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Viernes 1 de febrero de 2002 | |
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"El Estado debe consolidar oferta cultural alternativa" |
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Una propuesta que abarca conferencias literarias, conciertos de música de diversos géneros y una muestra cinematográfica es la que prepara para los próximos meses la dirección de Cultura de Viedma en el Centro Cultural de la capital rionegrina. El titular del área César Martirena es quien la lleva adelante con la idea de recuperar ese espacio y abrirlo a una oferta alternativa. |
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viedma (AV).- Avalada en una corta pero efectiva gestión del segundo semestre del año pasado, la dirección de Cultura del Municipio de Viedma presentó su plan de actividades para los meses de febrero, marzo, abril y mayo.
Aún en pleno verano, el 15 de este mes, el escritor Guillermo Martínez realizará una charla-conferencia sobre su obra -las novelas "Acerca de Roderer" y "La mujer del maestro", los cuentos de "Infierno grande"- y debatirá sobre el arte en la actualidad. En marzo comenzarán los ciclos de música con artistas de Bahía Blanca, Bariloche y Roca, con la intención de "que Viedma se convierta en un espacio de difusión de música que no es considerada por los circuitos comerciales", según comentó César Martirena, director general de Cultura de Viedma desde agosto del 2001. Pasarán por la sala mayor el maestro internacional Alberto D"Alessandro con un concierto de guitarra y una clase magistral, y el también bahiense Federico García del Cerro, un joven cultor de jazz moderno que actuará con su trío. En las segunda mitad de marzo actuará el cuarteto de saxos La Cañería de Gabo Rosujovsky -de Bahía Blanca-, y el cuarteto de jazz del pianista viedmense Juan Correa, que presentará su debut discográfico en la zona. En la primera quincena de abril se hará el II Ciclo de Cine Francés, organizado junto a la Embajada de Francia, y en lo que resta del mes se programó al quinteto de fusión 2000 No, de Bariloche, con el guitarrista Hugo Barrionuevo y el pianista Diego Papoport, y luego el cuarteto de corno y oboe Dona XXI, de Roca. Durante el mes de mayo se hará un ciclo con grupos de la Fundación Cultural Patagonia de Roca: serán de la partida el Quinteto de Tango, el Trío de Percusión y el Quinteto de Jazz. Martirena asevera que "tratamos de seleccionar con mucha precisión lo que vamos a presentar, además de tomar absolutamente en serio la producción del evento. Existen músicos con mucho talento y que no alcanzan los circuitos de difusión", y dice el funcionario que se trabaja para "presentarlos a la sociedad en la Sala Mayor con el menor costo posible para la gente". Declara que en seis meses de gestión "se comenzó a revertir la deserción de la gente del Centro Cultural, y se la involucró nuevamente en el espacio". Y se muestra seguro en que "en la medida en que se ofrezcan cosas de calidad organizadas con seriedad, el público va a seguir asistiendo. Hay que lograr que la gente de Viedma tome conciencia del privilegio que significa tener un espacio como el Centro Cultural; es único en la provincia y hasta en la Patagonia. Contar con esta infraestructura y esta sala es una situación que genera una diferencia con otras administraciones culturales". Con el aporte de la gente La totalidad del presupuesto del área se destina a masa salarial y gastos de servicios, por eso el director de Cultura César Martirena comenta que "la única manera de poder trabajar es recaudando dinero desde la producción de eventos". En seis meses se produjo un importante flujo de acontecimientos que se lograron por el apoyo de diferentes empresas o personas. "Es el germen de un mecanismo de esponsorización de las actividades, que hasta ahora ha funcionado muy bien". Asimismo, César explica que la mayoría del aporte ha sido de pequeños negocios, y también destaca la actitud de una imprenta, una empresa de sonido y varios otros servicios, que han reducido sus costos a lo mínimo. "Pero es verdad que eternamente no se puede pedir a la gente, tendrá que haber en un futuro un compromiso mayor de parte del Estado", sentencia el funcionario, y se presenta "partidario del evento gratuito, o de una mínima entrada cuando los costos no pueden cubrirse de otra manera". Otra cosa que se destaca es que en base a un trabajo muy intenso (tanto personalizado como a través de los medios de prensa), se resolvió en gran parte la problemática histórica de comunicación del Centro Cultural con la ciudad. "El principal problema del Cultural es que la sala es tan grande que a veces hasta en los propios artistas provoca intimidación; no es un lugar para quienes hacen sus primeras presentaciones". Por esto, "para este año la idea es conformar una sala menor, para unas cien personas, que permita presentarse a grupos de menor convocatoria" y otra intención es "que la dirección de Cultura se transforme en un agente de promoción de los artistas locales, para armar un circuito regional en el cual estos puedan mostrarse". AV). "Decir que todo tiene el mismo valor, es demagógico y populista" Ante la insinuación de una posible tendencia elitista en la programación, César Martirena espetó: "Llegó el momento de replantearse preguntas aparentemente obsoletas como qué es el arte, y volver a establecer criterios para clasificar. El período contemporáneo ha provocado una terrible promiscuidad y confusión y se ha consolidado la idea de que todo tiene el mismo valor. Y creo que es una postura populista y demagógica". "Una política que se sostiene en darle a la gente lo que ya conoce, lo que ya adquirió como hábito, está viciada de ensimismamiento y de redundancia. La tarea más difícil consiste en consolidar otra oferta cultural que no aparece en los medios; existe un universo por afuera del mundo Tinelli. Hay otra cosa". Martirena entiende que "es un proceso largo, y nadie cambia hábitos en forma acelerada", pero sostiene que "el gusto estético es producto de un proceso histórico; y la fealdad también lo es. Por lo tanto, si el gusto está construido, uno puede trabajar sobre su modificación. Hoy existe un mecanismo de difusión planetaria que tiene a la fealdad como elemento predominante; pero afortunadamente existen islotes desde donde se puede resistir a esa invasión de la cultura de la "serialidad"". "A uno le gusta lo que tiene a mano y se constituye a partir del mundo circundante; mientras ese mundo esté absolutamente copado y conquistado por mega-circuitos de distribución de ofertas culturales, se va a elegir siempre dentro de lo mismo". "El Estado debería cumplir el rol de consolidar espacios diferentes. Tengo la impresión de que se comienza a vivir un proceso de hartazgo hacia la cultura pret-a-porter, lo confeccionado en serie. Y esto, aunque recién comienza, crea una demanda de alternativas. Para el volumen de habitantes de Viedma, que un concierto de guitarra llene la sala mayor con más de 600 personas es un signo alentador". El director de Cultura de Viedma razona que "las cosas que se han hecho en el CMC, si no las hacíamos desde el municipio no las hubiera hecho nadie, no estamos compitiendo con otra gente u otras instituciones", y explica que "en una época de terrible crisis, y en una situación en que la gente que cree que el arte es un elemento muy importante para lograr un marco de vida decente está en minoría, si no hay un esfuerzo mancomunado y compartido, la tarea se vuelve imposible". (AV). Suplir la escasez de fondos con imaginación |
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