modifican el curso histórico, pero la idea de que estos fenómenos crean una ruptura es un razonamiento de los medios, porque este hecho -los atentados a Estados Unidos- visto dentro de 100 años seguramente no sea diferente de otras intervenciones norteamericanas". En ese sentido, también es cierto que los acontecimientos se van resignificando en los distintos momentos de la historia de la humanidad y de cada sociedad; son diferentes miradas hacia el pasado que tienen que ver con las necesidades de cada época, con abrir la posibilidad de pensar un presente y un futuro. Pero este tipo de acontecimientos -dijo Devoto al referirse a hechos pensados en el momento como visagras- "no modifican tendencias de más largo plazo, aunque en lo inmediato pueden producir un impacto grande en la coyuntura y afectar las políticas, ciertos comportamientos del electorado, las costumbres cotidianas de las personas involucradas directamente". Pero en términos generales, afirmó, esos hechos no modifican la cotidianidad de la gente que tiene que seguir confrontándose con sus problemas. "Es cierto que el atentado en Estados Unidos ha tenido más impacto que otros, pero creo, de todos modos, que esto se normalizará en poco tiempo y la gente volverá a su vida normal, más allá de las medidas que se adopten, como sucedió con otros hechos del pasado", expresó Devoto, aunque agregó que "este fenómeno está en una escala que supera todo lo anterior conocido". No obstante, afirmó que "a pesar de la magnitud que tiene este atentado, no es el primero; y si esto se transforma en una guerra contra el Islam eso sería porque esas tendencias estaban presentes de antes, y este hecho las aceleraría". Añadió que las sociedades contemporáneas, desde el fin de la bipolaridad, conviven con el terrorismo, y esto no es un dato nuevo. "Lo nuevo -continuó- es que se ha producido en los Estados Unidos, pero por ejemplo para la Argentina no es novedad, acá ya tenemos percepción de la magnitud de este tipo de cosas, pero en general no se recuerda que la Argentina ya padeció esto, y lo padeció sin mucha solidaridad internacional". Las consecuencias de los últimos acontecimientos "son interpretables -acotó-, pero no creo que se inaugure una nueva etapa, aunque todo lo que vaya a pasar en el futuro no lo sabemos, son sólo conjeturas". Devoto planteó que hay dos maneras de ver los acontecimientos: como una serie de hechos regidos por el azar o como procesos más profundos. De este modo, se entiende que la Primera Guerra Mundial no fue la consecuencia del asesinato del archiduque austríaco Francisco Fernando, sino que se enmarca dentro de la lucha imperialista que había entonces; "en todo caso ese hecho desencadenó algo que ya venía de antes", aseguró. Planteada hoy la lucha contra el terrorismo, el historiador destacó que "en estas condiciones, el terrorismo -que es difuso, que no plantea un escenario único- no tiene la capacidad de transformar la situación política, ése es el error, creer que con hechos van a cambiar la historia". Hechos que derivaron en consecuencias diferentes de lo pensado "Podría dar dos ejemplos de acontecimientos de este siglo que muestran las dos posibilidades diferentes que hay, el primero se parece mucho a las circunstancias actuales y es el estallido de la Primera Guerra Mundial; y el segundo, de otra envergadura, tiene que ver con un hecho que abrió grandes expectativas, que fue la llegada del hombre a la Luna", destacó el historiador Luciano de Privitellio. "Al inicio de la guerra -expresó- la gente iba con entusiasmo pensando que iba a ser una guerra civilizada, con batallas limitadas donde luego los estados se sentarían a pactar; y sin embargo se transformó en una matanza terrible, fuera de todo lo que era comprensible, de lo que la gente podía pensar frente a este tipo de conflictos". Esta dimensión llevó a la mayoría de los historiadores a definirla como una "crisis de civilización", porque produjo un impacto tan grande que modificó las formas de concebir la realidad, la relación entre los individuos, entre los Estados. "Este es uno de los casos posibles, uno cree que las consecuencias van a ser según las cosas concebibles en ese momento y después descubre que las consecuencias son más profundas", explicó. El segundo de los casos posibles, según el análisis de Privitellio, se refiere a hechos de los que se espera un impacto que luego no se verifica, como fue el caso de la llegada del hombre a la Luna, "un hecho que supuestamente inauguraba una nueva era, en que se imaginó a la gente viajando cotidianamente al espacio". "En esa oportunidad se creía que las consecuencias iban a ser muy grandes y no fue así", dijo. "Ahora -continuó- si el atentado a las Torres Gemelas va a tener que ver con lo primero o lo segundo, o un punto intermedio, es un terreno de puras hipótesis y especulaciones, que pueden entrar en cualquiera de los dos parámetros". Sobre cómo se cierran y se pueden pensar los ciclos históricos, el historiador inglés Eric Hobsbawn plantea que la inteligibilidad del período presente se entiende a partir de lo que él llama el Siglo XX corto, que se abre con la Primera Guerra Mundial y se cierra con la caída del Muro de Berlín. Es recién ahí cuando se hacen inteligibles muchos de los fenómenos de la Primera Guerra, más allá de que hay ciertas consecuencias de aquella contienda bélica que se advirtieron inmediatamente. "Pero por ejemplo -acotó Privitellio- en los años "20 casi todos los gobiernos occidentales tenían una especie de objetivo último de su política que era volver a la normalidad, y por normalidad entendían el mundo de 1912, eso quiere decir que aún no habían medido las consecuencias de la guerra. No es fácil advertir las consecuencias profundas de un acontecimiento, eso se ve en el tiempo". |
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