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BUENOS AIRES (ABA).- Según un informe elaborado por el Ministerio de la Producción, los sectores petroquímico, pesquero, juguero, ganadero y frutícola que motorizan a la economía de Río Negro y Neuquén serían -en ese orden- los primeros beneficiados por los efectos de la devaluación.
Las previsiones realizadas por el equipo técnico que acompaña al titular de la cartera, José De Mendiguren, indican que tanto éstas como las demás economías regionales del país verían incrementados sus ingresos por un aumento en el valor de las exportaciones y gracias a la consecuente merma de bienes importados en el mercado interno que provocará la salida del régimen de convertibilidad.
Sin embargo, a pesar de las auspiciosas perspectivas vislumbradas en Producción, los reclamos de los empresarios no cesan. Hoy a las 16, una comitiva de representantes del sector productivo rionegrino junto a un grupo de legisladores nacionales mantendrá una importante reunión a puertas cerradas con De Mendiguren donde le reclamarán la normalización del pago de obligaciones pendientes del Estado Nacional con los fruticultores y, entre otros temas, plantearán la necesidad de acordar medidas arancelarias especiales para la adquisición de insumos críticos.
Por la industria frutícola asistirán el titular de la Federación de Productores, Salvador Durán y Miguel Miquel, de CAFI; Ricardo Epifanio y Carlos Peralta lo harán en nombre de la Federación de Empresarios; Néstor García por la Unión Industrial rionegrina y Carlos Montovio por la Federación de Sociedades Rurales. Los acompañará el senador justicialista Miguel Pichetto.
Horas antes, a las 14, la comitiva se reunirá en el Congreso Nacional para consensuar las posiciones y elaborar un documento que contenga todos los planteos.
El encuentro se explica en parte por el hecho de que no en todos los casos la recuperación de los niveles de rentabilidad se dará igual. Uno de los técnicos que contribuyó en la elaboración del informe, José Portillo, aseguró que cada caso responderá, más bien, "al endeudamiento y la crisis que se registre en el seno de cada sector".
Con este criterio, los especialistas clasificaron a las distintas ramas productivas en tres períodos factibles para la reactivación: en el corto, en el mediano y en el largo plazo.
Por ejemplo, en el caso de la actividad frutícola -manzanas y peras-, los beneficios se darían recién en el largo plazo ya que, según queda reconocido en el propio informe de Producción, "aún queda impago parte del compromiso de asistencia a los productores", situación que dificulta el normal desenvolvimiento de las tareas productivas. "Sin embargo, podría producirse una sustitución de importación de otras frutas", agregan los técnicos en otro de los párrafos del estudio.
En el mediano plazo se ubica a la producción ovina por la expectativas que genera la exportación de carne a Europa con el mayor estatus sanitario"- y a las orgánicas ganaderas. Y en el corto plazo están la industria petroquímica, la de los jugos frutales -principalmente de manzana, ya que "tiene un perfil fuertemente exportador (90% de la producción) y utiliza en su mayoría insumos nacionales"- y la de la pesca y la acuicultura.
Buenos Aires entró en default y Solá responsabilizó a Ruckauf
La provincia de Buenos Aires, la más poblada y rica del país, entrará el jueves en cese de pagos al no poder cumplir con los intereses de unos bonos públicos emitidos en euros el año pasado por unos 25 millones, anunció ayer su gobernador, Felipe Solá.
"La provincia es parte del país y el país entró en "default" (cesación de pagos)", declaró a los periodistas el mandatario.
El mandatario bonaerense se mostró indisimulablemente disgustado con Carlos Ruckauf por la situación financiera en que dejó a la provincia de Buenos Aires, al confirmar el default del primer estado argentino y sostuvo que durante la gestión de su antecesor se incrementó el stock de deuda provincial.
Solá, además, apuntó sus cañones contra una polémica decisión de Ruckauf que permitió a los grandes deudores del Banco Provincia estatizar compromisos por unos 1.600 millones de dólares.
El default dispuesto por Solá abarcará solamente a los compromisos externos del estado provincia y exceptuará a los bonos de circulación interna, como los Bocanoba, que se emplean para el pago a proveedores.
Como consecuencia, la semana próxima la provincia de Buenos Aires incumplirá con el vencimiento de un bono en euros por 25,5 millones de dólares.
Solá reconoció que la provincia de Buenos Aires "al igual que la Nación ha ingresado en default momentáneo" y aclaró que no se sabe "cuánto va a durar".
"En estos momentos lo estamos comunicando", afirmó el gobernador durante una conferencia de prensa realizada en La Plata, al término de una reunión de gabinete. Solá dijo que "tenemos que recurrir a prioridades y hemos protegido a nuestro medio de pago, los Bocanoba (Bonos de Cancelación de Obligaciones de Buenos Aires)".
El mandatario provincial señaló que el viernes solo se pagaron los intereses en pesos de los Bocanoba con la intención de que "sigan siendo creíbles" debido a que se usan para pagarle a los proveedores.
"Se trata -explicó- de un default en general para compromisos externos, al igual que la Nación, con excepción de los contraídos con organismos multilaterales por que también les daremos prioridad en defensa de los bonaerenses", afirmó.
El gobernador declinó dar a conocer el monto total de la deuda de la provincia aunque sostuvo "es una cifra bastante más elevada que la del año pasado".
"Las precisiones sobre lo que podemos pagar y lo que no las daré más adelante", agregó Solá quien responsabilizó a sus antecesores en el cargo por la crisis financiera que enfrenta la provincia.
Solá agregó que en los próximos días dará a conocer "otras cuestiones que hacen a ingresos y deudores de la provincia, del Banco de la Provincia y deudores del fisco bonaerense, por que el nuestro no es solamente un problema de gastos". El primer mandatario advirtió que en "las próximas horas" encarará una acción para resolver la situación de los "grandes deudores del Banco Provincia que tienen su deuda estatizada por la ley que creó el Fondo Fiduciario". (DYN)
Análisis: El gran legado
El default de Buenos Aires no es ni más ni menos que la consecuencia directa de una década de despilfarro, en el manejo de los recursos fiscales.
¿Cómo es posible que la provincia más rica del país pueda haber caído en quebranto? La respuesta sólo es posible hallarla en el descontrol financiero, administrativo y fiscal. La antesala de este default se hubiera producido hace un año de no haber mediado un favor prestado por Domingo Cavallo, al hoy canciller Carlos Ruckauf y que le permitió pagar un vencimiento de unos 150 millones de dólares.
¿Dónde fue a parar la cantidad de recursos que manejó Duhalde durante sus 8 años de gestión y los 2 años de Ruckauf?. En ese lapso la provincia recibió además de los recursos por coparticipación de impuestos, unos 600 millones por año, en concepto de aportes al Fondo del Conurbano que luego se incorporó como coparticipación.
¿Dónde están esos 6.000 millones de dólares? ¿En inversión? No parece, a juzgar por la falta de obras de infraestructura y mantenimiento que muestra la provincia. ¿Si hubiera habido inversión, se hubiesen inundado casi 4 millones de hectáreas de las más fértiles que existen en el planeta?. Al mismo tiempo, se aumentaron los impuestos provinciales y se aumentaron las valuaciones fiscales tanto en inmobiliario como en automotores. Pero no alcanzó.
El dinero se despilfarró en gasto proselitista, en punteros y en burocracia. Más municipios, más burocracia, más gasto ineficiente y como broche, una aceleración del gasto, a la par de la carrera presidencial.
La provincia presenta un stock de deuda cercano a los 5.500 millones de dólares y una recaudación propia anual de unos 4.000 millones.
El gasto en personal asciende a unos 5.500 millones, para unos 430.000 agentes. Esto representa que existen unos 3 empleados públicos cada 100 habitantes, con una remuneración promedio de unos 1.000 pesos mensuales.
El otro punto oscuro es la relación entre la provincia y el Banco Provincia de Buenos Aires, la entidad Nº2 del país por captación de depósitos. La historia viene de una deuda de unos 1.100 millones por la construcción de la central termo-eléctrica Luís Piedrabuena.
A esto se le suma el otorgamiento de préstamos a grandes empresas, contradiciendo el propio discurso de Duhalde, sosteniendo que se iba a financiar a las PYME. El default de estas compañías llevaron al banco a tener que provisionar esos préstamos comprometiendo su situación patrimonial. Así, el Tesoro provincial se tuvo que hacer cargo de estos pasivos y se realizaron dos capitalizaciones por unos 1.600 millones que termina financiando el contribuyente. (DYN) |
