Viernes 4 de enero de 2002

 

En Villa Llanquín se unen para paliar la crisis

 

Los vecinos organizaron una feria artesanal donde ofrecen los productos que elaboran en la zona rural. Proponen un domingo de campo, con actividades recreativas, comidas típicas y paseos en familia. La singular iniciativa tiene lugar cada 15 días, los domingos, a 35 kilómetros de Bariloche. Sus promotores sostienen que la iniciativa permitió unir a todos los vecinos en función de un objetivo común, que busca impedir que los pobladores abandonen el campo.

 
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En una ejemplar muestra de solidaridad los vecinos de Villa Llanquín propulsaron una feria artesanal para intentar paliar la crisis económica. Para ello decidieron unirse y ofrecer sus productos a los visitantes. Proponen un domingo de campo, con actividades recreativas, comidas típicas y paseos en familia.
Villa Llanquín se ubica a 35 kilómetros de esta ciudad, sobre la vera de la ruta nacional 237 y el río Limay, en territorio rionegrino. Para llegar hasta allí se debe cruzar el río por un puente peatonal o bien con vehículo por sobre la balsa Maroma.
La propuesta es organizada por la comisión de fomento, la escuela hogar 245, la cooperativa "La Colmena", la junta vecinal, el taller de cerámica y la comunidad en general. "Estamos todos juntos y queremos mejorar la vida en la villa", aseguró Liliana Romeu, maestra del taller comunitario de cerámica y entusiasta impulsora de la feria. La iniciativa cuenta asimismo con el firme apoyo de la comisionada de fomento del lugar, Blanca Cañumil, la cual ve a la iniciativa como un freno al éxodo que genera la crisis en el campo.
Romeu explicó que la idea es ofrecer alguna alternativa a la gente del lugar, que no tiene medios para desplazarse hacia las ciudades vecinas, donde eventualmente podría ofrecer sus productos. "La sumatoria de lo que puede generar el turismo, la feria artesanal y la gastronomía permitirá mitigar los magros ingresos de los vecinos", explicó la maestra.
La feria tiene lugar cada 15 días, los días domingo, de 11 a 20, en el salón de la junta vecinal. Entre los productos ofrecidos se destacan las cerámicas (elaboradas en horno propio), lana hilada a mano, artesanías en tientos, artículos en cuero, batik, pinturas sobre tela y otros, todos a precios accesibles. Además se venden quesos caseros (de cabra y oveja), dulce de leche, pan casero y tortas fritas.
Los productores y vecinos de Villa Llanquín decidieron que a la feria accederán únicamente productores del lugar. "La idea es mostrar lo que se produce aca y generar una alternativa para paliar la terrible crisis que nos afecta", explicó Romeu. La sola posibilidad de los productores de exponer y ofrecer sus productos es un importante aliciente para los vecinos. "Reunir 20 pesos por domingo ya es importante", dijo. Apuntan que la gente de Bariloche los visite y también al turismo.
La primera feria se realizó el 2 de diciembre y convocó una aceptable cantidad de gente. Allí se inauguró el horno donde se cocina la cerámica (ver aparte). La iniciativa se repitió el día 16 y los participantes decidieron realizarla cada 15 días. De esta manera, las ferias tendrán lugar este domingo, el 20 de enero, 3 y 17 de febrero y 3 de marzo.
En la comunidad viven alrededor de 200 habitantes, algunos están cerca de la escuela hogar, pero la mayoría son rurales. Paralelamente a la feria se pueden emprender paseos a caballos, una tranquila caminata por la orilla del río Limay, pescar truchas y salomones de río y también conocer la piscicultura. Para el almuerzo no faltará un cordero "al palo", empanadas, pastelitos criollos, tartas caseras y buenas bebidas.

La escuela es modelo y festejó 60 años

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En abril la escuela hogar de Villa Llanquín cumplió 60 años de vida y los celebró con el compromiso y la dedicación que la transformó en uno de los establecimientos modelo dentro del área rural.
La escuela mantiene una matrícula estable, cercana a los 60 alumnos, que en los últimos experimentó un salto cualitativo en el cumplimiento de los objetivos educativos reflejado en la marcada reducción de los niveles de repitencia. Los niños asisten a clase con entusiasmo y el mayor tiene 13 años.
Su directora, María Isabel Righero -Marisa para los alumnos- sostiene que el merito del establecimiento reside en "la estabilidad de la planta docente", conformada por cuatro maestros de ciclo, uno de Educación Física y tres auxiliares docentes que desarrollaron un vínculo de compromiso muy fuerte con la escuela.
Entre los avances inusuales para una escuela rural, la de Villa Llanquín cuenta con una sala de computación donde los niños aprenden matemáticas y lengua a través de juegos interactivos.
Las cinco computadoras TXT 285 que dieron inicio a la actividad fueron donadas por el colegio secundarios Virgen de las Nieves, de Liniers (Buenos Aires). El alumnado de los años superiores viaja todos los años a Bariloche para mejorar su práctica con las las máquinas.

El horno cambió la vida de la comunidad

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La construcción del horno cerámico modificó sustancialmente la vida de Villa Llanquín. En especial generó una contención en los jóvenes, que encontraron en la cerámica una nueva alternativa para trabajar en el lugar.
El taller de cerámica funciona desde el mes de abril y fue el que motivó la construcción de un horno a leña, donde los alumnos y profesores elaboran vistosas artesanías.
El taller de cerámica fue iniciativa de Carol Jones y Liliana Romeu, maestras de cerámica en el taller comunitario, que entusiasmó rápidamente a los niños y jóvenes que residen junto al río Limay.
El horno comenzó a construirse en el mes de setiembre, a consecuencia de un curso dictado por Carlos Leporacce, reconocido ceramista residente en Viedma, el cual diseñó el formato del horno que hoy da vida a las creaciones de los anónimos artistas de la pequeña aldea rionegrina. La construcción se realizó con apoyo de la escuela de arte La Llave, ceramistas de Bariloche y vecinos de Villa Llanquín y demandó cuatro jornadas de trabajo.
Liliana Romeu afirmó que en Villa Llanquín hay muy buenas arcillas y con ellas se pueden elaborar productos de gran valía. Estos se exhiben en la feria artesanal quincenal y en un futuro sus creadores sueñan con distribuirlos en las ciudades de la cordillera andina.
Emulando al exitoso director técnico del reciente campeón del torneo Apertura del fútbol argentino, Romeu dijo que la elaboración;on y comercialización debe realizarse "paso a paso". Con la paciencia que siempre caracterizó a la gente de campo.

Foto: Cada 15 días la comunidad de Villa Llanquín ofrece sus productos artesanales al público. Proponen un domingo diferente, en solidaridad.

   
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