Lunes 14 de enero de 2002

 

Batalla legal y presión en la calle en favor de Fuentes

 

Los abogados apelan y los dirigentes se movilizan. Hoy habrá marchas en Neuquén y Buenos Aires. De Gennaro llevará el tema ante Eduardo Duhalde.

  NEUQUEN (AN)- Con una batalla jurídica y mucha presión en la calle a través de paros y movilizaciones, la dirigencia sindical tratará de forzar la liberación de Julio Fuentes y otros tres dirigentes estatales que están presos desde el viernes.
Hoy a las 11 habrá una marcha provincial por el centro de esta capital, y en simultáneo se programó una concentración en la Casa de Neuquén en capital federal. Mientras tanto el titular de la CTA, Víctor De Gennaro, se reunirá a la mañana con el presidente Eduardo Duhalde para plantearle el tema.
Mientras los gremios se movilizan en la calle, los abogados presentarán una batería de recursos para que se revise la decisión del juez Alfredo Velasco Copello, quien el sábado les denegó la excarcelación a Fuentes, Horacio Fernández, Hilda Locatti y Miguel Peralta.
Según se informó, los abogados presentarán ante la Cámara Penal en turno una apelación y un recurso de hábeas corpus para que se revoque la decisión del juez de primera instancia.
Si no tienen suerte con esas medidas, no tendrán más remedio que esperar que transcurran diez días hábiles hasta que Velasco Copello decida si les dicta la prisión preventiva a los imputados, o los procesa pero los deja en libertad.
En tanto ayer se produjo la detención de otro dirigente sindical. Se trata de Ariel Aguilera, quien al parecer no está involucrado en la misma causa que Fuentes y los otros dirigentes (ver aparte).
Mientras tanto siguen prófugos pero con pedido de captura cuatro sindicalistas más: Miguel Sánchez, Patricia Quilapán, Guillermo Tejo y Alejandra Barragán. Las fuentes consultadas por "Río Negro" no se ponían de acuerdo si César Sagredo integra la lista de buscados o no.
Los sindicalistas están acusados de "coacción agravada", un delito típico de las protestas sociales que no es excarcelable (ver aparte).
La causa en su contra comenzó el jueves pasado cuando un grupo de manifestantes irrumpió violentamente en el cuarto piso del edificio del Instituto de Seguridad Social de Neuquén, y atacó a golpes al titular del organismo, Gerardo Hettinger. La justicia inició una rápida investigación y en base a la declaración de la víctima y de varios testigos dispuso la captura de quienes presuntamente participaron en el grave incidente.
Fuentes, Fernández, Locatti y Peralta fueron indagados por el juez. Después de escucharlos (negaron los cargos y no contestaron preguntas), decidió que sigan en prisión. Están alojados en distintas comisarías de esta capital y Senillosa, mientras que a Locatti se le permitió permanecer en su vivienda porque tiene más de 60 años.
La detención de Fuentes sacudió al sindicalismo nacional. El sábado llegó a esta capital De Gennaro, quien como titular nacional de la CTA anunció que hoy se reunirá con el presidente Duhalde a quien le hablará del tema.
Al mismo tiempo, organizó una marcha hacia la casa de Neuquén en capital federal y no descartó un paro nacional de los estatales. También elevará el reclamo a organizaciones internacionales.
Mientras tanto en esta capital habrá una movilización que partirá a las 11 desde el monumento a San Martín. Está prevista la llegada de colectivos con militantes del interior de la provincia.
La protesta estará acompañada por un paro total de actividades, según resolvió ayer a la mañana una asamblea de delegados reunida en el local de ATE.
El dirigente Ernesto Contreras dijo a "Río Negro" que "estas detenciones son políticas. El país ha protestado, sacó dos presidentes, hubo 30 muertos y no hay nadie preso por coacción agravada".
En repudio a la detención de Fuentes y de los otros dirigentes detenidos se pronunciaron la Corriente de Militantes por los Derechos Humanos, el partido ARI y los trabajadores de la DGI, entre otras organizaciones.

Nuevo detenido, pero por otras razones

NEUQUEN (AN ) - La Policía detuvo ayer a otro dirigente gremial, pero no está ligado al proceso que se le sigue a Julio Fuentes y otros sindicalistas. Se trata de Ariel Aguilera, quien pertenece a la Federación de Tierra y Vivienda (FETYVI), un sector de la Central de Trabajadores Argentinos local que canaliza los reclamos de los vecinos por a soluciones habitacionales.
Aguilera fue interceptado minutos antes de las 20 de ayer a un par de cuadras de la sede gremial, cuando se movilizaba en un automóvil VW Gacel. El jefe de la comisaría Primera, a donde fue trasladado, informó que tenía un pedido de captura librado tiempo atrás por el juzgado penal 1, a cargo de Eduardo Badano.
"Paralelamente se detectó que la documentación del vehículo presentaba una serie de irregularidades. Entre normas incumplidas está la falta de patente y de cédula verde", informó el comisario Ramón Vallejos.
El jefe policial anticipó que Aguilera debería permanecer arrestado por lo menos hasta hoy, cuando se comunique su situación al juez. Se estima que el dirigente sería llevado a prestar declaración a la mañana.
Aguilera fue detenido momentos antes de que el movimiento de la CTA Barrios, que desde varios días realiza un protesta frente a Casa de Gobierno, realizara una olla popular frente a la catedral en repudio a las detenciones de los otros gremialistas. A la manifestación se adhirieron militantes de ATE, partidos de izquierda y asociaciones defensoras de los Derechos Humanos.
Los dirigentes del gremio estatal admitieron que la situación de Aguilera responde a otras causas, pero estimaron que "forma parte de una misma avanzada en contra de los dirigentes gremiales. Nos van a acosar desde todos los frentes, pero mantendremos nuestros reclamos", dijo una fuente del sindicato estatal.

El mismo delito que fue aplicado en el caso Panario

NEUQUEN (AN)- El delito de "coacción agravada" que se le imputa a Julio Fuentes y a los otros tres sindicalistas detenidos ya fue aplicado una vez en la provincia: contra Horacio Panario, el dirigente del Movimiento al Socialismo que el 2 de octubre del 95 irrumpió, a la cabeza de una manifestación, en la Casa de Gobierno.
Panario estuvo preso, fue enjuiciado y lo absolvieron porque la víctima del presunto delito, Jorge Sapag (en ese entonces ministro de Gobierno), dijo en el juicio oral que no se había sentido amenazado.
Según la CTA, aproximadamente 2.800 activistas fueron acusados en los últimos años de cometer ese delito y otros vinculados con protestas sociales: corte de ruta y extorsión son los más comunes.
"Coacción agravada" es la acusación más grave porque implica la pérdida de la libertad de quien lo cometió, ya que al castigarse con 5 a 10 años de prisión no es excarcelable.
Según el Código Penal, consiste en amenazar a un funcionario público para que deje de hacer algo o para que lo haga contra su voluntad, y cita en especial "abandonar los lugares de su residencia o de trabajo".
A Fuentes y los otros gremialistas los acusan de amenazar a Gerardo Hettinger, titular del ISSN, para que renuncie a su puesto. Fue durante los incidentes del jueves pasado, cuando el funcionario sufrió golpes y, según denunció, intentaron matarlo al pretender arrojarlo por la escalera.
El delito de coacción agravada está en el Código Penal desde la dictadura de Juan Carlos Onganía (1968), aunque en ese entonces se lo castigaba con una pena más leve: 2 meses a 2 años de prisión. Durante el último gobierno de Juan Perón, en 1974, se aumentó la escala de 5 a 15 años.

   
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