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Jueves 3 de enero de 2002 | |
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El euro se muestra fuerte ante el dólar |
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Ayer fue el primer día laboral en que circuló la nueva moneda. |
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| FRANKFURT (EFE).- La circulación de los billetes y monedas de euro dio un espaldarazo a esta moneda, que se mostró fuertemente ayer frente al dólar y el yen bajo el efecto psicológico positivo por la presencia física del nuevo dinero. Desde el martes, cuando el euro pasó a ser de curso legal en los doce países de la eurozona, esta moneda ganó más de un uno por ciento frente al billete verde, hasta los 0,9045 dólares, aunque la subida más espectacular se produjo respecto al yen, al apreciarse un 1,9 por ciento, hasta los 119,34 yenes. El Banco Central Europeo (BCE) fijó ayer su cambio oficial en los 0,9038 dólares. Los mercados de divisas atribuyen esta ganancia a la ausencia de contratiempos en la introducción del dinero en efectivo y a los rumores que circulaban sobre una pronta adhesión del Reino Unido a la Unión Monetaria. Sin embargo, el presidente del Bundesbank alemán, Ernst Welteke, considera que la divisa comunitaria sigue estando infravalorada respecto al dólar y que aún tiene espacio para ganarle terreno. Desde su introducción como moneda de cálculo, el 1 de enero de 1999, el euro se ha depreciado casi un 25 por ciento contra el dólar y otras divisas fuertes, ante todo por la falta de confianza de los inversores, que consideraron el dólar más atractivo y rentable. También puede haber ayudado al empujón de ayer el hecho de que haya crecido la demanda de euros en los países del este europeo, que antes del 28 de febrero próximo, cuando concluye el período de doble circulación, deberán haber sustituido los marcos alemanes, chelines austríacos y otras divisas nacionales europeas por la moneda única. Ayer sólo actuó de freno a una mayor recuperación del euro la buena cifra de la actividad manufacturera en Estados Unidos, pero los expertos preven que esta divisa emprenderá pronto una carrera alcista, apoyado por la euforia desatada a raíz de la circulación del efectivo. Welteke se manifestaba ayer en una rueda de prensa más que satisfecho por el proceso de distribución de los billetes y monedas y vaticinaba que los cuellos de botella en los mostradores de los bancos y otros establecimientos habrán desaparecido en pocos días. Uno de los principales argumentos para que prosiga la tendencia alcista de la moneda común es que los países del área euro alcancen un crecimiento más alto que el 1,6 por ciento previsto para el conjunto de 2001. Para este año, el presidente del BCE, Wim Duisenberg, pronostica una mejora del 2 por ciento, un porcentaje modesto, cuya materialización dependerá también de la recuperación de la economía norteamericana. Colas en bancos y comercios MADRID (DPA).- El entusiasmo de los españoles por el euro, reflejado en las largas colas frente a las entidades bancarias al comienzo de la jornada de ayer para cambiar sus pesetas, contrastaba con las confusiones a la hora de calcular los cambios en los comercios, que también provocaban largas esperas frente al mostrador. Las boleterías del Metro de Madrid no daban abasto con los usuarios que revisaban una y otra vez el cambio, para asegurarse de haber pagado y recibido las sumas correctas. Las colas eran además inusualmente largas porque muchos viajeros renovaron ayer su abono mensual. "Hay algunos problemas, especialmente con las máquinas" expendedoras de boletos, que casi no eran utilizadas, comentaba una de las funcionarias que en la Puerta del Sol brindaba información sobre el euro. Los viajeros preferían ayer, el primer día de operaciones comerciales normales con euros, tener un interlocutor humano que les explique paso a paso el cálculo de pesetas a euros. Probablemente debido al complicado cambio que tocó a la peseta en su conversión a euros (166,386 pesetas por unidad) y los cajeros automáticos que se quedaron sin euros en pocas horas, la mayoría de los clientes pagaba en pesetas, lo que complicaba las cuentas a la hora de recibir el cambio en la nueva moneda. "Vamos a tener que acostumbrarnos, pero no será fácil", admitía un joven mientras revisaba el cambio en el almacén. "Los mayores están más acostumbrados que nosotros a los centavos, pero ahora ya se habían acostumbrado a los grandes números", se quejó. |
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