Verani reestructura su poder

El mandatario provincial procura oxigenar su gobierno de cara a los casi dos años que le restan de gestión. Esta semana empieza a buscar un acuerdo con los "blancos", mientras se adelantan intentos para darle mayor participación al justicialismo, incluyendo a alguno de sus hombres en el gabinete rionegrino.

VIEDMA (AV).- El gobernador Pablo Verani saldrá a reconstruir su gobierno con acciones que definirá durante esta semana. Buscará consolidar acuerdos internos para la reformulación gubernamental y concretar desde marzo la reforma política y constitucional.
Sobran otras alternativas que le alcanzan. Cualquier diseño tendrá origen en un acuerdo o ruptura definitiva entre Verani y su vice Bautista Mendioroz. Por eso, ambos se reunirán durante esta semana con otras expectativas a la de los últimos cónclaves.
El mandatario evalúa la mejor receta para una inyección política al gobierno que así garantice gobernabilidad hasta el epílogo de su gestión. Dos esquemas -tal vez, no en forma excluyente- está considerando: poner en escena desde marzo la reforma constitucional y política, y avanzar la reestructuración de su gabinete.
Cualquier opción exige un acuerdo político. A pesar de las diferencias, Verani siempre privilegió su relación con Mendioroz. Ambos siguen confiando en ese esquema pero saben que el entendimiento no será fácil y, a lo mejor, no será posible.
Verani quiere recuperar el incondicional respaldo legislativo del que gozó en sus cinco primeros años de gobierno. Sus últimos mayores desvelos corresponden a proyectos impulsados por Mendioroz y sus diputados, como la interpelación a la que será sometido el viernes el ministro José Luis Rodríguez, quien antes sólo concurrió a la Legislatura para explicar la operación del bono Cedepre.
Mendioroz -como siempre- pretende mayor injerencia para moldear así reformas gubernamentales y construir poder político. Pero lo aterra que Verani incida por las suyas en la resolución del STJ que en marzo o abril definirá si el vice podrá ser o no candidato a gobernador en el 2003. Mendioroz sabe que si alguien puede hacer algo -a favor o en contra- ese es el gobernador.
Pero el impedimento para seguir con un futuro compartido está en la oposición de Verani y la exigencia de Mendioroz que Miguel Machado reemplace a Delia Dieterle en la Legislatura.
El gobernador reactualizará esta semana la reforma constitucional para avanzar en cambios políticos pero no excluirá sus anhelos de cambiar de esa norma que siempre calificó de desactualizada. Quiere despolitizar la reforma y, por eso, insistirá con una comisión técnica de "notables" y un con- senso que transforme en una formali-dad a la elección de convencionales.
La cuestión ya la habló con el ministro Gustavo Martínez y cruzaron ideas: la eliminación de la intangibilidad salarial de los jueces, reducción legislativa (de los 43 actuales a un cuerpo de 25 a 28 diputados), la supresión de todas las reelecciones, la reforma municipal, cambios en la lista sábana, un mejor mecanismo de la publicidad de los fondos públicos y la reestructuración de los órganos de control. Es muy posible que Martínez también ya hubiese anticipado estos objetivos a Mendioroz.
No proclive a recambios de gabinete, Verani igualmente lo está pensando porque sabe que es necesario políticamente. Desconoce aún cómo concretar esa apertura a los no veranistas. Su pensamiento es mucho más difuso si debe concebir -como se lo plantea Daniel Sartor- una apertura hacia el justicialismo.
El ex ministro es el autor intelectual de esa opción. Consciente -como todos- que cualquier entendimiento incluirá compromisos para el 2003, Sartor proyectó un gabinete compartido (pensó en Ester Acuña, Roberto Meschini o Juan Bolonci para algún ministerio) y una fórmula a definir entre Julio Arriaga y Eduardo Rosso o Carlos Soria, siempre a partir de la visión sartorista de que "no hay opción vencedo-ra para un candidato radical". Algunos anticipos ya tendrían los justicialistas por contactos de Arriaga con Rosso y Sartor con Soria y Bolonci. El ex funcionario contempla que el primer gesto de veranistas y justicialistas debe darse en 90 días en la elección del nuevo intendente de El Bolsón. Todo esto -por ahora- es un lejano esquema ideado por Sartor, del cual Verani no opinó. El gobernador esta semana insistirá -tal vez, por última vez- con los correligionarios y luego se verá.

Hay que reducir los gastos de la política, según Rosso

VIEDMA (AV)- El presidente del bloque de legisladores justicialistas, Eduardo Rosso, fijó posición en la necesidad de que cualquier marco de concertación tiene como requisito condicionante la rebaja de gastos del 40% en la burocracia política.
A criterio del exintendente de Viedma, deberán ser efectivos y "contemplando no sólo el gasto visible, sino el que se encuentra oculto en varias formas que esconde al mismo" insistiendo en que "este gesto de los poderes públicos marca la real voluntad de concertación para iniciar un camino de reconstrucción provincial".
En cuanto a una eventual reforma constitucional en emergencia, Rosso consideró que las "épocas de profundas transformaciones, crisis y situaciones cambiantes no son el marco propicio para encarar una reforma total".
Al respecto, propuso que recobre vigencia la Constitución provincial sancionada en Río Negro durante 1958, cuyo "único vicio fue haber sido sancionada con la proscripción del justicialismo".
No obstante, reparó en que si se ratifica la primera Constitución habría que mantener instituciones como los entes de desarrollo aunque reduciendo el número de legisladores "reservándose para tiempos de mínima estabilidad las reformas de fondo".

Foto: Verani y Mendioroz vuelven a buscar oxígeno para su relación.