Lunes 28 de enero de 2002 | ||
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Johansson sorprendió en el Abierto |
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Se convirtió en el tercer sueco que gana el torneo de Australia, tras superar en la final al ruso Marat Safin, con pasajes de excelente juego. |
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MELBOURNE, Australia (Télam/SNI).- Thomas Johansson se convirtió en el tercer sueco en ganar el Abierto de Australia, al derrotar en la final al ruso Marat Safin por 3-6, 6-4, 6-4 y 7-6 (7-4) en dos horas y 53 minutos. Para Johansson, de 26 años, fue el séptimo título de su carrera y el primero de Grand Slam, y evidentemente el más importante, que le aseguró un premio de un millón de dólares australianos, unos 601.000 euros. La tradición sueca en Australia la inauguró Mats Wilander, en 1983, que repetiría en 1984 y otra vez en 1988; luego, Stefan Edberg fue el ganador en 1985 y 1987. Y después hubo otras cuatro finales con un jugador nórdico en todas ellas, el último Thomas Enqvist, que perdió contra el ruso Yevgueni Kafelnikov en 1999. Johansson rompió ayer esa mala racha gracias a su tenacidad y como él mismo aseguró al duro trabajo en la pretemporada, donde castigó sus piernas con interminables carreras y sus brazos con levantamiento de pesas para rematar su preparación con partidos de squash. Quizás la razón del éxito sueco aquí, independientemente de su buen juego, es el inagotable apoyo de sus seguidores. En la final de ayer, un grupo de 20 simpatizantes con las caras pintadas de amarillo y azul, pelucas de igual color y camisetas amarillas, no dejaron de animar a su jugador en ningún momento, castigando a Safin con sus canciones e incluso, cuando el ruso se defendía en la primera bola de partido, felicitándole irónicamente por su aniversario. Y Safin así lo señaló en la entrega de trofeos. "Felicidades Thomas por haber conseguido tu primer Grand Slam y felicidades a tus seguidores que te han hecho ganar", comentó. El día empezó mal para el sueco nacido en Linkoping, porque su entrenador se olvidó de reservar un coche de la organización y el grupo tuvo que llegar a Melbourne Park en un taxi, pero una vez en la pista Johansson no se olvidó jamás de seguir al pie de la letra la estrategia trazada. La cuestión era sacar a Safin de su sitio, atormentarle con dejadas, subir a la red y que el saque funcionara. Y Johansson completó el partido de su vida, con éxito en estas tres facetas, y con un genial resto con el que quebró tres veces el servicio del campeón del US Open del 2000. Safin, que intentaba convertirse en el segundo ruso que ganaba este torneo, sufrió en 16 saques directos, 36 voleas y una docena de dejadas que rompieron sus piernas. Pero lo que más notó el ruso fue el insistente y atosigante rumor que llegaba desde las plateas. Los cánticos nórdicos le volvieron loco y Safin, cuyo principal problema es mantener la concentración, no pudo mostrar el gran tenis con el que derrotó a Sampras o la genial reacción con la que se impuso a Tommy Haas. Así fue que Johansson fue construyendo su victoria más soñada y dio la gran sorpresa del Abierto. "Fueron las mejores dos semanas de mi vida" MELBOURNE (DPA).- Para el sueco Thomas Johansson ganar su primer torneo de Grand Slam "es un sueño, es increíble". "Fueron las mejores dos semanas de mi vida", explicó Johansson, que se mostró exultante tras su victoria, y bromeó con las posibilidad de conseguir más torneos de Grand Slam tras empezar el año ganando su primera final en uno de los cuatro grandes. "Ganaré seguro los dos próximos Grand Slams", dijo en referencia a Roland Garros y Wimbledon, en los que reconoció sentirse más cómodo que sobre el "Rebound Ace" de Melbourne: "Nunca pensé que ganaría este (torneo)". "Trabajamos mucho el año pasado, en noviembre y diciembre", dijo. A Johansson, el partido de ayer le hará cambiar su forma de pensar, después de darle la vuelta al comienzo del encuentro y enfrentarse a la remontada de su rival en el tie break. "El jugó increíblemente en el tie break. Todo podía suceder. Creí que con el 6-1 ya estaba todo listo", aseguró convencido. Por su parte, el ruso explicó que tras ganar el primer set todo cambió. "El (Johansson) estuvo dominando todo el partido. Jugó magníficamente. Yo busqué mi juego, pero no pude (encontrarlo)", agregó Safin, visiblemente decepcionado, pero sin perder el sentido del humor. "Perdí mi servicio y entonces cambió completamente el partido. Fue una historia completamente diferente", afirmó el ruso. Para Dulko ya es una costumbre |
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