Domingo 3 de febrero de 2002

 

Sandra Gugliotta no busca resultados

 

"Un día de suerte" es el título definitivo de la ópera prima de Sandra Gugliotta, elegida para participar en el prestigioso festival cinematográfico de Berlín. "Río Negro" la entrevistó antes de partir hacia la capital alemana en compañía de Valentina Bassi y Fernán Mirás, dos de las figuras centrales de la película. Sorprendida de haber sido seleccionada para la Berlinale, Gugliotta espera estrenar su filme en la Argentina y ya prepara su próxima obra.

 
Sandra Gugliotta (34) se graduó en el Centro de Experimentación y Realización Cinematográfica, realizó varios cortos y en 1995 ganó el Premio del Concurso Nacional de Cortometrajes organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales con el que rodó "Noches Aticas" que, integrado a "Historias Breves", participó en los festivales internacionales de La Habana, Chicago, Londres y Rotterdam, entre otros. Luego fue diseñadora de producción de "24 horas, algo está por explotar" que dirigió Luis Barone, y productora ejecutiva de "Picado Fino" de Esteban Sapir y de "Che, un hombre de este mundo", de Marcelo Schapces; función ésta que también desempeñó en numerosos programas de televisión.
"Un día de suerte", su primer largometraje, protagonizado por la sureña Valentina Bassi, Fernán Mirás, Lola Berthet y Damián de Santo, fue seleccionado para intervenir en el Programa Oficial de la 52° edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, en la sección "Forum Internacional del Nuevo Cine", que tendrá lugar entre el 6 y el 17 de este mes.
Cuando "Río Negro" recordó con Sandra, el anterior encuentro durante la filmación en la plaza seca de un complejo de monobloques -más nichos que viviendas- de Parque Patricios, la directora estalló en risas. Corría agosto del 2000 y por entonces no sabía si iba a poder concluirla. "Tuvimos un día de suerte y la terminamos. Se puede trabajar mucho, como trabajamos todos, no tener ese día afortunado y no te sale una. Como le sucede a quienes diariamente van a buscar trabajo y no consiguen por más que se esfuercen. Hay un punto donde por fin, una vez, algo bueno pasa. Está en uno prepararse para ello y aprovecharlo.
- ¿Por qué imaginás que la eligieron?
- Cada vez que hice lo contrario, que pensé en llevarla a un festival porque iba a andar bien, salió mal. Para mí Berlín era otro tipo de cosa, tal vez yo soy ignorante sobre este certamen. Si hablamos dentro de un mes, podré entender por qué. Cada vez que imaginé qué pasa por la cabeza del examinador, del seleccionador, no acerté. Hay un punto intangible, imprevisto, inmanejable en las elecciones de los jurados pre-festival. En particular, la película está en la sección del nuevo cine, a la que van cosas sorprendentes, interesantes, para descubrir. Ahí no llegan las grandes producciones con estrellas famosas. Es un espacio bien específico, determinado. La estética, el lenguaje de "Un día de suerte" tiene que ver con eso. Y a su vez es muy emotiva, sensible, de corazón. Justamente por esas características no me cerraba que la aceptaran en Berlín. Además de una búsqueda estética, sostiene una relación con el público, con el otro que mira.
- ¿Hay una distancia entre el filme que imaginaste y el que concretaste?
- Se fue transformando todo el tiempo. Y ahora que tiene su discurso terminado, también lo sigue haciendo. De lo contrario sería algo muerto. Yo no podría llevar adelante un proyecto durante un período tan largo, si no fuera porque tiene que ver con el aquí y ahora. Si así no hubiera pasado, sentiría que hice algo inerte, que ya fue, murió.
 La acción del filme transcurre en Buenos Aires. Desocupación como moneda corriente y la marginalidad, destino cercano entre constantes tensiones sociales. Elsa, veinticinco años, hija de una clase media cuyos sueños hasta ayer parecían posibles, encuentra la única salida de irse a Italia e intentar otra vida; la que anhelaban sus abuelos cuando emigraron a la Argentina o ansiaron sus padres y para ella ya no existe.
"Se va –añade Sandra- como mirando al futuro, arrastrando una gigantesca valija que la estorba pero contiene sus pocas cosas, su propia historia, sus orígenes. En la mano izquierda lleva un mapa de Roma. Deja una tierra que se incendia, con gente dispuesta a la lucha, al reclamo, a no rendirse: son los que se quedan con la alternativa de manifestar sus justas quejas, sus necesidades de cambio... Aunque tiene siete re-escrituras, siete, escribí esta historia hace casi cuatro años.
- Y ocurrió hace un mes, sucede ahora, puede seguir pasando la semana que viene...
- Pasa que no es previsible. Los hechos de diciembre para mí, tampoco lo fueron en el sentido de sus consecuencias que aún no terminan. Era previsible que el país estallara, pero ahora estamos con algo desconocido por delante. Tengo esa sensación, es muy difícil hacer hipótesis".
 - Así era cuando empezaste a escribir el guión y a filmar.
- Sí... En cada etapa tuve algo desconocido por delante. Trabajamos muchísimo, pudimos armar un grupo alucinante de compañeros y colaboradores. Siempre aposté a tener buenas personas a mi lado, no puedo trabajar con mala gente. Los actores, los técnicos, el grupo creativo, estuvimos laburando fuerte todo el año pasado. Yo tengo mucho control sobre lo que sucede simultáneamente en una filmación, pero escucho, considero los aportes de los demás. Confío en todos los que terminamos integrando el grupo humano de esta película.
Hija de vascos y sicilianos, Gugliotta afirma entre risas que su temperamento, su temple, es genético. "Cuando alguien quiere hacer algo, si no le pone todo, no sale... Después, ya estás embarcado y el proyecto va por delante, impulsa. Cada etapa que pasa, me parece la última en ser tan complicada y la que viene empeora. Ya, ahora, en ésta, me parecía increíble. Me preguntaba qué más podía suceder... Pero vamos zafando, todo el tiempo de la película terminó siendo bueno. Finalmente se estrenará y quizás tenga su año de suerte... Ahora, no creo que haya que medirla por los resultados porque de lo contrario, un desenlace malo significaría que el trabajo ha sido negativo. Y no lo fue, todos nos esforzamos. En este caso salió bien, pero es muy difícil filmar en Argentina".

Eduardo Rouillet

Una puerta que se abre

Sandra Gugliotta –mirada luminosa, bella- viene de tres meses en Italia enfrascada en la post-producción. Desde que puso el pie en Ezeiza, confiesa haber entrado en una vorágine.
"Con todo esto del corralito, lo de Berlín, ando casi sin tiempo. Del Festival mandaron un fax, la oficina de producción estaba cerrada, así que me enteré una semana después. Posteriormente me enviaron otro diciendo que no iba y a continuación otro más, pidiendo disculpas por el error que cometieron y confirmando el primer fax. Yo estaba conmocionada. Había regresado a Buenos Aires con la peli terminada, estaba contenta con ella, muy... Me gustaba, me sentía tranquila, había tenido ya muy buenas confrontaciones con el público. Estaba en Madrid cuando empezó a sonar el primer cacerolazo y al regresar, parecía irrisorio hablar de la película. La realidad nacional nos superaba. De vuelta parecía imposible armar el proyecto para estrenarla, tener dinero, hacer que las cosas funcionen. Berlín abrió esa puerta, había de nuevo proyecto, podía estar contenta y festejar, podía compartirla".
Mientras mezclaba "Un día de suerte", Gugliotta ya empezó con el guión de la próxima. "Descubrí que la etapa más posta, más linda, es escribir. Es la más placentera, estoy sola, con menos presiones, yo manejo todo. Es absolutamente artística, creativa, manipulable. La discusión es sólo entre uno y el papel. Luego se transforma en estructura y mega-estructura, más complicadas". (E.R.).

Ficha técnica

Encabezan el elenco protagónico de "Un día de suerte", producción asociada con Italia y España, Valentina Bassi, Fernán Mirás, Lola Berthet y Damián de Santo, con Darío Vittori -su último trabajo en el rol de un entrañable abuelo siciliano- Luis Luque, Claudio Gallardou, Jesús Berenguer, Claudia Lapacó, Gogó Andreu, Nicolás Mateo, Mario Paolucci, Pochi Ducasse y María Laura Cali. El libro es de la misma directora en colaboración con Marcelo Schapces y Julio Cardoso. El rodaje, en distintas locaciones interiores y exteriores de la Ciudad de Buenos Aires, abarcó seis semanas y se completó con una séptima en Roma y Palermo, Sicilia.
"Un día de suerte", declarada de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Baires, es producción de Barakacine y Sandra Gugliotta, con apoyo del INCAA y producción asociada de Marcelo Schapces. La música es original de Diego Frenkel y Sebastián Schachtel, el montaje fue realizado por Alejo Flah y el sonido por Leandro de Loredo. Completan el equipo: Aldo Romero en asistencia de dirección; Raúl Campos, jefe de producción; Alberto Iannuzzi en fotografía y cámara; Fabiana Piotti como directora de arte, y la vestuarista Mariana Bacigalupo.

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación