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Jueves 3 de enero de 2002 | |
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Quejas por ruidos molestos en el centro cipoleño |
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Los vecinos instaron al municipio a realizar controles. Los comerciantes no quieren que los jóvenes se vayan a Neuquén |
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| CIPOLLETTI (AC) - Los habitantes del centro de Cipolletti están sumamente molestos con los dueños de los bares que no tienen medida con el volumen de la música, con los motociclistas y automovilistas que disfrutan de los escapes libres y con el intendente Julio Arriaga que -dicen- permite el crecimiento del ruido en la ciudad. La queja no es nueva porque a mediados de enero Florentino Soulés, un conocido empresario de la ciudad, acudió a la radio LU19 para hacer oír su protesta al respecto. Había dicho que ni él ni su esposa pueden dormir por las picadas que realizan automovilistas y motociclistas a altas horas de la noche por la calle Roca. Pero el malestar de los que viven en las calles del centro de la ciudad, especialmente sobre Roca, se formalizó en una nota que un grupo de ellos envió a finales del año pasado al intendente Arriaga. En la nota detallaron que en el centro se registran: * "Niveles de ruidos molestos que producen las confiterías donde se realizan espectáculos musicales hasta altas horas de la noche". * "Total descontrol por la municipalidad del tránsito de vehículos con escapes libres y tocando bocinas hasta las primeras horas de luz de la madrugada". * "Picadas en pleno centro, con el peligro que eso significa para la integridad de las personas y los bienes". No sólo en el centro de la ciudad se dan estas situaciones. Efectivamente, algunas calles troncales que comunican con los barrios son utilizadas por conductores como virtuales autopistas, especialmente por la noche. Soulés había reclamado la intervención del municipio, a través de sus inspectores, para regular la circulación de vehículos, por la noche, pero a juzgar por lo que dijeron él y el resto de los vecinos en la carta recientemente enviada a Arriaga, el gobierno de la ciudad no respondió a sus reclamos. "No estamos en contra de los comercios ni tampoco de la vida nocturna; todo lo contrario: sabemos que vivimos en el centro de una ciudad y que debemos entender lo que ello significa en cuanto al movimiento que genera", aclararon los autores de la nota. Precisamente, el argumento de muchos que defienden el núcleo de ocio para adolescentes y jóvenes es que se trata de una alternativa a la fuga de consumidores a Neuquén. Con la llegada del verano, la vida nocturna en el centro cipoleño se intensificó. "Exigimos al municipio su obligación de velar por la seguridad y el descanso de sus vecinos ante otros que no tienen el menor reparo en molestar y agredir la calidad de vida de los habitantes", se lee en el escrito enviado al intendente. Pidieron la salida de inspectores municipales a la calle durante la noche e inclusive la intervención de la policía provincial para hacer cumplir las ordenanzas que regulan la actividad comercial. |
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