Buscan más seguridad para las gasolineras

La comuna de Neuquén, representantes de las estaciones de servicio y los bomberos comenzaron a analizar los puntos débiles de las expendedoras frente a las protestas sociales.

NEUQUEN (AN).- El ataque a la estación de servicio de un hipermercado durante los saqueos ocurridos a fin del año pasado, cuando un grupo de desocupados "decapitó" un surtidor y quiso prenderlo fuego, puso en evidencia que las gasolineras no están preparadas para afrontar tumultos. Y llevó a sus responsables y a las autoridades a evaluar un plan de contingencia especial.
La violenta agresión pudo convertirse en una tragedia si no fuese que la suerte estuvo ese día del lado de la gente y a los rápidos reflejos de los empleados del despacho de combustibles que cortaron el suministro eléctrico del local.
Todas las expendedoras de Neuquén están preparadas para neutralizar riesgos en situaciones previsibles de emergencia pero "ante hechos vandálicos no hay seguridad total posible ni medida que valga".
La afirmación del vice presidente de la cámara de expendedores de combustibles, Máximo Diez, pone de manifiesto la preocupación por determinar que hay que hacer algo y rápido para restringir "al máximo posible" la posibilidad de peligro ante la eventual repetición de hechos que nunca antes se habían vivido en la capital neuquina.
Esta preocupación fue precisamente el motivo principal de la reunión mantenida hace una semana por Diez y otros concesionarios con el subsecretario de Gestión Ambiental Carlos Roca. Al final, se acordó trabajar en conjunto y pedir la colaboración de Bomberos por su experiencia en siniestros.
"La decisión es solicitar instrucciones de cómo actuar ante hechos atípicos y muy riesgosos como los ocurridos", sinceró Roca.
La municipalidad controla la seguridad de las estaciones de servicio pero son de otras características, más asociadas a las instalaciones. De hecho, ha intervenido por filtraciones de tanques de combustibles por encima de la resistencia opuesta por ciertas empresas.
Pero los desmanes ocurridos en la gasolinera de Jumbo y la amenaza latente por esos días en las expendedoras de los híper Wal Mart y del Topsy de Belgrano y Las Heras que fueron objeto de desbordes sociales, sobrepasaron su capacidad de contención. Roca determinó: "no tenemos reglamentado cómo actuar en situaciones como las pasadas, atípicas y de altísimo riesgo".
Diez repitió que las estaciones de servicio de Neuquén respetan "las normas exigidas por las petroleras (que lideran la bandera de los surtidores) y de los bomberos".
En ese sentido transmitió tranquilidad que no hay peligro que temer, pero razonó que el problema se suscita "ante ataques intencionales porque no hay seguridad que valga si 200 o 300 personas quieren prenderle fuego a un negocio".
"Este es un tema muy preocupante y si bien estamos analizando cómo neutralizar ciertos riesgos, reitero que son las autoridades las que tienen la obligación de garantizar la seguridad", remarcó con fruición apuntando de lleno al poder de policía de la provincia.
Más allá de las sutilezas, la intención de los privados y de la comuna es que las expendedoras estén razonablemente preparadas para afrontar hechos de violencia y no se transformen en bombas de tiempo, más allá de las garantías que ofrecen habitualmente a la población.

Foto: La violencia desatada en Jumbo el año pasado puso en riesgo la seguridad de una expendedora de combustible.