Jueves 3 de enero de 2002

 

Wisky ya tendría el texto de su renuncia

 

Ayer los rumores de que el intendente de El Bolsón habría dimitido fueron una constante. Incluso hubo personas que aseguraron haber visto el texto con la renuncia del jefe comunal. El intendente se negó sistemáticamente a hablar con la prensa. No es la primera vez que Wisky plantea la posibilidad de alejarse del Ejecutivo, aunque esta vez la decisión estaría tomada.

  EL BOLSON (AEB)- "¿Renunció Wisky...?" La pregunta resonó desde temprano en los pasillos municipales, alentada por especulaciones de empleados, sospechosos silencios de los funcionarios y una hermética reunión que mantuvo el intendente de El Bolsón con su gabinete.
No es ninguna novedad que el jefe comunal quiere irse. Ya amenazó varias veces con presentar su dimisión, cuando alguna de sus acciones no resultaban como esperaba. El amague mas reciente obligó al partido radical a brindar un apoyo público que todos daban por descontado, lo que estiró el plazo de definiciones.
A Wisky se lo ve molesto, desencantado por una realidad política ajena a su concepción, casi romántica, de la función pública. Por eso, su constante intención de irse y los esfuerzos de los colaboradores para convencerlo de lo contrario.
La municipalidad de El Bolsón está asediada, hace días, por cientos de desocupados que reclaman comida. Por ello, causó sorpresa que el presidente del Concejo Deliberante, fuera el funcionario municipal encargado de dar la cara. "¿Donde está el intendente?", se preguntaron todos. "Wisky se tomó licencia anual", fue la respuesta.
Ayer, desde muy temprano, circuló la versión de su renuncia. Todos los medios de prensa se apostaron frente a la oficina de Sergio Wisky buscando la palabra oficial. Fue una espera en vano.
Con el rostro adusto, se negó sistemáticamente a hablar con la prensa, en una actitud que prácticamente confirmaba los trascendidos. Tensas reuniones, presiones de los desocupados, dirigentes políticos entrando y saliendo de la comuna, marcaron una jornada signada por los rumores.
"Presento mi renuncia irrevocable por razones personales y en coincidencia con el marco de inestabilidad política que afecta al país". Esa sería la frase que, según algunos, escribió Sergio Wisky en su dimisión. Ayer, varios afirmaban haber leído ese documento, que en ningún momento se hizo público. Cuando esperaban que Wisky ratifique o rectifique los rumores, el intendente desapareció de la comuna y fue imposible encontrarlo en ningún lugar.
Durante toda la jornada, los rumores fueron mas allá. Se especuló con una probable linea sucesoria, impensada hasta hace pocos días que, de concretarse, ratificaría el desembarco del legislador César Barbeito con todo su potencial político en la comuna. Ya logró parte de su cometido insertando dirigentes de su confianza en distintas áreas municipales.
Las fuentes especulaban también con una hipotética renuncia de Walter Forestier, presidente del Concejo Deliberante, lo que dejaría al camino expedito a la concejal Patricia Ranea (hoy de licencia por maternidad) para acceder al sillón comunal. Ranea, es la esposa de Barbeito.
Según están dadas las cosas, la intención de renuncia de Wisky parece irrevocable y sólo una cuestión de horas para que se haga efectiva. Mientras tanto, la comuna enfrenta una fuerte caída de la recaudación, reclamos constantes de desocupados y una creciente inestabilidad interna.
   
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